Jamaica negocia con otros países y empresas extranjeras inversiones para dotar a su próspera pero subexplotada industria musical de una infraestructura avanzada, lo que produciría un salto en el ingreso de divisas por esta actividad.
Jampro, la agencia de promoción de inversiones del gobierno de Jamaica, comenzó negociaciones para el emplazamiento de una fábrica de discos compactos en la isla caribeña y, además, procura socios para celebrar un gran festival de música.
Así, el reggae, ritmo jamaiquino derivado del calipso y el rock que cosecha fanáticos en todo el mundo a raíz del éxito del máximo ídolo del género, el fallecido Bob Marley, podría ser aun un mejor negocio para el país además de una manifestación artística genuina.
Estas iniciativas fueron el resultado de una visita de funcionarios de Jampro a la feria anual de la industria musical Midem 96, en Cannes, Francia, cita obligada de artistas, empresarios discográficos y promotores que negocian allí mismo buenos contratos.
La industria musical de Jamaica se caracteriza por su tradicional caos, a pesar de su prestigio legendario y la gran cantidad de discos que produce cada semana, pero sus operadores pretenden lograr un nuevo empuje este año.
Los estudios de grabación de avanzada de la isla coexisten con una infraestructura de fabricación de discos exclusivamente basada en el vinilo, sistema de reproducción de sonidos que está siendo dejado de lado a causa del dominio actual de la tecnología digital en el mercado.
La obra de la mayoría de las celebridades del reggae es difundida en discos compactos por compañías internacionales que los fabrican en América del Norte, Europa y Japón.
Los críticos musicales afirman que la industria de Jamaica necesita ser reconocida por algo más que por su jerarquía como exportador de ritmos y voces. Si agarra firmemente las riendas del negocio y aumenta sus beneficios, podría convertirse en un sector clave de la economía local.
Los empresarios jamaiquinos, muchos de los cuales se beneficiaron por las reformas económicas que produjeron un auge del sector de servicios en los últimos años, discuten el asunto codo con codo con expertos en música y artistas en seminarios y talleres que se han hecho habituales.
En Cannes, los integrantes de la Comisión de Cine, Música y Espectáculos de Jampro lidiaron durante cinco días con operadores del mercado internacional del arte.
A la vuelta, manifestaron su entusiasmo por sus negociaciones empresarios holandeses para instalar una fábrica de discos compactos en la isla, lo cual será objeto de un estudio de factibilidad.
"No podemos decir que somos algo en la industria musical internacional si no nos desarrollamos en el campo tecnológico", dijo Jacqueline Neath, quien encabezó la comisión de Jampro.
Neath explicó a IPS que la institución emprendió negociaciones con el gobierno de Holanda y con varias agencias internacionales para financiar el proyecto.
Pero no dijo cuánto dinero se requerirá ni de la naturaleza del proyecto, que reunirá al estado y al sector privado.
Por otra parte, las conversaciones para establecer un gran festival de música en la isla se desarrollan entre músicos jamaiquinos y británicos.
"También podremos negociar acuerdos con sellos discográficos y distribuidores fuera de Europa y Gran Bretaña para el mercadeo de nuestra música en todo el mundo", añadió Neath.
Mutabaruka, artista célebre por su áspera poesía callejera, integraba el equipo negociador que asistió a la feria en Cannes, donde actuó en un espectáculo especial, "Noche de Reggae", presenciada por cientos de operadores industriales.
"Después de la presentación, me ofrecieron hacer recitales en Europa y Asia oriental", dijo. Ahora, el agente de Mutabaruka en el exterior negocia nuevos contratos con varias compañías distribuidoras y de grabación.
Tuff Gong International, la empresa grabadora de Marley, también estuvo presente en Cannes. La cantante neoyorquina Sister Carol, el jamaiquino Yvad y el veterano Burning Spear fueron otros protagonistas de "Noches de Reggae".
La visita, además, sirvió para generar alianzas estratégicas entre artistas y empresas locales e internacionales. "Pudimos estimular la demanda de música jamaiquina entre cientos de compañías discográficas independientes y distribuidores", dijo Neath.
La participación de Jampro en Midem 96 fue la primera demostración de que el gobierno reconoce las posibilidades de la música local como producto exportable. (FIN/IPS/tra-eng/ml/mj/ca cr dv/96)