Una conferencia contra la corrupción iniciaron hoy en Venezuela representantes de 34 gobiernos americanos, con vibrantes llamados a combatir el flagelo para que la democracia recupere credibilidad ante sus pueblos.
"Los pueblos se han hecho escépticos en gran parte porque la lucha contra la corrupción no se ha ganado, y entre los muchos males que deja está la abstención electoral", dijo el presidente venezolano Rafael Caldera al instalar la conferencia.
El ex presidente colombiano César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), postuló que "no tendría sentido que se avanzara en materias comerciales si las democracias (de la región) tambalean carcomidas por la corrupción".
La conferencia de la OEA culminará el viernes con la adopción de una convención interamericana contra la corrupción, que incidirá en dos instituciones arraigadas en esta parte del mundo: el derecho de asilo y el secreto bancario.
"El asilo político, una vieja tradición americana, queda preservado de la asociación con la corrupción, porque establecemos que ella es un delito común", dijo a IPS el embajador chileno ante la OEA y coordinador de su grupo de trabajo sobre Probidad y Etica, Edmundo Vargas.
El canciller venezolano Miguel Angel Burelli, presidente de la conferencia, señaló que "se trata de achicar un poco el mundo a los corruptos. Esta convención no acabará con la corrupción, no somos tan inocentes, pero sí con la impunidad".
Caldera dijo que "la vieja maniobra del asilo político para amparar a los corruptos queda desmantelada por una concepción clara y firme en esta convención".
El texto define los actos de corrupción -cinco clases de faltas éticas en provecho de funcionarios o particulares y en perjuicio del Estado y la cosa pública- y a la vez compromete a los estados a que los incluyan en sus legislaciones como causas de la extradición.
Caldera observó que "los corruptos son poderosos, amasan grandes fortunas, y por eso la lucha contra la corrupción tiene que ser integral", amén de que "cada vez es más fácil el traslado de bienes y los acuerdos de integración facilitan el traslado de capitales".
Por ello, la convención "recoge la adecuación de los principios del secreto bancario a las necesidades de perseguir los delitos", dijo el mandatario.
Como los estados firmantes se comprometen a cooperar en el combate de la corrupción, perseguir a los corruptos y resarcirse por los bienes hurtados, la convención prevé que no podrá negarse información solicitada escudándose en el secreto bancario.
"La convención representará un importante avance dentro del propósito de evitar que el secreto bancario pueda ser utilizado para encubrir o proteger a los corruptos", dijo Gaviria.
El secretario general de la OEA subrayó la utilidad de la convención para la democracia en el hemisferio, y las ventajas del multilateralismo para solucionar problemas colectivos.
"La democracia llegó a nuestros países, pero esto no quiere decir que no existan amenazas, como la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo", dijo Gaviria, y planteó defender de modo simultáneo las reformas económicas, las libertades democráticas y enfrentar la violencia y la corrupción.
También mostraría la convención que "es a través de una acción colectiva, de la cooperación y la definición de unas reglas comunes, como se puede hacer frente a enemigos o amenazas comunes", postuló el secretario general de la OEA. "Tenemos que evitar las tentaciones unilaterales", precisó.
Gaviria señaló que en breve presentará al Consejo de la OEA un borrador de plan de acción sobre corrupción, "para coordinación de políticas entre los Estados y apoyar programas de cooperación horizontal", pues concibe la convención como "una carta de navegación para acciones de la OEA".
La convención establece que los estados deben adoptar medidas legislativas y de otro carácter para tipificar como delitos en su derecho interno los actos de corrupción que ella recoge, y para aprestarse a la cooperación con otros firmantes.
Chile, por ejemplo, donde el enriquecimiento ilícito no está tipificado como delito -igual ocurre en los países anglohablantes del hemisferio- estudia una ley que lo establecería, y sus propulsores abonarán la convención a sus argumentos.
Vargas dijo que el plan contendrá desde una campaña de educación sobre la necesidad de la lucha anticorrupción, hasta el fortalecimiento de la estructura legal, del Poder Judicial y las contralorías de cada país, y de cooperación de la OEA con países extrarregionales.
Estos, de los cuales siete son observadores en la conferencia de Caracas (Egipto, España, Francia, República Checa, Rumania, Rusia y Suiza) podrán adherirse a la convención, porque será un instrumento abierto.
También se establecerá que, una vez ratificada por al menos dos países, la convención ya entrará en vigencia, al menos para las dos naciones que la hubiesen ratificado.
"Ganaremos esta batalla, pero la lucha contra la corrupción es una guerra larga", observó Caldera, y agregó que el texto que adoptará la conferencia "será una convención contra el escepticismo y para devolver confianza" a los pueblos del área. (FIN/IPS/hm/dg/ip/96)