AFRICA: Agencia de ONU denuncia deficiente industrialización

La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) advirtió que el proceso de industrialización en Africa subsahariana se encuentra en un "punto muerto".

"Los indicadores de actividad manufacturera muestran una falta de progreso significativo en el crecimiento industrial y ningún cambio estructural importante", expresa la ONUDI en su último "Informe Industrial: Desarrollo Mundial 1995", recién publicado.

Esta organización con sede en Viena también advierte que puede haber comenzado incluso un proceso de desindustrialización en algunos países como Costa de Marfil y Zambia.

El informe revela que la participación de la producción manufacturera en el producto interior bruto de la región cayó de 9,9 por ciento en la década de 1980 a 9,7 por ciento en 1994.

"A pesar de que existe un consenso general acerca del papel central de la industrialización en un proceso de desarrollo sostenible a largo plazo, el énfasis ha sido puesto, en toda la región, en las reformas estructurales y en la agricultura como las locomotoras del crecimiento", expresa la ONUDI.

Esa afirmación parece ser, por lo menos, una acusación parcial contra los ajustes estructurales que la mayoría de los países africanos han puesto en práctica bajo la supervisión del Banco Mundial a partir de la década pasada.

La ONUDI destaca los "resultados expresivos" conseguidos en el ajuste de las tasas de cambio de la región, y elogia la forma en que se ha extendido la liberalización comercial. Pero afirma que el crecimiento general de las exportaciones no tradicionales "ha sido insignificante".

El informe culpa de esto a la baja producción manufacturera, haciendo notar que las industrias de la región padecen una "baja utilización de la capacidad instalada y una insignificante inversión de capital".

La inversión extranjera directa, según la ONUDI, ha permanecido "muy por debajo de los niveles máximos registrados en la década de 1980… pese a las medidas de liberalización de las inversiones que con un amplio alcance han adoptado la mayoría de los países africanos".

El Banco Mundial y otros promotores de los programas de ajuste estructural habían presentado a la inversión extranjera directa como una consecuencia natural de ese tipo de reformas.

En cambio, el informe señala que la inversión extranjera directa en Africa se limitó a 2.900 millones de dólares en 1992, mientras que en el total de las regiones en desarrollo esa inversión fue de 60.000 millones de dólares.

La ONUDI señala tres grandes obstáculos a la industrialización en la región: la rigidez estructural, el inadecuado desarrollo de los recursos humanos y la deficiente infraestructura. (FIN/IPS/tra-en/ru/yjc/arl/dv/96)

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