La sentencia a muerte dictada contra nueve activistas en Nigeria concentra la atencion de los 52 paises miembros de la Comunidad Britanica de Naciones (Commonwealth), que este viernes comenzaran su reunion cumbre en la ciudad neocelandesa de Auckland.
Se ignora aun si los jefes de Estado y de gobierno de la Commonwealth optaran por la condena publica del regimen nigeriano, acusado por la comunidad internacional de violacion de los derechos humanos, o escogeran la via discreta de la diplomacia.
La cuestion reviste crucial importancia para el activista Ken Saro-Wiwa y los otros ocho sentenciados a morir en la horca, para Nigeria, que integra la Commonwealth, y tambien para las companias petroleras extranjeras que operan en ese pais.
Nigeria y para el gobierno nigeriano, que intres partes: el gobierno nigeriano, las companias petroleras que operan en ese pais y para el activista , sentenciado a morir bajo la acusacion de haber participado en el asesinato de cuatro jefes tribales.
Los lideres de la Comunidad Britanica y grupos defensores de los derechos humanos han protestado energicamente contra el enjuiciamiento y condena de Saro- Wiwa, a quien se acuso en Nigeria del asesinato de cuatro jefes tribales aliados del regimen militar.
Amnistia Internacional y otras organizaciones humanitarias impugnaron el juicio contra Saro- Wiwa y sus companeros, por entender que no presento garantias, y exigen a la cumbre de Auckland una vigorosa condena publica del gobierno nigeriano.
Pero algunos invitados a la reunion entienden que la via de solucion del caso debe ser otra, de caracter diplomatico, y las empresas petroleras extranjeras radicadas en Nigeria no desean tomar una actitud publica contra las autoridades del pais en que operan.
"Simpatizamos con los familiares de Saro- Wiwa y de los otros condenados, y tambien con los familiares de los cuatro ogonis asesinados", manifesto a IPS Ed Nixon, portavoz de la corporacion britanico-holandesa Royal Dutch Shell.
Sin embargo, "no podemos juzgar sistemas politicos ni comentar decisiones judiciales", puntualizo Nixon.
Saro-Wiwa habia presentado una demanda por miles de millones de dolares contra Shell por perjuicios causados por la actividad de la empresa contra el ambiente, la salud y los medios de vida de la comunidad ogoni, asentada en el sudeste de Nigeria.
John Jennings, tambien de Shell, se pronuncio publicamente a favor de la gestion diplomatica para superar la crisis provocada por las condenas a muerte.
"Muchas personas y organizaciones bienintencionadas pidieron nuestra intervencion publica en apoyo de Saro-Wiwa y los otros acusados", consigno Jennings en una declaracion.
Aunque personalidades "que conocen muy bien Africa, como el presidente Nelson Mandela, promueven la via diplomatica" y, la actitud del jefe de Estado de Sudafrica deberia inducir "a quienes exigen presiones y condena publica a medir las posibles consecuencias de sus actos", agrego.
Shell extrae la mitad de los dos millones de barriles de petroleo que Nigeria produce por dia, y desde 1993 mantiene paralizadas sus operaciones en la region ogoni, donde obtenia 30.000 barriles diarios.
Nixon reitero que Shell no tiene intencion de reanudar su actividad en Ogoniland hasta que pueda trabajar en armonia con la poblacion de la zona.
Segun se informo, este fin de semana fue clausurada la gigantesca refineria de Harcourt, debido a problemas de funcionamiento que se atribuyeron a actos de sabotaje.
La persistencia de la paralizacion de la refineria obligaria a Shell y las otras empresas extranjeras asociadas a la estatal Compania Petrolera Nacional de Nigeria a reducir su produccion. (FIN/IPS/tra-en/jmr/fn/ff/af hd ip/95)