El gobierno de India y la poblacion del estado de Tamil Nadu no apoyan a los tamiles separatistas de Sri Lanka, pese a las protestas de los partidos nacionalistas de ese estado por la ofensiva del gobierno en el norte de la isla.
"El hombre comun de Tamil Nadu perdio interes por los rebeldes tamiles de Sri Lanka hace ya mucho tiempo", senalo un observador politico que sigue el problema etnico de Sri Lanka desde el decenio de 1970.
En el pasado, miles de personas se manifestaban en las calles de esta ciudad exigiendo que Nueva Delhi protegiese a sus asediados parientes etnicos, y el gobierno del estado ofrecia refugio a decenas de miles de refugiados procedentes de la isla.
En la decada de 1980, hubo gran interes por los tamiles de Sri Lanka, particularmente tras la masacre de 2.000 de ellos en manos de turbas enfurecidas cingalesas, en 1983, agrego el observador.
El fracaso del gobierno de Sri Lanka en la proteccion de la minoria tamil fue considerado como un hecho decisivo en la historia de la isla. Las pasiones separatistas desataron entonces una guerra civil, que dura ya 12 anos.
Olas de refugiados cruzaron el estrecho de Palks hacia India, huyendo de una guerra que desplazo a millones de personas en la pequena isla-estado del oceano Indico.
"Los habitantes de Tamil Nadu recibieron a los tamiles de Sri Lanka con los brazos abiertos y les ofrecieron refugio", pero tras los enfrentamientos armados en Madras entre grupos rivales de la isla, que amenazaban la ley y el orden del estado, el apoyo por la causa de los "Tigres de Tamil" comenzo a disminuir, explico el observador.
La solidaridad publica se transformo en hostilidad tras el asesinato de Rajiv Gandhi, primer ministro de India, en un atentado suicida con bomba, en mayo de 1991. Los Tigres negaron repetidamente su participacion en este acto, pero todas las pruebas indicaban lo contrario.
"Lo peor fue que el asesinato tuvo lugar en Tamil Nadu, y fue realizado por un grupo entrenado y financiado por el gobierno de India", dijo un academico que solicito reserva.
Despues del asesinato, la policia irrumpio en escondrites de los Tigres en Tamil Nadu, y prohibio el envio de armas y otros suministros hacia la peninsula de Jaffna.
No hubo siquiera una senal de protesta en Tamil Nadu ante el despliegue de seguridad. En los meses siguientes, los refugiados de Sri Lanka comenzaron a salir de India voluntariamente bajo un programa de rehabilitacion lanzado por Colombo y patrocinado por la Organizacion de las Naciones Unidas.
Los refugiados declararon que ya no se sentian bienvenidos en Tamil Nadu.
Miles de mujeres, hombres y ninos huyeron del feroz conflicto en la ultima ofensiva del ejercito de Sri Lanka, denominada "rayo de sol" en cingales, que fue lanzada el pasado 17 de octubre, pero ninguno de ellos se dirigio a India.
El MDMK, descrito por analistas politicos como el partido de mayor militancia en Tamil Nadu, exige al gobierno de India que presione a la presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, para poner fin a la ofensiva.
"Pretendemos que el primer ministro Narasimha Rao exhorte a Kumaratunga a detener los ataques genocidas contra los tamiles en la peninsula nortena", declaro en Madras M. Radhakrishnan, secretario general del partido.
El MDMK tambien aspira a que el gobierno de India abra sus puertas a los "desplazados y perjudicados en la peninsula" , una demanda que incluiria a los Tigres rebeldes, que sufrieron graves perdidas en la lucha por Jaffna. "Ellos son nuestros hermanos", afirmo Radhakrishnan.
Sin embargo, India respalda al gobierno de Sri Lanka en todo lo relacionado con el conflicto en el norte de la isla. El canciller Lakshman Kadirgamar dijo en Colombo que las relaciones entre los dos paises no podrian ser mejores.
Esta politica logro hacer a un lado pasadas sospechas del gobierno de Colombo sobre la complicidad de India con los Tigres de Tamil, surgidas tras el acuerdo de paz firmado en 1987, por el cual se concedia amplia autonomia a la minoria tamil de las provincias del norte y este de la isla.
India participo en el tratado como potencia garante, y para su sorpresa, sus tropas pacificadoras se vieroinvolucradas en una sangrienta guerra con los rebeldes, a los que supuestamente debian proteger del ejercito de Sri Lanka.
Las fuerzas indias se retiraron de la isla al cabo de dos anos, pero los infortunados acontecimientos deterioraron las relaciones entre ambos paises, y Sri Lanka llego a acusar al gobierno de India de interferir en un asunto interno.
Ahora, nada de lo que pueda suceder en el norte de Sri Lanka hara a Nueva Delhi tomar posicion. (FIN/IPS/tra-en/rs/an/ml-lp/ip/95) ITEM CLOSE