La ambiciosa posibilidad de que América sea una zona de libre comercio despues del 2005 y el complejo recorrido necesario para ello quedaron retratados hoy, cuando los ministros de Comercio de 34 paises elevaron de siete a 11 los grupos de trabajo que dibujan el mapa del ALCA.
La negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) cubrirá desde ahora materias que todavía son "nuevas" en el ámbito más global de la Organización Mundial de Comercio (OMC) o incluso en el más estrecho de varios de los acuerdos subregionales de integración.
Los cuatro nuevos grupos de trabajo rumbo al ALCA considerarán las compras gubernamentales, derechos de propiedad intelectual, comercio de servicios y políticas de libre competencia, según decidieron los ministros en su reunión de este jueves.
Una primera reunión, la de 1995 en Denver, Estados Unidos, había establecido siete grupos, referidos a acceso a mercados, procedimientos de aduana y normas de origen, inversiones, normas y barreras técnicas al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, subsidios y antidumping y economías más pequeñas.
Pero todavía hay más. Estados Unidos aboga porque se establezcan grupos que trabajen sobre normas ambientales y derechos de los trabajadores, dos áreas donde acecha el proteccionismo, según sus vecinos del sur.
Washington también quiere que varios segmentos de temas que discuten los grupos y que constituyen trabas a la liberación o incremento del comercio reciban un trato urgente, prioritario en la negociación de todo el ALCA, con una prisa que no comparten los países meridionales.
"Está concluyendo la etapa fácil del ALCA, la recolección de ideas e iniciativas de todo tipo, pero ahora llega la más difícil, la de aterrizar a negociar de verdad", dijo a IPS en Cartagena la consultora y ex ministra de Fomento de Venezuela Imelda Cisneros.
La reunión ministerial de Cartagena o Denver II, como se la denomina por ser la segunda desde que los mandatarios de 34 países americanos (excluída Cuba) decidieron en 1994 construir el ALCA, optó por dejar para su siguiente cita, en 1997, la fecha en que se lanzarán formalmente las negociaciones.
En Cartagena, el diálogo ministerial engarzó con un foro de 1.500 empresarios que rezumaron optimismo e hicieron propuestas para orientar la negociación, participar en el proceso y resolver asuntos urgentes, resultado que un hombre de negocios colombiano calificó de "cosecha temprana".
Cisneros apuntó que la decisiva fase que se avizora "no tiene factores de éxito como liderazgo político comprometido, avances ininterrumpidos en los procesos de apertura y reforma económica y protagonismo de quienes ponen el dinero y los riesgos, que son los empresarios", en la negociación del ALCA.
Otras figuras, como el secretario de Comercio de Estados Unidos, Ron Brown, y el asesor de Comercio de la Organización de Estados Americanos, Miguel Rodríguez, también advirtieron que la negociación será "difícil y compleja".
Se trata de "acordar sobre materias complejas" que atañen a "34 países sumamente diferentes" y que participan en dos docenas de acuerdos subregionales o regionales de integración, recordó Rodríguez.
El secretario de Comercio de México, Herminio Blanco, postuló que los acuerdos subregionales podrían quedar superados "en algún punto de la negociación" por un acuerdo marco, a lo que contribuye la adición de materias que se estudiarán antes de Denver III.
Los ministros decidieron que el grupo de compras gubernamentales hará un inventario de las normas que rigen la materia en el continente, de los puntos de coincidencia y divergencia entre las distintas legislaciones y de bienes y servicios adquiridos por el sector público.
El grupo de propiedad intelectual hará inventario de los acuerdos en la materia entre los países americanos y con terceros, las respectivas normas nacionales y requerimientos de asistencia técnica en los futuros socios de ALCA.
El de servicios levantará inventarios similares a los de otros grupos, pero además deberá asumir y recomendar métodos para la definición de la naturaleza del comercio de este sector en particular y crear una base de datos sobre su flujo en el hemisferio.
Además, otro inventario se orientará a destacar las regulaciones que existen en el hemisferio en contradicción con el principio de libre competencia.
La característica común del trabajo de los grupos es que deberán producir recomendaciones específicas para llevar a cabo las negociaciones, tal como ocurrió con las siete comisiones establecidas en Denver I.
Se trata de dibujar el mapa para tratar de navegar con una zona de libre comercio dentro de una década, sobre un territorio que aporta dos billones de dólares al comercio mundial y alberga 750 millones de consumidores, que serán 1.000 millones en la madrugada del proximo milenio. (FIN/IPS/hm/mj/if/96)