La creación de un movimiento de centro en Italia liderada por el renunciante primer ministro Lamberto Dini podría significar el primer triunfo en la historia del país de la izquierda, que recibió hoy la noticia con indisimulada alegría.
Dini, economista de prestigio, ex alto funcionario del Fondo Monetario Internacional, anunció el viernes por la noche que constituirá una "nueva fuerza política de centro, moderada y reformista".
Si bien el gobernante aclaró este sábado que la suya será "una formación autónoma" y, por lo tanto, independiente tanto de la coalición de centroderecha (Polo de la Libertad) como de la alianza de centroizquierda (El Olivo), todos dan por descontado que se alineará con esta última.
El ingreso de Dini en la campaña electoral, cuando faltan sólo dos meses para las elecciones parlamentarias del 21 de abril, significa que "la burguesía moderada está convencida que sólo se puede gobernar con la izquierda", comentó el diario La Repubblica, uno de los de mayor influencia en el país.
"Estamos en condiciones de presentar una vasta coalición democrática capaz de vencer, inédita en la historia de Italia, una alianza entre trabajo, empresa e inteligencia", dijo el secretario del Partido Democrático de Izquierda (PDS), Massimo D'Alema.
Fueron justamente las fuerzas de izquierda las que apoyaron el "gobierno técnico" constituido el 17 de enero de 1995 por Dini, quien había sido ministro de Hacienda del anterior ejecutivo encabezado por el líder del Polo de la Libertad, Silvio Berlusconi, en 1994.
Los caminos de Dini y Berlusconi se separaron paulatinamente. El líder de la coalición de centroderecha reaccionó este sábado muy mal ante la gestación de un movimiento de centro que, a su juicio, le podría dar la victoria a la izquierda.
En una visita al equipo de fútbol de su propiedad, el Milan, puntero del Campeonato Italiano, Berlusconi comentó la decisión de Dini con una figura deportiva. "Es la primera vez que veo a un árbitro que se mete a jugar con uno de los equipos", afirmó.
A juicio del líder del Polo de la Libertad, Dini perdió su la neutralidad que debería haber mantenido por encabezar un gobierno dimisionario en plena campaña electoral. Una actitud como la de su ex ministro, agregó, "no está prevista en mis normas morales".
Marco Taradash, diputado del partido de Berlusconi, Forza Italia, fue aún más categórico. "Dini debe renunciar al gobierno o el Presidente de la Repblica, Oscar Luigi Scalfaro, lo debe licenciar", dijo.
La decisión de Dini podría dar vida a una fuerza de centro que sirva de contrapeso a la presencia mayoritaria del PDS, partido antiguamente comunista, en una coalición que ahora podrá ser realmente de centroizquierda.
De esa forma, la nueva alianza sería inmune a los calificativos de "comunista" que en el pasado le endilgó Berluconi a El Olivo.
La formación política cuya fundación anunció Dini ya cosechó sus primeras adhesiones.
Entre ellas, varias proceden de grupos surgidos de las cenizas de la Democracia Cristiana y el Partido Socialista Italiano (PSI), que se alternaron en el gobierno desde 1946 y fueron disueltos hace dos años a raíz de la vinculación de sus principales dirigentes en actos de corrupción.
Dos de esos grupos son Pacto Italia, liderado por el ex democristiano Mario Segni, y Socialistas Italianos, integrado por dirigentes del disuelto PSI.
El ingreso al sector de Dini de Antonio Di Pietro, ex fiscal que condujo la operación judicial contra la corrupción Manos Limpias, le daría nuevo aire al movimiento centrista.
Di Pietro reiteró hoy que no será candidato hasta que se aclaren las acusaciones de las que fue objeto recientemente. La primera de las tres investigaciones judiciales abiertas en su contra por presunta concusión y abuso de autoridad se cerró este jueves.
Los analistas políticos no descartan que Di Pietro anuncie su apoyo a la nueva fuerza de centro, aunque sin comprometerse como candidato, lo cual le atraería nuevos votantes pues las encuestas coinciden en identificar al ex fiscal como el hombre más querido y popular de Italia. (FIN/IPS/jp/mj/eu ip/96)