Funcionarios chinos minimizaron hoy el dano potencial inflicto a su traumatizada industria espacial, como resultado del fracaso del lanzamiento de un satelite de comunicaciones, el segundo en un ano, ocurrido el jueves.
Sin embargo, muchos analistas dijeron que la cobertura en vivo del lanzamiento del proyectil chino cargado con un satelite Intelsat de fabricacion estadounidense, que estallo en el aire poco despues del despegue, perjudica las aspiraciones de Beijing para competir en el lucrativo negocio espacial.
El jueves ultimo, la television estatal mostro al vector desviarse hacia la tierra poco despues de su despegue del centro de Xicheng, en la provincia sudoccidental de Sichuan. El proyectil estallo luego causando danos considerables en una base militar de las inmediaciones.
La prensa de Hong Kong dio cuenta que cuatro personas resultaron muertas y docenas quedaron heridas, si bien las autoridades chinas afirmaron que solamente dos soldados sufrieron heridas.
El estallido del proyectil fue el segundo en un ano que afecto al programa comercial de lanzamiento de satelites, el cual fue iniciado por China en 1990 y es una fuente de moneda extranjera.
En enero de 1995, un proyectil Larga Marcha 2E exploto minutos despues de su lanzamiento matando a seis personas e hiriendo a otras 23 cerca del centro de Xicheng. En 1992 se produjo un accidente similar al que ocurrio al Larga Marcha 2E.
El intento del jueves fue el primero vinculado a una nueva generacion de vectores, el Larga Marcha 3B, el mas moderno y avanzado de China, que habia sido probado durante tres anos.
Este viernes, los investigadores todavia estaban revisando los restos del desastre, si bien observadores diplomaticos especularon que el accidente pudo ser causado por el mal funcionamiento de una de los propulsores del proyectil.
El vector de casi 100 metros, capaz de alzar hasta cinco toneladas de carga, llevaba un satelite Intelsat para proveer comunicacion directa a televisoras terrestres en America del Norte y Sur. El satelite debia transmitir sonido, datos y servicios de video a traves de las Americas, Africa y Europa.
"Si bien estamos desilusionados por el fracaso de este lanzamiento, queremos asegurar a nuestros clientes que solo habra una minimo interrupcion del servicio", declaro en Irving Goldstein, director general del consorcio Intelsat, en Washington. "Tenemos planes contingentes para poder seguir satisfaciendo las demandas de nuestros usuarios", anadio.
Intelsat, un consorcio de servicios de comunicaciones respaldado por 136 paises, con sede en Washington, ha sido contratado por Beijing para otros dos lanzamientos. China planea enviar al espacio mas de 30 satelites hasta el ano 2000.
"La causa del accidente todavia esta siendo investigada", dijo Shen Guofang, vocero del ministerio chino de Exteriores, quien agrego que "este accidente no deberia afectar adversamente la cooperacion de China con otros paises".
No obstante, observadores de la industria dijeron que la explosion volvia a plantear la cuestion de la confiabilidad del programa espacial chino, que fue agresivamente publicitado con el ofrecimiento de plazos flexibles y precios bajos.
En competencia con Estados Unidos y Francia, China lanzo su primer satelite para un cliente extranjero en 1990, por un precio en torno a los 45 millones de dolares que, en ese tiempo, era la mitad de la tarifa estadounidense o europea. Los precios actuales de Beijing se desconocen.
Japon tambien tiene un programa comercial de satelites, si bien fijo abultadas tarifas en el mercado internacional.
A principios de 1995, China firmo un protocolo de intencion con Estados Unidos que le permite el lanzamiento de 11 satelites estadounidenses hasta el 2002, pero aceptando no bajar los precios, en relacion a la oferta occidental, en mas del 15 por ciento.
No obstante, el servicio chino de lanzamiento se ha visto afectado por las primitivas condiciones del centro de Xicheng, asi como las dificultades electronicas y de ingenieria emanadas de la conversion de proyectiles militares -disenados para transportar misiles balisticos intercontinentales- al uso civil.
"Todos los problemas anteriores han motivado interrogantes sobre la capacidad tecnica de China", dijo un analista cientifico occidental en Beijing. "China no ha estado tanto tiempo en el negocio y todavia debe superar algunos de esos problemas".
Para reasegurar a sus clientes, China deberia ser mas abierta acerca de sus dificultades y accidentes, anadio el analista.
Tras la explosion de 1995, que fue vista en vivo en la television china, un diario prochino en Hong Kong desato clamor al culpar del desastre al malfuncionamiento del satelite. Antes del fracasado intento, el lanzamiento habia sido porstergado dos veces por Beijing y, finalmente, se produjo con nueve meses de retraso.
La firma Hughes Space and Communications de Estados Unidos, que diseno y contruyo el satelite Apstar destruido en la explosion, rechazo el cargo. El fabricante y China luego se reconciliaron y culparon a las condiciones climaticas por la explosion.
En noviembre pasado, el programa chino parecio haber retornado por la buena senda luego que un satelite AsiaSat fue puesto exitosamente en orbita. La corporacion industrial Gran Muralla, que produjo el proyectil chino, mejoro la seccion de la ojiva antes del lanzamiento, dijeron funcionarios a cargo.
Posteriormente, en diciembre de 1995, China se adjudico otro suceso cuando lanzo el Echostar-1, un satelite de comunicaciones de fabricacion estadounidense.
"China se sintio verdaderamente aliviada despues de esos dos lanzamientos", declaro un analista occidental, quien estimo que cada explosion es un paso atras en el programa de Beijing de al menos tres meses. "Despues de este desastre, debe comenzar todo de nuevo", dijo. (FIN/IPS/tra-en/rc/cpg/ego/cr).
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