JAPON: Socialistas desconcertados tras renuncia de Muruyama

Miles de militantes socialistas de Japon estan mas desconcertados que nunca, tras la sorpresiva renuncia de Tomiichi Murayama al cargo de primer ministro la semana pasada.

Tras meses de desconcierto para muchos de ellos, dadas las supuestamente excesivas "concesiones" a la derecha realizadas por el hoy primer ministro saliente, los militantes del Partido Socialista Democratico (PSD) de Murayama viven una nueva "amargura" por la renuncia de su lider.

"Me entristece ver que se va. Era un buen dirigente", manifesto apenada Keiko Hashiguchi, una ex profesora de 54, que dirige la Organizacion de Profesoras Jubiladas, un grupo pacifista que cuenta con mas de 30.000 miembros.

Al igual que miles de sus companeros de partido, Hashiguchi vio como, en 18 meses, Murayama pasaba de ser ensalzado a sufrir las criticas implacables de muchos de sus compatriotas, por lo que consideraban los malos resultados de su politica economica.

Las criticas culminaron la semana pasada con la renuncia del lider socialista al cargo de primer ministro, que fue asumido este jueves por el conservador Ryutaro Hashimoto.

Hashimoto, quien conto con los votos del partido de Murayama para ser elegido primer ministro, dirige el Partido Liberal Democratico (PLD), principal formacion de la coalicion de gobierno, que tambien integra el PSD.

En el marco de la misma alianza de gobierno, Hashimoto apoyo hace 18 meses el nombramiento de Murayama, un hombre considerado "honrado" por gran parte de sus compatriotas.

Sin embargo, durante el gobierno de Murayama, el desempleo paso a afectar a 3,4 por ciento de la poblacion activa -2,8 millones de personas-, situandose en su nivel mas alto desde 1953.

Algunos observadores destacan que, ante el deterioro de la situacion social, muchos japoneses empezaron a reclamar un primer ministro que dirigiera el pais con "mano mas firme", lo que habria provocado la caida de Murayama.

Para Yoshiaki Kobayashi, profesor de ciencias politicas en la Universidad de Keio, el socialismo japones nunca se caracterizo por su excesiva fidelidad a los principios de izquierda, si bien siempre defendio la paz, el Estado de bienestar -considerado mas importante que la Defensa- y los derechos de las minorias.

Muchas mujeres, intelectuales de izquierda, sindicatos y estudiantes, que apoyaron con vigor esta politica durante anos, cuestionaron la decision del PSD de formar una coalicion con el conservador PLD en 1994.

Pero otros militantes, como Hashiguchi, confiaban en que los socialistas no dejarian de lado sus principios: "No me equivoque al apoyar al gobierno de coalicion. Gracias a Murayama, Japon pidio perdon por su politica militar pasada e indemnizo a los sobrevivientes de la bomba atomica".

Sin embargo, mas alla de las reservas por su supuesta falta de "firmeza", Murayama empezo a recibir elogios de sectores conservadores de los que anteriormente solo recibia criticas, como lo demuestran recientes articulos del periodico Yomiuri Shimbun.

Este inesperado apoyo de algunos conservadores hizo aumentar aun mas las criticas de los socialistas opuestos a la participacion en la coalicion, que lo consideraron una prueba mas de que Murayama habia efectuado demasiadas concesiones a la derecha.

Uno de los peores momentos para muchos socialistas japoneses durante el gobierno de Murayama fue la aceptacion del tratado de seguridad de Japon con Estados Unidos, que el PSD siempre rechazo por considerarlo "militarista".

Otra medida "amarga" fue la aceptacion del "sol naciente" de la bandera nacional, que simboliza para muchos la invasion de parte de Asia por Japon, antes de su derrota en la segunda guerra mundial.

Algo similar ocurrio cuando se llego a un compromiso sobre las llamadas Fuerzas de Autodefensa japonesas, que el partido de Murayama se negaba a reconocer, por considerar que estaban relacionadas con la opresion militar ejercida por Japon sobre otros paises en el pasado.

"No sera facil olvidarse de los compromisos de Murayama. Fueron bastante penosos para nosotros", admitio Hashiguchi.

Las "concesiones" coincidieron con un debilitamiento del partido, que perdio 23 de los 62 escanos con que contaba en las elecciones de 1994 para la camara alta y fue abandonado por sus militantes mas izquierdistas.

Ante esta situacion, Murayama planearia formar un nuevo partido mas "centrista", lo cual le haria perder votos de izquierda, pero ganar otros en el electorado mas "moderado". (FIN/IPS/tra- en/sk/cpg/dm/ip/96)

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