Las cancillerias de Colombia y Venezuela cerraron hoy un espinoso incidente fronterizo, que costo la vida a un campesino y tenso las relaciones bilaterales, con el acuerdo de investigar los hechos conjuntamente y densificar los hitos que demarcan la frontera.
Una declaracion simultanea de los cancilleres Rodrigo Pardo, en Bogota, y Miguel Angel Burelli, en Caracas, fue entregada a la prensa este sabado y resume en cinco puntos la decision de "preservar y fortalecer el clima de dialogo y cooperacion" entre Colombia y Venezuela.
El incidente que decidieron superar fue la alegada incursion de efectivos de la militar Guardia Nacional de Venezuela, los dias 8 y 9 de octubre, en suelo que Colombia considera suyo en la fronteriza Sierra de Perija, 700 kilometros al oeste de Caracas.
La accion dejo varios cultivadores de amapola (insumo de la heroina) detenidos, viviendas y un tractor destruidos, animales muertos y, en el marco de la accion, un campesino murio, hallandose su cadaver decapitado, con rastros de torturas y con sus extremidades mutiladas.
Colombia protesto la incursion de tropas extranjeras, Venezuela el avance de los amapoleros en Perija, y despues de cruzar esas notas diplomaticas los vicecancilleres se reunieron varias veces para desmontar la tension.
Burelli viajo a Bogota el viernes para representar a Venezuela en las exequias del asesinado lider conservador colombniano Alvaro Gomez, y se reunio con Pardo para adoptar la declaracion.
El texto, en primer lugar, establece que la comision presidencial que negocia asuntos limitrofes pendientes (por las areas marinas y submarinas) se encargara con comisiones tecnicas de reactivar la demarcacion y densificacion con hitos en Perija.
Burelli y el vicecanciller venezolano Milos Alcalay explicaron que se trata de una serrania boscosa, con parajes de muy dificil acceso, cumbres con temperaturas bajo cero grados centigrados, mas nubes y lluvias que impiden acceder por helicopteros.
"Actualmente lo comun es que desde un hito no se vea el otro, y se trata ahora de que la densificacion no deje margen de dudas", explico Burelli.
Ambos gobiernos "expresan que en ningun momento pretenden o han pretendido traspasar las fronteras con el pais vecino". Hace meses, el gneral Moises Orozco, ministro venezolano de Defensa, evoco la posibilidad -rechazada por Bogota- de "perseguir en caliente" a agresores que proviniesen de Colombia.
En tercer lugar, "para investigar todos los hechos derivados de los incidentes ocurridos" en octubre en Perija, los cancilleres decidieron "crear una comision conjunta" integrada por representantes de los ministerios de Exterior y Justicia.
Las cancillerias examinaran los resultados de esta investigacion "pero no existe plazo para la entrega de su informe", preciso Burelli, insistiendo en lo intrincado del terreno donde se efectuara la investigacion.
Destaco el canciller que "una declaracion como esta es necesariamente generica", lo que en su opinion no debe entenderse como desestimacion de los problemas de derechos humanos que evidencia el cadaver del campesino decapitado.
Por lo demas, "ni siquiera Colombia tiene precision de como murio esa persona, ni nosotros tampoco", pero subrayo que "la forma como fue muerto no pertenece a la cultura de los venezolanos".
Sugirio que en cambio la horrible muerte "pertenece a las formas de vendetta (ajuste de cuentas) de la guerrilla colombiana y puede ser producto, eventualmente, de la violencia que existe en el lugar".
El comunicado expresa "preocupacion por los danos ecologicos observados en la Sierra de Perija, a causa de los cultivos ilicitos de drogas y la explotacion irracional e indiscriminada de los bosques", y reitera la decision de Bogota y Caracas de cooperar e intensificar la lucha contra la violencia.
Esta, en la zona fronteriza, corresponde a "la guerrilla y el narcotrafico, que son los enemigos comunes de nuestros dos pueblos y paises".
Burelli dijo que la Sierra de Perija, de 30.000 kilometros cuadrados, tiene del lado venezolano una zona de Parque Nacional de medio millon de hectareas, "un quinto de las cuales estan afectadas por la depredacion de venezolanos y colombianos".
"Del lado colombiano se nota una deforestacion total, del lado nuestro no", dijo Burelli, "pero se calcula que tendriamos sembradas unas 1.000 hectareas con amapola, solo que modo muy disperso, dificilmente detectables desde el aire".
Finalmente, los cancilleres acordaron reunirse de nuevo en Puerto La Cruz, oriente venezolano, el dia 16, cuando tambien se reuniran las comisiones de asuntos fronterizos de sus estados.
"Con este acuerdo, consideramos cerrado este incidente tan penoso y tan prolongado", concluyo Burelli. (FIN/IPS/hm/eg/ip- la/95