El trafico ilegal de drogas que ha asolado el norte de Tailandia ahora esta penetrando en el sur del pais, donde la poblacion predominantemente musulmana se ha transformado en un mercado local clave para los traficantes.
Estadisticas del Ministerio del Interior tailandes revelaron que el consumo ilegal de drogas en las provincias meridionales que lindan con Malasia aumento en un promedio del 50 por ciento.
Las autoridades vinculan la tendencia al transporte de drogas desde el Triangulo de Oro, en el norte, situado en la region fronteriza entre Tailandia, Birmania y Laos, a Bangkok, en el sur, con puntos fronterizos en Malasia y los mares de Andaman y China meridional como salidas hacia los mercados regionales.
Las estadisticas indicaron que tambien hay un mercado pronto en el sur, donde las autoridades informaron de un aumento de 77 por ciento del consumo de drogas en la provincia de Narativat, 44 en Yala y 39 en Pattanee.
Tambien, 80 por ciento de los presos en las tres provincias fueron encarcelados por acusaciones ligadas con el narcotrafico, y 90 por ciento de esos reclusos eran musulmanes.
"Los problemas vinculados al trafico de estupefacientes en las tres provincias meridionales de Tailandia son diferentes a lo que ocurre en otras partes del pais, debido a sus diferencias culturales y religiosas", dijo Anantchai Thaipratan, presidenta de la Asociacion de Jovenes Musulmanes de Tailandia.
La mayoria de los 60 millones de habitantes de Tailandia profesa el budismo, con cerca del cuatro por ciento -sobre todo en las provincias del sur que lindan con la musulmana Malasia- de islamitas.
Segun Thaipratan, que fundo el Centro de Tratamiento Antidroga de Iqram, en la provincia de Yala, muchos de los musulmanes desconocen las ensenanzas del Islam y se vuelcan a la droga para escapar de los problemas cotidianos, en especial el desempleo.
"El problema de la droga no solo preocupa en el aspecto fisico, sino tambien mental y espiritual. En esta area del 80 al 90 por ciento de los pacientes son musulmanes", explico Thaipratan. "La mayoria no conoce el Islam, muchos ni siquiera saben rezar".
Por consiguiente, indico que una parte integral del programa de tratamiento consiste en enriquecer a los pacientes "espiritualmente", como una manera de ayudar a fortalecer su determinacion fisica y mental.
Esto se realiza con la asistencia de trabajadores voluntarios – algunos fueron ex pacientes- que imparten lecciones sobre plegarias y lecturas sobre el Islam.
"Las lecciones les brindan un mayor conocimiento acerca del Islam, tratamos de convencerlos que piensen acerca de sus vidas y su futuro, que van a hacer con sus vidas despues de la terapia", explico la medica.
Los drogadictos -la mayoria dependientes de la heroina- tienen menos de 30 anos de edad y son tanto desertores de la escuela o nunca tuvieron la oportunidad de hacerse una educacion. A menudo caen en el crimen para mantener su habito.
Thaipratan dijo que aparte de los adolescentes -el grupo mas vulnerable- el centro estaba tratando cada vez mas a pescadores que pasan muchos meses en el mar. Anadio que hasta hubo informes que los propietarios de embarcaciones alentaban el consumo de drogas a sus tripulantes para que superaran los momentos de tedio.
El centro de tratamiento antidroga, establecido en 1993, ha tratado hasta ahora 1.000 pacientes, pero de acuerdo con Thaipratan la cantidad de adictos actualmente "curados" es probablemente menor del 10 por ciento porque muchos retornan al vicio. Otros ni siquiera buscan una terapia.
"Pueden caer facilmente de nuevo en el consumo de drogas, especialmente cuando tienen problemas. Es por eso que la familia y la comunidad son tan importantes", dijo y lamento que el centro careciera de suficientes voluntarios para tratar caso por caso.
La medica teme que el abuso de drogas pueda llevar a otros problemas de salud, con un aumento de la incidencia del sida, que esta directamente vinculado con usuarios que se inyectan drogas.
De cada 10 drogadictos en las tres provincias meridionales, entre cinco y siete son HIV positivos, apunto.
El virus de la inmunodeficiencia humana (HIV) provoca a menudo el fatal sindrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
En las zonas rurales, el 37 por ciento de los casos de HIV positivos estan asociados con el abuso de drogas. En la provincia de Yala, el indice es de 61 por ciento. Posteriores estadisticas indicaron que el 45 por ciento de aquellos con HIV que son tratados en el hospital de Yala, son casados.
"Esta es una cuestion muy seria porque pueden propagar el virus a sus parejas. Lo que es mas chocante es que muchos no se lo dicen a sus conyugues porque temen ser abandonados", dijo Anantchai.
Las autoridades estan en pleno conocimiento del efecto debilitante que esta teniendo el narcotrafico en el sur, pero admitieron que es dificil resolver el problema porque una parte de la policia y las figuras politicas locales estan involucradas.
"El gobierno deberia prestar mas atencion a esto porque el problema de la droga lleva al crimen, lo cual sin duda tiene un efecto negativo sobre las inversiones", declaro Thaipratan. (FIN/IPS/tra-en/pd/cpg/ego/he-ip)