Una coalición de 25 grupos estadounidenses denunció tanto el proteccionismo del candidato presidencial republicano Patrick Buchanan como el Tratado de Libre Comercio norteamericano (TLC), que está respaldado tanto por el presidente Bill Clinton como su rival y líder de la mayoría en el Senado, Bob Dole.
En una carta abierta difundida este martes, la Alianza por un Comercio Responsable (ART), una coalición de grupos de trabajadores, eclesiásticos, ambientalistas, campesinos y humanitarios, instó a "una tercera posición entre el proteccionismo nacionalista de Buchanan y el libre comercio al estilo TLC".
"El debate sobre el futuro rumbo económico de nuestro país necesita ser ampliado más allá de esas dos estrechas opciones", expresó la carta firmada por líderes de Greenpeace de Estados Unidos, el Fondo Internacional de Derechos del Trabajador, la oficina de Washington de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) y otra docena de agrupaciones.
Expresó que las recetas de Buchanan eran al mismo tiempo "racistas o contrarias a los intereses de la clase trabajadora que pretende abrazar".
Al mismo tiempo, los grupos dijeron que el TLC, que fué catapultado al Congreso por Clinton y líderes republicanos en 1993, "promueve una integración que beneficia a un pequeño sector en cada uno de nuestros países, a costa de aumentar las desigualdades y la continuada degradación de ecosistemas de los cuales dependemos nosotros y las futuras generaciones".
La carta, que fué acompañada con un informe de 58 páginas en las cuales sus autores señalan los "mitos" propagados por los partidarios del TLC, apareció en un momento crítico de la carrera para las elecciones presidenciales de noviembre.
Buchanan, quién luego de disgustar a Dole en las elecciones primarias del mes pasado en Nueva Hampshire concentró la atención nacional en los impactos negativos de la globalización sobre los trabajadores estadounidenses, parece estar decidido a dejar el Partido Republicano y lanzar una candidatura independiente.
Al mismo tiempo, analistas políticos dijeron que el abogado de los consumidores, Ralph Nader, que previsiblemente endosará la plataforma de la coalición como candidato a presidente del Partido Verde en California, podría restar votos suficientes a Clinton y privarlo de la victoria en ese importante estado.
El ataque de Buchanan sobre comercio y globalización, combinado con la latente inseguridad de muchos trabajadores estadounidenses de cuello blanco y tambien azul, ha tenido su efecto. La semana pasada, el Banco de Boston realizó un sondeo en la reunión para el Acuerdo de Libre Comercio de America (ALCA), el cual mostró que solo el 27 por ciento de los estadounidenses creen que los acuerdos comerciales crean más empleos.
La misma encuesta dió cuenta que casi el 60 por ciento de los interrogados en Estados Unidos se opone a nuevos acuerdos de libre comercio este año con países de América Latina, una posición que en las actuales circunstancias parece ser compartida por Dole y, quizás, tambien por Clinton.
En su carta, los grupos "saludaron" la disposición de Buchanan a realizar debates públicos sobre esos temas, pero se distanciaron de su xenofobia y proteccionismo. Sin embargo, como Buchanan, los grupos apuntaron contra las "grandes corporaciones" por la actual ansiedad económica y juzgaron tanto al TLC como la Organización Mundial de Comercio (OMC) de 15 meses "fatalmente defectuosos".
"La creciente inseguridad y desigualdad en Estados Unidos y alrededor del mundo está enraizada en los rápidos cambios económicos manejados por grandes corporaciones cuya lealtad ya no es debida a la localidad o nación, sino solo a la corporación misma", dijeron.
"Esas firmas ahora están regateando los salarios y las condiciones de trabajo en Estados Unidos con la amenaza de mudar su producción a países donde los sueldos son bajos y los derechos de los trabajadores, así como los niveles ambientales, sistemáticamente violados", expresó la carta.
La clave de "una tercera posición", según la coalición, que ha trabajado estrechamente con grupos de estudio en Canadá y México, es abarcar "un nuevo marco de iniciativas" regionales y globales que podrían conducir el comercio y las inversiones a mejores empleos tambien mejores condiciones ambientales para todos.
Esto requerirá nuevos mecanismos de financiación dirigidos a ayudar a los pobres en las tres naciones norteamericanas, reformar las agencias multilarerales como el Banco Mundial para terminar con sus "políticas cuenta gotas", reducir la deuda en naciones pobres e intensificar programas de formación para trabajadores cuyos empleos se perdieron debido al TLC y otros pactos comerciales.
Además, un nuevo acuerdo del TLC, mientras tiene en cuenta los diferentes niveles de desarrollo en cada uno de los socios del tratado, deberá incluir convenios para proteger los derechos humanos y laborales de los trabajadores, la salud y los sistemas de prevención, así como el ambiente, segun los grupos.
La carta tambien pidió mayo responsabilidad a las corporaciones globales y un código de conducta para regular sus relaciones laborales y comerciales.
El informe, una tarea trinacional denominada "Primeros dos años del TLC", apuntó ocho "mitos" usados por los partidarios del tratado para defenderlo de las críticas.
En particular, rechazaron el argumento que la fusión económica de México, que data de 14 meses, no estuvo relacionada con el TLC. Dijeron que el tratado alentó más inversiones en México precisamente en un momento en que fué altamente dependiente del llamado dinero "caliente". El resultado fué que el impacto de la caída del peso tuvo consecuencias mucho más graves.
El informe tambien se refirió a la falaz insistencia de la administración Clinton que un mayor volumen de exportaciones a México se traduciría automáticamente en más empleos estadounidenses.
Los beneficios generados por las exportaciones han sido utilizados en su mayor medida por las corporaciones basadas en Estados Unidos para financiar anexiones y adquisiciones, e invertir en maquinarias que ahorran mano de obra, aumentando la productividad pero cortando puestos de trabajo.
Por otra parte, el mito que el TLC promueve mejores empleos en Estados Unidos tambien es falso, según Sarah Anderson y John Cavanagh, del Instituto de Estudios Políticos con sede en Washington, David Ranney, de la Universidad de Illinois, y Karen Hansen-Kuhn, de la ONG Development GAP.
Desde la puesta en vigor del TLC, las corporaciones en Estados Unidos y Canadá han usado la amenaza de trasladar plantas a México como una manera de regatear con los sindicatos locales y reducir los salarios y beneficios de los trabajadores, según el informe. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ego/if).
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