Una serie de plagas importadas golpean el potente sector agricola exportador de Australia y los granjeros responden con pesticidas, en olvido de la promocionada imagen del pais como productor de alimentos libres de contaminacion quimica.
La mosca de la fruta invadio el cinturon agricola de la region nororiental de Queensland, donde se ha trazado un area de cuarentena de 500 kilometros de longitud.
La mosca, descubierta hace dos semanas cerca del centro turistico de Cairns, ataca los frutos antes de su maduracion. El mango y la papaya son especialmente vulnerables al insecto y se cree que solo estan a salvo la pina y el choko, una variedad australiana del pepino.
Las autoridades sanitarias de Queensland, que lanzaron una operacion de corte militar para combatir la plaga, inspeccionan todos los vehiculos que abandonan la zona en cuarentena, en busca de frutas "no certificadas".
Tambien fueron dispuestas trampas para la mosca en los aeropuertos y en los puntos de venta de frutas y verduras de todo el pais.
El medio de vida de mas de 1.000 granjeros esta en riesgo y la mayoria de las voces de protesta acusan al gobierno, al que reprochan recortes practicados en los servicios de sanidad y ceder a la exigencia de la Organizacion Mundial de Comercio (OMC) de levantar barreras a la importacion de alimentos.
La semana ultima, Japon anulo un contrato firmado con exportadores australianos para la compra anual de mango por cuatro millones de dolares.
Los agricultores advirtieron que la defensa de las cosechas aun en pie los obliga a usar nuevamente productos quimicos, cuyo empleo habia sido restringido bajo presion de campanas ambientalistas.
"La reputacion de las exportaciones de Australia esta en juego, y tambien el Servicio de Inspeccion de Sanidad" (AQIS), senalo Bob Granger, gerente general de la cooperativa de Cultivadores de Frutas y Vegetales de Queensland.
Granger calculo que los miembros de su cooperativa perderan este ano entre 1,5 y 2,3 millones de dolares.
La mosca de la fruta es la ultima de una serie de plagas que atacan la agricultura y la ganaderia desde fines de 1994. Los problemas llevaron a granjeros, conservacionistas y veterinarios a reclamar una investigacion de los servicios de sanidad.
Tambien esta bajo amenaza la produccion de flores y vegetales, cuya exportacion rinde anualmente 115 millones de dolares y se marchitan ahora bajo la furiosa embestida de insectos procedentes de Europa, Estados Unidos y Africa.
Asi mismo, un virus diezmo la gran poblacion de conejos del pais, tambien fuente de comercio exterior, y otro puso en peligro la exportacion de carne de canguro.
En tanto, los veterinarios luchan contra un tercer virus, que ataca a los caballos pura sangre de carreras y ya ha provocado la muerte de 14 ejemplares. Se cree que tambien fue responsable del fallecimiento de dos entrenadores.
Por ultimo, a principios de este ano murieron millones de sardinas en aguas de la costa oriental, sin que se conociera la causa.
Las plagas de la agricultura conturban al gobierno, que habia reducido el personal encargado de controlar la sanidad de animales y vegetales, y que, de acuerdo con la Constitucion, en febrero debera pasar la prueba de las elecciones parlamentarias.
"Tres plagas exoticas tenemos en este momento, y seria necesario aumentar los servicios de laboratorio, en lugar de recortarlos. Debilitar la vigilancia resulto una catastrofe", manifesto Ronald Hyne, de la Asociacion de Veterinarios de Australia.
Una extension de 80 kilometros cuadrados fue aislada en Queensland para tratamiento quimico. El hecho significa un fuerte golpe para la imagen de calidad ambiental en la produccion de alimentos que Australia ha promovido para fortalecer sus ventas.
Dirigentes politicos y representantes de los agricultores senalaron entre las causas de la crisis la parcial eliminacion de requisitos a la importacion de productos agricolas, dispuesta por el gobierno para cumplir exigencias de la OMC.
"El mundo nos dice que usamos normas sanitarias como barreras comerciales, y no debemos aceptar esa afirmacion. Es necesario defender nuestra reglamentacion sanitaria, que responde a criterios cientificos", manifesto el senador Ron Boswell, del Partido Nacional, cuya base electoral se halla en las zonas afectadas.
Otros criticos senalan que los problemas surgieron cuando el gobierno redujo el personal y el presupuesto de los servicios de sanidad.
Doug Waterhouse, ex jefe de la division de entomologia del laboratorio de investigacion Csiro, financiado por el gobierno, indico que el AQIS no tiene recursos suficientes y esta obligado a atender areas ajenas a la vigilancia sanitaria, su actividad primordial.
Para Max Whitten, tambien del Csiro, el AQIS fue una baja mas "del imperativo economico de reducir los gastos gubernamentales". (FIN/IPS/tra-en/ks/cpg/ff/ap dv en/95)