La democracia en Colombia, como en otros paises de America Latina, sigue amenazada por el narcotrafico, aun despues de la caida de los "capos" de los mayores carteles de la droga, afirmo hoy en esta capital el fiscal general colombiano, Alfonso Valdivieso.
"A los narcos llego la tentacion del poder, para darle expresion politica a su riqueza. En Colombia eso no es especulativo, lo hemos padecido y hemos reaccionado, pero puede presentarse igualmente en otros paises".
Colombia aporta como principal leccion que "siempre existe capacidad de respuesta en la sociedad", y que se requiere "actuar con valor y decision", contra el narcotrafico, dijo Valdivieso en una conferencia a estudiantes universitarios.
En breve rueda de prensa, subrayo que "la caida de los capos de la droga no significa la desaparicion de sus organizaciones", por lo que "la lucha sigue y no es posible interrumpir el cerco" contra el narcotrafico.
Sin embargo, "todas esas organizaciones delictivas tienen su cuarto de hora", es decir, estan en cuenta regresiva para su derrota frente a la sociedad, afirmo el funcionario.
Interrogado sobre el Proceso 8.000, una investigacion acerca del financiamiento del narcotrafico a la campana electoral del presidente Ernesto Samper, Valdivieso se limito a "aclarar que la Fiscalia no tiene competencia para investigar militares, congresistas o al jefe del Estado".
Si ha investigado, en cambio, "los origenes de los fondos en las campanas electorales", senalo.
Ante los estudiantes, Valdivieso inserto ese trabajo en "la lucha que trasciende las redes propias del narcotrafico – produccion, transporte, distribucion y consumo- y somete a examen de la justicia las redes del narcotrafico con la sociedad".
"Imaginense -dijo Valdivieso a sus dos centenares de jovenes escuchas- que un individuo de 20 anos delinque 10 con el narcotrafico y paga 10 de carcel: a los 40 saldria libre y a disfrutar de su riqueza, lo que no puede ser".
A los narcos "la carcel les hace falta, para pagar culpas y volver a presentarse en sociedad", aunque "en Colombia la sociedad comienza a rechazarlos y en ningun colegio quieren inscribir a los hijos de los narcotraficantes".
A ese estadio arribo Colombia "despues de haber vivido practicamente todas las etapas del problema de las drogas", segun Valdivieso, quien deliberadamente se refirio de modo breve a las victimas de la violencia del narcotrafico en su pais.
"Hemos padecido mucho, pero no creo que deba hablarse por ello de la gran lucha de Colombia contra el narcotrafico, porque se pudieron ahorrar muchas vidas si la lucha hubiese sido adecuada", dijo Valdivieso, al insistir en la leccion de que "la sociedad siempre reacciona".
La primera etapa del narcotrafico es la del surgimiento, "con produccion, consumo o trafico de drogas casi imperceptible para la sociedad y en Colombia fue grave que no se tuviera capacidad para detectar ese surgimiento", recordo.
Una segunda fase es la de contemporizacion o convivencia con esos hechos delictivos, que la sociedad considera hasta entonces como inofensivos y observa la aparicion de personas con "inusitada tendencia a vivir en lo suntuario".
La tercera, de "relativa aceptacion", es una actitud de la sociedad "para ver como favorable el fenomeno de la droga", de su produccion, trafico y producto en dinero. Valdivieso se pregunta: "?por que esos dolares van a estar en Londres o Nueva York y no en nuestro pais estimulando el consumo?"
Como cuarta fase surge el cuestionamiento de esa realidad, "poque aperecen aspectos negativos, como que una persona se esfuerza para que su hijo sea un profesional universitario y se frustra cuando ve que alguien sin esfuerzo no solo logra el mismo bienestar, sino mucho mas".
Las empresas -Valdivieso uso otro ejemplo- observan como ya no es su trabajo para producir sino el lavado de capitales lo que determina el movimiento de la riqueza.
Llega entonces la quinta etapa, que para Valdivieso es la de "enfrentar con decision el fenomeno", como hace Colombia.
Los paises de America Latina "deben tener claro que no se necesita tener previamente la produccion o el consumo para que haya narcotrafico, ni consolarse con que solo tenemos sembradas unas 1.000 hectareas (caso Venezuela) para estar a salvo".
Los carteles "como el de Medellin o el de Cali, no emplearon a gente de Medellin o Cali para sus operaciones en Manhattan, sino a estadounidenses, en Ecuador emplearan ecuatorianos, y asi sucesivamente", explico Valdivieso.
"Estan en todas partes", dijo el fiscal al justificar la lucha en diversos frentes, y recordo que cuando los narcos entrwgan un cargamento y cobran por ello, hablan y celebran que se "corona" una operacion.
En el caso de Colombia, "ellos pensaban que estaban a punto de coronar en la sociedad, pero no contaban con que siempre hay capacidad de reaccionar, como la hubo en Estados Unidos contra los gangsters, o en Italia contra la Cosa Nostra".
"Ese ha sido el aporte novedoso de la fiscalia colombiana en el ultimo ano: enfrentar desde el punto de vista judicial las relaciones del narcotrafico con la sociedad", resumio Valdivieso. (FIN/IPS/hm/dg/he-ip/95
