El gobierno de honduras solicitó hoy a la comunidad internacional ayuda económica para continuar con el proceso de desminado en la zona fronteriza con Nicaragua, donde se registró una cruenta lucha entre grupos sandinistas y contrarrevolucionarios en la pasada década.
El vicecanciller Roberto Arita dijo ante un grupo de embajadores y representantes de organismos internacionales que Honduras necesita 360.000 dólares para concluir el trabajo de retiro de las minas que dejaron en su territorio el ejército Sandinista y los "contras" apoyados por Estados Unidos.
Las operaciones de desminado son realizadas por un grupo especial de la Junta Interamericana de Defensa de la Organización de Estados Americanos, junto a soldados hondureños, quienes han retirado muchas minas y otros explosivos.
Los trabajos se retrasaron por problemas en la única vía de acceso hasta la población de Yamales, donde operaban los principales campamentos de los contras antisandinistas.
Según estimaciones de los expertos involucrados en la operación, ambos bandos nicaragüenses dejaron unos 4.000 artefactos explosivos, de los cuales se ha retirado 50 por ciento.
Las minas provocaron la muerte y lesiones a cerca de 200 hondureños y la mayoría de los pobladores de la zona fronteriza con Nicaragua se retiraron a lugares más seguros. Al retornar a sus antiguas viviendas y predios se registraron más de un centenar de incidentes.
Los pobladores reclamaron al gobierno de Honduras y a Estados Unidos una indemnización, pero su solicitud fue rechazada.
El desminado apunta a recuperar unos 40 kilómetros cuadrados de tierras para volver a utilizarlos para cultivos de granos y otros productos.
En principio, el gobierno de Estados Unidos y otras naciones ofrecieron contribución económica para concluir la operación. (FIN/IPS/tm/dg/ip/96).