El presidente de Venezuela, Rafael Caldera, convoco hoy en esta capital a una "revolucion etica" destinada a "poner coto a la corrupcion antes del siglo que viene" para asi "restaurar el prestigio de las instituciones" de America Latina.
Caldera fue el encargado de clausurar un seminario de la Organizacion de Estados Americanos (OEA) sobre "Probidad y Etica Civica", que reunio en Montevideo este lunes y martes a representantes y especialistas del continente.
La propuesta que emano del seminario a la Asamblea General de la OEA incluye el planteo venezolano de crear instaurar una convencion interamericana para combatir la corrupcion.
Caldera opino que para acabar con la corrupcion en el continente sera necesaria "una lucha de caracter internacional" en la que se requerira "la solidaridad" y "la cooperacion de los pueblos".
El fenomeno de la corrupcion, segun el mandatario, obedece a que en el continente "en el fondo hay una crisis moral".
"Las dictaduras se caracterizaban por el asalto a los bienes del pueblo y el enriquecimiento ilicito", pero actos similares se han registrado recientemente "en paises con tradicion democratica", dijo con "dolor".
"Los pueblos eligen a sus gobernantes para que los sirvan con lealtad" y no para que "sirvan sus intereses particulares", senalo, indicnado que Venezuela "tiene dura experiencia en este ramo".
Caldera no menciono el caso de su antecesor, Carlos Andres Perez, quien esta detenido acusado de mal uso de fondos publicos y alega ser victima de una operacion politica en su contra.
"Los (funcionarios) mas senalados por maniobras de corrupcion buscan confundir a la opinion publica" al atribuir sus delitos a otros, dijo.
Fustigo a los gobernantes que cometen actos de corrupcion y buscan asilo en otros paises, por lo que "gozan fuera de fronteras de los bienes" que obtuvieron por medio de delitos "amparandose en razones politicas".
Caldera no se refirio a los casos mas notorios en ese sentido, como el del ex presidente de Peru Alan Garcia, quien obtuvo asilo politico en Colombia, y el del ex vicepresidente de Ecuador Alberto Dahik, quien fugo a Costa Rica, ambos acusados de corrupcion.
Sostuvo que los gobiernos recien instaurados "persiguen los actos de corrupcion de administraciones pasadas", pero omiten fiscalizar la conducta de sus propios funcionarios.
Con miras al futuro, Caldera se mostro partidario de "concientizar a la opinion publica y a las nuevas generaciones" sobre "la tentacion permanente" de la corrupcion. (FIN/IPS/mj/dg/ip/95