Durante los ultimos 150 anos las revoluciones en China derrocaron al emperador, simplificaron el lenguaje escrito e industralizaron el pais. Ahora otro programa de modernizacion se esta propagando por el pais: la revolucion de los retretes publicos.
El gobierno ha declarado que el actual sistema de retretes es un embarazoso signo de retraso y una amenaza para cualquier desarrollo futuro, por lo cual ha anunciado un vigoroso esfuerzo para cambiar uno de los aspectos mas ofensivos de la vida cotidiana china.
"La revolucion de los retretes publicos es un indicio que el nivel de civilizacion del pueblo esta creciendo", declaro Lou Xiaoqi, director de la Fundacion de Desarrollo Civilizador, que esta encabezando el esfuerzo en Beijing. "La ofensiva condicion de las letrinas ha afectado adversamente la imagen de Beijing".
No solo el gobierno tiene un eufemismo apropiado para los hediondos retretes. Muchos son bloques de concreto o chabolas de chapas de zinc divididas en dos secciones para hombres y mujeres. Es raro que cuenten con agua corriente y su ventilacion es nula. Consisten en agujeros en el suelo con tinajas que son vaciadas de tanto en tanto y su contenido empleado como fertilizante.
Bajo la conduccion de la fundacion, 38 modelos de retretes publicos en construccion estan siendo completados. Van a tener agua corriente, un sistema de desague y al menos un inodoro estilo occidental.
Otras partes del pais ya se estan sumando al programa de modernizacion.
Shanghai, cuya escasez de letrinas ha motivado la publicacion de una "Guia de Retretes" de 140 paginas, ha declarado que la mejoria de los excusados "es el proyecto numero uno bajo el cielo".
Un distrito local gasto 500.000 dolares el ano pasado para mejorar 46 retretes publicos, incluso algunos que ahora desde el exterior tienen el aspecto de cafes.
No obstante, la revolucion de los retretes afronta una aguda falta de apoyo financiero. Una revista satirica senalo que en Beijing el presupuesto para obras sanitarias es tan bajo que, a los niveles actuales, se necesitaran 125 anos para mejorar las 7.000 letrinas publicas de la capital.
"Esa es una exageracion", arguyo Lou. "Demandara solamente 40 anos…"
Al problema debe sumarse la actitud de la gente. Los retretes publicos no son considerados una mera conveniencia para turistas y viandantes porque en China, la letrina publica vecinal ha menudo es la unica instalacion disponible en su tipo. Esto significa que la condicion de los excusados refleja los habitos de la gente en lugar de la negligencia del gobierno.
"Ha llegado el momento de cambiar no solo los retretes, sino tambien las arraigadas costumbres sanitarias de alguna gente", expreso Lou.
Cuando la Fundacion de Desarrollo Civilizador fue establecida en 1993, muy pocos funcionarios urbanos apoyaron el proyecto. Como muchos ciudadanos, no vieron alguna necesidad de efectuar cambios.
"Las letrinas tradicionalmente son vistas como lugares inmundos", explico Lou. "Nadie espera que esten limpias, de modo que la gente no ve la necesidad de pagar para contar con una mas higienica".
Sin embargo, lentamente, las actitudes estan cambiando. La prosperidad y la apertura al mundo exterior han aumentado la presion para que los retretes no sean lugares oscuros y escualidos.
Los turistas extranjeros han ayudado a acelerar el cambio. Un sondeo ampliamente difundido el ano pasado informo que casi la mitad de los viajeros que visitaban Beijing saltaban el desayuno para evitar el uso del lavatorio hasta que regresaban por la tarde a su hotel.
Como todas las cosas estudiadas por las legiones de burocratas del pais, hay abundancia de estadisticas que detallan la crisis.
Un informe gubernamental dio cuenta que los 12 millones de habitantes de Beijing utilizan alrededor de 57.000 retretes, o sea 210 personas por letrina. Sin embargo, 50.200 de esas instalaciones son "retretes publicos internos" controlados por "unidades de trabajo", es decir fabricas, oficinas y tiendas donde estan empleados los capitalinos.
De los restantes 6.800 retretes, el 70 por ciento esta oculto en los famosos hutongs de la ciudad, la madeja de callejuelas que constituyen el centro de Beijing. Muchos sirven como la unica facilidad para los residentes locales que no cuentan con una letrina en sus casas.
Esto deja solo 2.000 para el servicio publico en las calles de Beijing. Solo 200 estan situados en los principales lugares de paso. Los 50.000 viandantes que hacen compras a mediodia en la concurrida calle comercial Xidan, deben arreglarse con un solo retrete publico.
La falta de dinero para el mantenimiento de las letrinas es otro complemento del problema. Lou estimo que la ciudad gasta el equivalente de 37,50 dolares anuales por cada retrete, incluyendo su mantenimiento, vaciado de excrementos y renovacion.
La fundacion de Lou aspira a suplementar ese bajo nivel de gastos con donaciones privadas. Las 38 letrinas en construccion son financiadas con 1,6 millones de dolares provenientes de contribuciones corporativas, incluyendo facilidades donadas por un fabricante japones.
El diseno de los retretes fue sometido a un concurso de competencia este ano que atrajo a 340 participantes. El ganador fue Wang Xiaohong, un dibujante de 23 anos del Instituto de Diseno Arquitectonico e Investigacion de Beijing.
El trabajo de Wang fue una combinacion de los mas modernos disenos de cuartos de bano con formas extraidas de la arquitectura clasica del primer siglo de la dinastia Tang. Los lavatorios contienen instalaciones especiales para ancianos, ninos e invalidos, ademas de bancos, telefonos y quioscos de periodicos.
Antes que los comunistas asumieran el poder en 1949 habia muy pocos retretes publicos en Beijing. Las letrinas estaban situadas en los tradicionales patios de las casas de la ciudad y eran usadas por los clanes que vivian en el lugar.
En los anos '50 todas las propiedades fueron nacionalizadas y los espacios en las casas con patios resultaron ocupados por el gobierno. Con una desalentadora planificacion familiar y el exodo de los campesinos a las ciudades tras la hambruna de fines de esa decada, las casas se vieron superpobladas y debieron construirse retretes publicos.
En la actualidad, esas letrinas se han convertido en parte de la vida social urbana, especialmente en las abarrotadas callejuelas de la ciudad. Hay lugares donde se intercambian chismorreos, con plena conciencia de las funciones corporales.
Si bien los nuevos retretes podrian cambiar algunas de esas costumbres, la revolucion parece tener una buena acogida. Li Xuehong estuvo en una nueva letrina en un parque situado al norte de uno de los caminos de circunvalacion de la capital. La mujer usa las limpias y brillantes instalaciones cuando realiza su paseo matinal con el nieto.
"Uno puede habituarse a esos nuevos retretes muy rapidamente", aseguro. "Es bueno que mi nieto crezca con este nuevo nivel de sanidad publica".
Lou tiene la esperanza de mejorar tambien otros aspectos de la vida de los habitantes de Beijing. Para el ano proximo, por ejemplo, planea realizar un concurso publico de esculturas, como parte del esfuerzo para embellecer la capital.
"La Beijing que ve la gente no corresponde a la milenaria historia y cultura de la ciudad", expreso. "Queremos comenzar con el problema mas grave…, las letrinas". (FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ego/pr).
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