Muchas mujeres reclutadas por el ejército de Sri Lanka para tareas administrativas desean dar prueba de su valor en la lucha contra los Tigres para la Liberación de Tamil- EELAM, también conocidos como "Tigres de Tamil".
Este grupo guerrillero lucha desde 1983 por un estado separado para la minoría tamil en el norte y este del país. Las mujeres soldados son enviadas a la zona de guerra pero todavía no combaten, pese a que varias ya expresaron su voluntad de hacerlo.
Un periódico de Colombo publicó recientemente una fotografía de una soldado embarazada en un puesto de control fronterizo, en el noreste de la isla.
El ejército recluta mujeres desde 1979. Actualmente las militares suman 700, y algunas han sido ascendidas al rango de mayor.
Las soldados fueron destacadas por primera vez en la zona de guerra a fines del año pasado, durante una gran ofensiva militar contra los rebeldes tamiles, en la cual el ejército recuperó la península de Jaffna, tras dos meses de combate.
En las filas rebeldes hay también mujeres, pero a diferencia de las que integran las fuerzas de seguridad, luchan junto a sus colegas masculinos desde hace años.
El gobierno logró el pasado junio una gran victoria contra los Tigres al repeler sus ataques sobre tres campos del ejército en la frontera noreste. Ochenta de los 127 cuerpos recuperados eran de "tigresas" de tamil, la mayoría de ellas adolescentes.
Ambos bandos perdieron muchos soldados durante la guerra, que ya lleva 13 años. Varios intentos de negociar la paz fracasaron, y los rebeldes retornaron en cada ocasión a sus escondites en la selva.
La presidenta Chandrika Kumaratunga, quien conquistó al electorado el pasado año mediante promesas de poner fin al conflicto étnico, ha prometido amnistía para los guerrilleros si éstos deponen sus armas.
No obstante, la oferta del gobierno no fue aceptada, y los rebeldes afirman que la recuperación de la península de Jaffna es sólo una cuestión de tiempo.
Actualmente el gobierno intenta por todos los medios impedir un nuevo ataque de los Tigres, como el atentado suicida ocurrido en la capital el mes último, cuando un camión cargado de explosivos se estrelló contra el Banco Central en la hora de máxima actividad.
Un batallón de mujeres soldados fue asignado a tareas de acordonamiento y búsqueda, revisión de mujeres civiles en puestos limítrofes de control y protección de las localidades fronterizas.
El ejército brinda a las mujeres un curso de entrenamiento de 10 semanas, que incluye autodefensa básica y enfermería. A muchas de las soldados apostadas en el norte se les asignó la tarea de atender las necesidades de los refugiados civiles.
Según el reglamento militar, las soldados no pueden contraer matrimonio durante los primeros tres años de servicio. La mayoría elige permanecer en el ejército aún cuando tienen hijos, ya que de esa forma se aseguran una fuente regular de ingresos.
"Las mujeres soldados son parte integrante de las fuerzas de seguridad, no en un papel ofensivo sino defensivo", observó el general Gemunu Kulatunga, y añadió que el empleo de mujeres en tareas administrativas permite que más hombres puedan ser enviados al frente para combatir.
Por otra parte Radhika Coomarasamy, relatora de la Organización de las Naciones Unidas sobre la mujer y la violencia, opinó que "las mujeres soldados no están de acuerdo con la ideología feminista, que promueve el trabajo por la paz". (FIN/IPS/tra- en/rs/an/ml/pr-ip/96)