La principal organización sindical de Mexico, cuestionada por su alejamiento de las bases y cercana al gobierno desde hace más de medio siglo, alertó sobre un posible estallido social y reclamó cambios en el modelo económico.
Algunos de los reclamos de la Central de Trabajadores de México (CTM) al concluir este domingo su 119 asamblea ordinaria fueron el establecimiento de salarios móviles y dispensas tributarias y una tregua en el aumento de los precios de artículos de consumo masivo.
"Aunque son demandas retóricas para evitar divisiones internas, las posturas de la CTM demuestran preocupación frente a la difícil situación de los trabajadores", señaló este lunes el analista Sergio Sarmiento.
Al igual que el sector del gobernante Partido Revolucionario Institucional que criticó en enero el modelo económico, la CTM sorprendió a los observadores al criticar las estrategias oficiales.
Liderada desde 1940 por Fidel Velázquez, dirigente de 95 años que a pesar de sus dificultades motrices y de habla asegura sentirse sano para continuar en su puesto hasta 1998, la CTM advirtió que, si no mejora la situación del país, podría producirse una revolución violenta.
Su postura coincidió con la de un sector de los empresarios, que considera cercana "una reacción de protesta general" si la economía no mejora a la velocidad que el gobierno del presidente Ernesto Zedillo promete.
Según estadísticas oficiales, los salarios en México perdieron 67 por ciento de su poder de compra en los últimos 15 años, mientras el número de desempleados subió de 500.000 a 2,2 millones en el mismo período.
Una de las etapas de mayor deterioro en materia de salarios y empleo fue 1995, cuando la inflación superó 50 por ciento y la producción disminuyó 6,9 por ciento, la caída más alta de la últimas tres décadas.
Velázquez, considerado el líder sindical más anciano del mundo, pidió a 5,6 afiliados a la CTM "reagruparse para fortalecer la lucha, porque de otra manera no se van a obtener resultados".
"No vamos a engañar a los trabajadores diciéndoles que la solución está en puerta. En verdad, no hay repuesta inmediata a los problemas", dijo.
Con el apoyo de trabajadores universitarios y sectores opositores, 25 de los más de 8.000 sindicatos que reúne la central oficialista discuten desde comienzos de año la posible fundación de una nueva organización obrera opositora al gobierno.
"La CTM ya no representa a nadie", declaró Carlos Cinta, dirigente sindical de una universidad privada.
Zedillo elogió el sábado a Velázquez por mantener a los sindicatos cerca del gobierno y criticó a quienes pretenden dividir a la CTM por "intereses particulares".
Pero la cercanía entre sindicalismo y el gobierno pareció quedar en entredicho cuando se supo que la CTM reclamó "cambiar el modelo económico" porque "ha deteriorado el nivel de vida de los trabajadores".
Los trabajadores deben "dar una lucha fuerte para mejorar la situación" ante la falta de respuestas oficiales, señaló la CTM.
Para Sarmiento, "ahora la CTM cuestiona el modelo, pero en la práctica siempre lo respaldó".
La dirigencia de la central sindical suspendió el año pasado el tradicional desfile del 1 de mayo "para evitar que los trabajadores desborden su irritación frente a la crisis económica".
El número de huelgas en Mexico se redujo 75 por ciento durante la última década, en gran parte debido al control político que ejerce la CTM, indica una investigación de la Universidad Obrera.
La CTM, a la que gremios independientes califican de inoperante y caduca -nunca en su historia ha convocado a una huelga general-, es una de las organizaciones sindicales más ricas de América Latina.
Mientras el desempleo golpea a los mexicanos y los salarios se deprecian, la central reconoce que tiene depósitos bancarios por alrededor de 21,5 millones de dólares y bienen inmuebles avaluados en 29,1 millones.
Francisco Hernández, secretario general del sindicato de telefonistas -una de las organizaciones que promueve la formación de otra central de trabajadores- sostiene que la CTM "perdió la perspectiva y dejó de funcionar".
"Está en crisis porque sus formas de operar no responden a la nueva realidad socioeconómica", concluyó. (FIN/IPS/dc/mj/la lb/96)