La gigante planta fundidora de níquel en Norilsk, Siberia, donde se produce un quinto del metal del mundo, enfrenta un cierre temporario a medida que más y más mineros se suman a la huelga convocada en reclamo por el pago de salarios.
A los trabajadores de la mina Komsomolsky, en huelga hace más de una semana, se han sumado ahora mineros de Oktyabrsky y Tymyrsky, en demanda del pago inmediato del salario de los últimos tres meses.
La Norilsk Níquel, que también opera fundiciones en la península de Kola, en el noroeste del Artico, tiene ventas anuales de 1.200 millones de dólares, produce 90 por ciento de todo el níquel y el cobalto de Rusia, 75 por ciento del cobre y todo su platino.
Pero el consorcio ha enfrentado últimamente problemas relacionados a los pasos iniciales hacia la privatización, y es investigado por la Duma (cámara baja), y el procurador general de la nación.
Recientemente, la gerencia entregó 5,8 millones de dólares para cubrir salarios del mes de noviembre, pero los mineros demandan ahora el pago del total de la deuda, que asciende a 44,4 millones de dólares, además de otros 20 millones de dólares de pagos por licencias.
Los trabajadores han exigido la renuncia de los directores de Norilsk Níquel, en particular del director Anatoli Filatov.
El vicepresidente del sindicato de mineros, Alexei Sidorov, dijo que hasta el momento "la fuerza de trabajo ha evitado medidas a gran escala, ante temores de despidos y una reducción de personal de 30 por ciento con la que amenaza la gerencia".
No obstante, si la deuda no se paga a la brevedad, "el sindicato llamará a una huelga a gran escala", advirtió Sidorov.
El sindicato envió una carta al presidente Boris Yeltsin urgiendo a la creacion de una comisión de investigación sobre el trabajo de la Norilsk y a llevar ante la justicia a aquellos responsables de delitos.
Como consecuencia, la Duma formó una comisión para investigar la privatización de la compañía, y el fiscal general Yuri Skuraton inició su propia investigación a comienzos de este mes, tras un fuerte debate sobre el papel del Estado en el control del consorcio, una de las únicas 29 empresas en que el gobierno aún tiene participación (38 por ciento).
La gerencia se ha opuesto al uso de las acciones del gobierno como préstamos comerciales colaterales, insistiendo en que estos fondos se reinviertan en la empresa para financiar su expansión.
No obstante, en noviembre, el Oneksimbank logró el control de la parte del gobierno a cambio de un préstamo en dólares por 170 millones, en un remate organizado por el propio banco.
Filatov se rehusó a permitir que el banco designara nuevos directores, y logró que una corte bloqueara una solicitud de la institución para realizar una reunión de accionistas de emergencia el 2 de febrero.
Lo sindicatos respaldan al Oneksimabank en su esfuerzo por controlar la empresa, en la esperanza de que esto solucionará el problema del pago de salarios.
Pero los analistas creen que el Oneksimbank no mantendrá el control de las acciones, mientras la comisión parlamentaria decidió este martes favorecer la continuidad del control estatal.
Las exportaciones de la Norilsk Niquel del año pasado totalizarán unas 105.000 toneladas, un aumento del 11 por ciento de la producción de níquel en relación a 1994, mientras la producción de cobre creció en 7,9 por ciento, según el director técnico Boris Gulevich.
Aunque la compañía planifica explotar nuevos depósitos minerales, las minas en Norilsk continuarán siendo el principal foco para el futuro próximo. Unos 1.200 mineros trabajan bajo tierra y 1.800 en la superficie. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/lp/lb/96)