AFRICA: Iniciativa de ONU despierta escaso entusiasmo

El programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para acelerar el desarrollo de Africa despertó poco entusiasmo en el continente, según analistas y funcionarios del cuerpo mundial consultados en esta capital.

La "Iniciativa Oficial del Sistema de la ONU para Africa" fue difundida el día 15 por el secretario general Boutros Boutros- Ghali en conjunto con los conductores del Banco Mundial y agencias de la organización internacional.

"Lo nuevo del programa es que procede del sistema de la ONU en su totalidad bajo la conducción de Boutros-Ghali, en estrecha consulta con la Organización de Unidad Africana", dijo Leah Josiah, encargada de información del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).

"La voluntad del Banco Mundial en contribuir más, especialmente en el aporte de recursos, también es una novedad", agregó.

El programa, que tendrá un costo de 25.000 millones de dólares en el decenio, no es apenas una colección de objetivos vagos, pues contiene listas de tareas concretas y resultados esperados en áreas críticas del desarrollo social y económico de Africa, de acuerdo con sus defensores.

Pero funcionarios de la ONU en Nairobi advirtieron que la amplia consulta que, según el anuncio oficial, se realizó antes del lanzamiento de la iniciativa, de hecho, no ocurrió.

"Nos enteramos una semana antes del lanzamiento, cuando se nos dijo que lo difundiéramos. Cuanto más hablo con mis colegas, más me doy cuenta lo imprevisto que fue. Poca gente sabe esto, incluso dentro de la ONU", dijo un funcionario del PNUD que reclamó anonimato.

El programa atiende cuatro áreas prioritarias: la creación de condiciones para un desarrollo socioeconómico significativo, rubro que incluye la atención a la paz y el apoyo económico externo; salud básica, educación y empleo; buen gobierno y cobertura de servicios básicos como agua y alimentación.

Los analistas locales cuestionaron el hecho de que el Banco Mundial sea el encargado de movilizar fondos para los programas de educación y salud.

"El Banco Mundial, históricamente, ha sido un fracaso en materia de salud y educación. Los programas de ajuste impuestos como condiciones por los organismos financieros internacionales son responsables del deterioro en la provisión de servicios sociales", dijo el cientista político keniata David Dechand.

"Para ser honesto, todavía no sabemos si habrá condicionamientos del Banco Mundial. Esperamos que no, pero no estamos seguros", agregó.

Otros funcionarios de la ONU consideraron que la atención prestada a la salud y la educación en la iniciativa es redundante con tareas en esas mismas áreas ya emprendidas por agencias del cuerpo mundial.

"Esto es lo absurdo de la iniciativa. La salud y la educación ya son prioritarias. Tanto el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) como la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) están haciendo un buen trabajo", dijo el informante anónimo del PNUD.

"En cuanto a la coordinación, se celebran reuniones mensuales entre los responsables de las agencias, aunque yo reclamaría que se realizaran con más frecuencia", agregó.

Dechand afirmó que la ONU "fracasó por completo" en sus acciones previas en Africa con respecto a la paz y al apoyo económico externo, una de las prioridades de la iniciativa, y mencionó en ese sentido reparos a la actuación del cuerpo mundial en Ruanda, Somalía y el sur de Sudán.

La iniciativa toma en cuenta el importante impacto de la deuda externa de Africa, que ascendía en 1994 a 313.000 millones de dólares, más del doble de los ingresos del continente por concepto de exportaciones en el mismo período.

Dechand dijo que le habría gustado ver un compromiso más específico que el anunciado pedido de Boutros-Ghali al Club de París, que reúne a los países acreedores, de "considerar la reducción" del costo de la deuda, y el reclamo a los organismos multilaterales de crédito de "facilitar" la situación.

"Las agencias de la ONU no pueden hacer mucho para aliviar la deuda. Pero los países de la ONU sí pueden, y el Banco Mundial también. Europa y Estados Unidos no invirtieron en Africa tanto como en Asia o América Latina. El Banco Mundial no manifestó tener una nueva visión para Africa en la iniciativa", agregó.

En ese sentido, argumentó que los países denominados "tigres" del sudeste de Asia podrían no haber alcanzado su actual desarrollo sin inversiones y la rebaja de los aranceles a la importación de sus productos resuelta por países occidentales.

Dechand acotó que eso ocurrió durante la "guerra fría", con el fin de detener la difusión del comunismo en Asia, y manifestó que Occidente no siente hoy en Africa el mismo imperativo. (FIN/IPS/tra-en/lmw/kb/mj/dv ip/96)

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