El gobierno de Argentina se trenzo con un sector del episcopado catolico en una nueva polemica sobre la politica social, presuntos hechos de corrupcion y el posible indulto a militares "carapintadas" y guerrilleros presos.
La actual polemica comenzo con declaraciones de Miguel Hesayne, obispo emerito de Viedma, ciudad de la surena provincia de Rio Negro, a las que se sumaron criticas de los obispos de Posadas y Puerto Iguazu, en la provincia de Misiones, en el norte del pais.
Hesayne afirmo que espera que en 1966 desaparezca la corrupcion y aseguro que reza todos los dias para que el presidente Carlos Menem "se convierta al cristianismo".
Menem nacio en un hogar musulman de origen sirio en la nortena provincia de La Rioja, pero se convirtio al catolicismo.
"Las declaraciones de Hesayne me dan pena", dijo a modo de replica el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan.
Este cruce de palabras es un nuevo capitulo de la dificil relacion que mantiene el gobierno argentino con un sector del episcopado.
La ultima polemica se registro a fines del ano pasado, cuando el papa Juan Pablo II se refirio al elevado nivel de desocupacion de Argentina ante una delegacion de obispos de este pais que lo visito en el Vaticano.
"Mis expectativas para este ano son que el pais deje atras la corrupcion a todo nivel, sobre todo los dirigentes, porque estamos gobernados por corruptos", dijo Hesayne.
A su vez, los obispos de Posadas, Alfonso Delgado, y de Puerto Iguazu, Joaquin Pina, manifestaron que en 1995 "aumento la pobreza y la desocupacion", pero acotaron que "lo bueno es que la gente ha tomado conciencia y no se calla".
"Hasta los obispos, que muchas veces hemos callado, hemos denunciado los problemas y en esto estamos la mayoria de acuerdo", agregaron.
El ano pasado, la Conferencia Episcopal Argentina denuncio en varias ocasiones el aumento del desempleo y la pobreza, al tiempo que advirtio sobre el "peligro de la corrupcion".
En cuanto al perdon que podria decretar el gobierno para militares golpistas ("carapintadas") y los guerrilleros detenidos por el ataque al regimiento de La Tablada en 1989, el obispo Miguel Rey, de la localidad bonaerense de San Miguel, dijo que "mas que un indulto seria un insulto a la democracia".
De este modo expreso el que parece ser el criterio opuesto al de la mayoria de los 80 obispos argentinos a la medida que estudia el gobierno de Menem.
Kohan senalo, en su respuesta a las criticas de la Iglesia Catolica, que el mandatario "ha trabajado duramente todo el ano pensando en las necesidades de los argentinos" y anadio que los sacerdotes "estan politizando la necesidad de la gente".
En relacion al eventual indulto, Kohan se limito a decir que "es una atribucion constitucional del presidente". (FIN/IPS/dvs/mj-ag/ip/96)
