Los republicanos de Estados Unidos utilizaron el derribo de dos aviones civiles procedentes de Miami por las fuerzas aéreas de Cuba como una oportunidad para atacar al presidente Bill Clinton.
El propio Clinton tomó una actitud drástica este lunes, anunciando una serie de medidas, incluyendo la prohibición de vuelos charter a Cuba y una promesa para trabajar con el Congreso de Estados Unidos en una amplia ley de sanciones contra La Habana.
Además, Clinton limitó las visitas y el movimiento de diplomáticos cubanos, y solicitó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condene y sancione al país caribeño.
Los asesores del Congreso sostienen que el incidente del sábado asegurará la aprobación en las próximas semanas de la ley llamada "Helms-Burton".
El incidente del sábado, en que aviones cubanos MiG derribaron a dos aviones Cessna pertenecientes a un grupo de cubanos exiliados llamado "Hermanos al rescate", ilustra la rapidez con que los desastres de la política exterior intervienen en la campaña política presidencial estadounidense.
Los principales candidatos presidenciales republicanos, duramente enfrentados en la campaña, de inmediato solucionaron sus diferencias para atacar a Clinton por haber sido demasiado débil ante el presidente cubano, Fidel Castro.
En una aparición de la campaña electoral en Georgia, este lunes el candidato republicano y líder de la mayoria en el Senado Robert Dole dijo que Clinton "no tiene la más mínima idea de cómo tratar a nuestros enemigos. Necesitamos a alguien que se enfrente a Castro, (..) que lo expulse".
Para no ser menos, el principal rival de Dole, el utlraconservador Pat Buchanan, dijo que "debe ser la política de Estados Unidos lo que desplace a Castro del poder".
Aviones estadounidenses deberían patrullar las aguas internacionales de Cuba, añadió Buchanan, añadiendo que Washington debería advertir a La Habana: "derriben aviones civiles en los estrechos de Florida, y su fuerza aérea acabará en el fondo de los estrechos".
En la Casa Blanca, Clinton calificó la acción como "una flagrante violación de las leyes internacionales".
El vocero de la Casa Blanca Mike McCurry dijo que Washington aún recopila información sobre el incidente, y solicitó a La Habana que entregue cualquier evidencia de que los aviones fueron derribados dentro de sus aguas jurisdiccionales.
McCurry también admitió que los "Hermanos al Rescate" son objeto de dos investigaciones de la Administración de Aviación Federal (FAA) en relación a dos incidentes previos, en los que violaron el espacio aéreo cubano, contrariando las regulaciones de la FAA.
En uno de los incidentes, un avión sobrevoló La Habana y esparció folletos antigubernamentales. (sigue)