El Banco Daiwa, de Japon, concerto la venta de todos sus activos en Estados Unidos para ajustarse a la orden de la justicia estadounidense de cesar sus operaciones en el pais, donde el ultimo ano protagonizo un escandalo financiero.
La firma de relaciones publicas Abernathy MacGregor and Scanlon anuncio en un comunicado de prensa que Daiwa, la decimo novena institucion financiera del mundo en 1995, vendera sus activos al Banco Sumitomo, de la ciudad japonesa de Osaka, cuarto en la misma lista internacional.
Sumitomo adquirira la Division de Banca Comercial de Daiwa en Estados Unidos, que dispone de 15 filiales, los activos de Daiwa Bank Trust Company, de Nueva York, y todas las oficinas del banco sancionado.
El Departamento de Justicia habia fijado el plazo del 2 de febrero para el cese de todas la actividades de Daiwa en Estados Unidos. La fiscal Mary Jo White advirtio que tambien podrian imponerse al banco japones multas por mas de 1.300 millones de dolares.
El caso tuvo fuerte impacto en el sector financiero de Japon, debilitado ya a causa de la deuda de 400.000 millones de dolares que los bancos arrastran desde la caida del mercado inmobiliario.
Daiwa fue acusado de ocultar una perdida de 1.100 millones de dolares acumulada en 11 anos por un operador, Toshihide Iguchi, que realizaba transacciones no autorizadas con bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Iguchi, ejecutivo de Daiwa en Nueva York, permanece detenido, tras realizar mas de 30.000 transacciones no autorizadas, y White informo que podria ser condenado a 30 anos de prision y a una multa por un millon de dolares.
El escandalo afecto las relaciones entre Estados Unidos y Japon. Expertos japoneses opinaron que Daiwa no tuvo intencion dolosa al intentar recobrarse de los perjuicios causados por Iguchi.
White consigno en su informe que el entonces presidente de Daiwa, Akira Fujita, ordeno a Iguchi destruir toda evidencia de sus perdidas, y luego pretendio distribuir los perjuicios sufridos entre oficinas del banco en las Islas Caiman.
Funcionarios del sistema de regulacion financiera de Estados Unidos creen que el caso confirma su presuncion de colusion entre el gobierno de Japon y los principales bancos de ese pais.
En efecto, se sospecha que funcionarios del area de finanzas de Japon se comunicaron con directivos de Daiwa antes de que el escandalo estallara, en junio.
Pero los comentaristas japoneses senalan que la magnitud alcanzada por el escandalo se debio a la confianza que fundamenta la actividad bancaria nacional. Antes de renunciar en octubre, Fujita admitio que habia depositado su confianza en Iguchi, un joven operador que multiplico la actividad de Daiwa en Nueva York.
"Estados Unidos y Japon tienen cultura diferente. En Japon, la actividad bancaria se basa en la confianza y todos, directivos y ejecutivos, estan unidos, como una familia", explico un analista japones que pidio reserva de identidad.
Segun el analista, la opinion publica japonesa considera a los responsables de Daiwa victimas de una cultura corporativa, y no culpables de un fraude.
Mientras, en Estados Unidos, hasta la firma de relaciones publicas de Daiwa admitio que el banco cometio errores.
Con el acuerdo con Sumitomo en la mano, Takashi Kaiho, nuevo presidente de Daiwa, informo que su banco se concentrara en sus principales mercados de la cuenca del Pacifico.
"La mayor fortaleza del Banco Daiwa reside en servir a sus clientes en Japon y en el sudeste de Asia, e intentaremos concentrarnos en esos mercados", dijo Kaiho.
El desenlace del escandalo del Daiwa aumentara el poder de Sumitomo, que en Estados Unidos dispone ya del Sumitomo Bank of California, titular de 48 agencias.
Sumitomo cuenta en total con activos por 556.000 millones de dolares, y sus intereses en Estados Unidos suman 30.000 millones. Unidos. (FIN/IPS/tra-en/fah/jl/ff/ap na if/96).