PAKISTAN: Atentado antiegipcio desafia politica liberal

La primera ministra de Pakistan, Benazir Bhutto, nunca ha dejado de proyectarse a si misma como lider de un pais islamico liberal, pero los observadores piensan que el atentado del domingo contra la embajada de Egipto en esta capital puede danar seriamente su credibilidad en este aspecto.

Tres grupos islamicos radicales egipcios -Gama'a Al-Islamiya (Grupo Islamico), Jihad (Guerra Santa) y el Grupo Justicia Internacional- han reivindicado la autoria de la explosion del coche-bomba, supuestamente suicida, que el domingo causo la muerte de al menos 16 personas.

El Ministerio del Interior de Pakistan ha creado una comision interministerial investigadora de los hechos, que debera informar al gobierno en el termino de esta semana.

Bhutto, que el domingo se encontraba fuera de Islamabad en campana por una eleccion parcial al parlamento, ha ofrecido pagar la reconstruccion de la embajada egipcia, pero esto solo podria no ser suficiente para restaurar la confianza en la capacidad de Pakistan para impedir que el pais sea usado por los extremistas.

Los seminarios religiosos paquistanies proximos a la frontera con Afganistan han atraido a decenas de miles de islamistas desde la decada de 1980. Aparte de la milicia estudiantil afgana llamada Taliban, se originaron en Pakistan diversos grupos islamicos radicales de Argelia, Egipto y Sudan.

Hornadas sucesivas de estudiantes recibieron, primero, instruccion religiosa, y despues, durante la guerra dirigida por los mujaidines afganos contra el regimen de Kabul sostenido por los sovieticos, entrenamiento guerrillero y tecnicas para manejar explosivos.

Despues de la caida del gobierno de Kabul presidido por Najibullah, en abril de 1992, los mujaidines no afganos comenzaron a retornar a sus propios paises o a unirse a otros grupos islamicos en lucha por la independencia, como en el estado indio de Cachemira.

En 1993, Pakistan se escapo por un pelo de ser calificado de "pais terrorista" por Estados Unidos, a raiz d de seguridad.

El mes pasado fueron arrestados por lo menos 40 oficiales militares bajo acusacion de planificar una revuelta islamista contra el gobierno legal, lo cual hace temer seriamente las consecuencias de avivar el fervor religioso. (FIN/IPS/tra-en/nz/an/arl/ip/95)

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