El fin de la guerra fria no represento el desempleo para los agentes de la CIA, de Estados Unidos, sino nuevos horizontes para su actividad, que ahora orientan en gran medida al contraespionaje en materia comercial e industrial.
Politicos y opinion publica ponen en duda en Estados Unidos la necesidad de gastar anualmente 28.000 millones de dolares en servicios de inteligencia, aunque al parecer, la CIA (Agencia Central de Inteligencia) aun tiene mucha vida por delante.
Australia y Francia afirmaron este ano que la nueva tarea de la agencia consiste en arruinar empresas en otros paises, pero Washington la describe de otra manera.
"Una de las funciones del servicio de inteligencia consiste en detectar planes de firmas extranjeras que pretenden lograr ventaja sobre empresas estadounidenses por medio del espionaje", declaro Larry Summers, vicetesorero de Estados Unidos y ex economista jefe del Banco Mundial.
El secretario de Comercio, Ron Brown, aseguro ante el Congreso que unas 100 firmas extranjeras obtuvieron en Estados Unidos contratos por 45.000 millones de dolares mediante sobornos.
Segun Brown, las empresas extranjeras que utilizan esas practicas logran su objetivo en 80 por ciento de los casos.
Summers informo al Senado acerca del futuro papel de los servicios de inteligencia, que se encuentra a examen de la administracion y del Congreso.
La prensa dedico espacios en los ultimos meses a destacar la ayuda de la CIA a companias estadounidenses en la obtencion de contratos.
El diario The New York Times aseguro que la CIA contribuyo a descubrir que empresas francesas pagaron comisiones ilicitas a funcionarios brasilenos en procura de obtener un contrato de 1.400 millones de dolares para la vigilancia de la Amazonia.
La CIA tambien puso en evidencia otra maniobra de firmas francesas para ganar un contrato de venta de aviones a Arabia Saudita por 6.000 millones de dolares.
La actuacion de la agencia puso a corporaciones estadounideneses en condiciones de competir en esos casos, segun el periodico.
Pero el esfuerzo de Washington por combatir esas practicas ilegales sufrio un grave reves en febrero, cuando cinco ciudadanos estadounidenses fueron expulsados de Francia por pretender lograr secretos tecnologicos y comerciales mediante el soborno.
Periodicos franceses afirmaron que Henri Plagnol, hombre de confianza del entonces primer ministro Eduard Balladur, fue cortejado por una mujer al servicio de la CIA que afirmo ser directora de relaciones publicas de una fundacion de Texas para la proteccion de los bosques tropicales.
Otro agente de la CIA intento sobornar a un ingeniero de la compania telefonica nacional France Telecom para obtener informacion sobre como intervenir las telecomunicaciones de Francia.
La prensa tambien senalo la colaboracion de la CIA en negociaciones internacionales encabezadas por Mickey Kantor, el representante comercial de Estados Unidos, y en la disputa de este ano con Japon sobre barreras a la importacion de automoviles.
Gran parte de los resultados acreditados fueron el fruto del esfuerzo conjunto de la CIA y el FBI (Oficina Federal de Investigaciones).
La CIA cuenta con la Oficina de Recursos, Comercio y Tecnologia, que elabora informacion anticipada sobre negociaciones comerciales. Creada en junio de 1990, sustituyo la Oficina de Asuntos Mundiales, que entre otras funciones, seguia la evolucion de la deuda del Tercer Mundo.
L'Expansion, una publicacion comercial francesa, aseguro en julio que el gobierno de su pais descubrio actividades de espionaje en sectores clave y, especialmente, en industrias de alta tecnologia, como la aeroespacial y las telecomunicaciones.
La publicacion acuso a la CIA de incriminar falsamente a ejecutivos franceses como Didier Pineau-Valencienne, presidente de Schneider S.A., una compania de productos electricos y mecanicos, y a Pierre Suard, ex presidente de Alcatel Alsthom S.A., un gran exportador de equipamientos telefonicos.
Suard renuncio a su cargo debido a su presunta responsabilidad en la sobrefacturacion de ventas a France Telecom.
Segun versiones conocidas en mayo, espias estadounidenses y australianos habrian dispuesto microfonos ocultos en la embajada de China en Canberra.
Los datos obtenidos de la embajada de China se entregaban a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos para su traduccion, antes de llegar al servicio de inteligencia de Australia.
Al disponer en primer lugar de la informacion obtenida de ese modo, Estados Unidos logro ventaja sobre los australianos en la competencia por el mercado de China.
Algunos funcionarios de gobierno reconocieron que tambien se emplean tacticas de "desinformacion".
Bowman Cutter, miembro del Consejo Economico Nacional, aludio en una conferencia organizada por el Pentagono a "un programa que utiliza la desinformacion para dar a los competidores una impresion falsa sobre el funcionamiento de las companias estadounidenses".
En realidad, la ayuda de la CIA a las empresas estadounidenses no es algo nuevo. En 1954, la agencia orquesto el derrocamiento de Jacobo Arbenz, presidente de Guatemala democraticamente electo, para proteger los intereses de United Fruit, una empresa con sede en Boston.
El sector privado tambien ha ayudado a la CIA. William Casey, director de la agencia bajo la presidencia de Ronald Reagan, se sirvio de mas de 150 companias para encubrir agentes de la CIA en varias partes del mundo.
El programa de la CIA destinado a lograr informacion de empresarios en el extranjero se denomina de "cobertura no oficial" (NOC).
La prensa de Francia y Japon reporto actividades del NOC en esos paises, no siempre exitosas. Las autoridades japonesas descubrieron a un grupo de 13 participantes del programa en 1989, segun John Quinn, un ex agente del NOC en Tokio.
La Agencia de Investigaciones y Seguridad Publica, de Japon, envio matones a los hogares y las oficinas de los ejecutivos reclutados para el NOC y la CIA se vio obligada a cancelar su operacion. (FIN/IPS/tra-en/pc/mk/ml-ff/na if ip/95
