La alimentacion de la gente en Venezuela ha sido de las primeras bajas causadas por las crisis y los programas de ajustes, segun el Centro de Investigaciones Agroalimentarias de su Universidad de Los Andes.
La produccion agricola, la rentabilidad de la agricultura, la disponibilidad de alimentos y su consumo por los estratos economicos mas bajos mostraron indices regresivos como consecuencia de los ajustes, afirman investigadores del Centro.
La disponibilidad alimentaria para consumo humano (DCH) en Venezuela fue el eje de los estudios presentados por el Centro en el marco del Dia de la Alimentacion y del 50 aniversario de la FAO (Organizacion de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacion).
Vista la "inseguridad alimentaria" que acompana a los programas de ajuste, los investigadores demandan politicas sociales, de empleo y de transferencia de ingresos a los mas necesitados ante la inminencia de otro programa de estabilizacion de la economia.
El gobierno de Rafael Caldera acudio al FMI (Fondo Monetario Internacional) en solicitud de dinero fresco para apuntalar sus reservas y negocia con el organismo un programa de ajustes a la economia que incluiria una severa devaluacion, altas tasas de interes, mayores precios para la gasolina y nuevos impuestos.
Los expertos Alejandro Gutierrez, Elvira Ablan y Edgar Abreu, advierten la urgencia de politicas y programas sociales compensatorios para sostener la disponibilidad alimentaria y el acceso de los sectores mas empobrecidos, dando por hecho que a corto plazo no es posible pensar en erradicar la pobreza.
El alerta frente al inminente ajuste en Venezuela es apoyado por un estudio de Giorgio Solimano, de la estadounidense Universidad de Columbia, segun el cual el consumo per capita de alimentos en Venezuela paso de 332 kilos en 1989 a 310 en 1992 y estaria actualmente por debajo de los 300 kilogramos anuales.
Sin embargo, Solimano tambien da cuenta de estudios segun los cuales la nutricion infantil mejoro durante algunos de los anos del ultimo ajuste (1989-1993), lo que el ministro de Salud, Carlos Walter, atribuyo a la mayor presencia femenina al frente de los hogares.
Esa "feminizacion de la pobreza" determino una mayor concentracion del gasto hogareno en alimentos, pese a lo cual 28 por ciento de venezolanos menores de 15 anos acusan desnutricion.
Ese panorama se agravaria al presentarse un programa de ajustes "ortodoxo", que, segun economistas independientes es el unico que puede aplicar ahora Caldera.
Dicho ajuste incluiria alzas de precios, de tarifas de servicios publicos, de impuestos y de tasas de interes, asi como una devaluacion, cese de subsidios y contencion de salarios.
En principio, solo la devaluacion influiria en la disponibilidad de alimentos, pues Venezuela importa 40 por ciento de lo que come, segun cifras de Solimano.
No obstante, habria que agregar el cese de subsidios, como es el caso de la gasolina para el transporte, y la caida en el poder de compra de los asalariados.
La investigacion de la Universidad de Los Andes, en el suroeste venezolano, sostiene que a partir de 1983 se inicio en Venezuela un "ajuste no ortodoxo", que enfrio la demanda interna y busco reducir el deficit fiscal para apuntalar la balanza de pagos.
Ese adios a la "Venezuela saudita" fue forzado por la yuxtaposicion de vencimientos en la deuda externa con la caida de los precios del petroleo, motor de la economia venezolana.
Pero hasta 1988, el ajuste no ortodoxo "se caracterizo por un fuerte apoyo a la produccion agroalimentaria nacional" y el producto agricola por habitante crecio a una tasa anual de 2,1 por ciento, superior al producto interno bruto (PIB) por habitante.
El incremento en la produccion de calorias durante ese periodo fue de 6,5 por ciento al ano, indico el estudio.
Pero con el programa de ajustes ortodoxo, cumplido a partir de 1989, "la politica macroeconomica cambio -cesaron subsidios a fertilizantes, alimentos para animales, credito y otros insumos- y la politica de proteccion a la agricultura nacional se hizo insostenible".
Adicionalmente, una reforma comercial agricola derribo barreras a las importaciones y exportaciones de bienes agroalimentarios. Como los precios reales recibidos por los agricultores venezolanos eran superiores a los del extranjero, se redujeron con la apertura y la produccion agricola cayo.
El ajuste fue pernicioso para la disponibilidad de alimentos, que habia mantenido una tendencia creciente durante los anos 70, senalo a IPS Elvira Ablan, corredactora del informe.
"Entre 1983 y 1988, siete de doce grupos de alimentos analizados presentaron un descenso de la disponibilidad", anadio.
En 1989 "se presento la disponibilidad mas baja de la decada" y, a partir de ese ano, se inicio una lenta recuperacion, pero sin alcanzar los niveles de comienzos de los 80, segun Ablan.
El indice DCH mide la disponibilidad de alimentos y nutrientes a nivel de comercio detallista. El minimo aconsejable para un pais con fuertes contrastes sociales como Venezuela es de 110 por ciento.
Sin embargo, el indice estuvo en varias oportunidades por debajo de 100 por ciento durante los anos del ajuste.
La DCH energetica crecio 1,2 por ciento al ano en el periodo 1970-1982, y decrecio la misma cifra, 1,2 por ciento por ano, en el lapso 1983-1992, segun Ablan.
En los anos del ajuste "duro", la disponibilidad de micronutrientes (calcio, hierro, vitamina A y riboflavina) fue insuficiente. Esa tendencia se revirtio en el caso del hierro y la vitamina A, ya que desde 1993 se enriquece con ellos la harina precocida de maiz, uno de los alimento de mayor consumo.
En cuanto al consumo por estratos socioeconomicos, estudios en poder de Abreu, Ablan y Gutierrez respecto a los anos de ajuste ortodoxo "muestran un deterioro del consumo energetico en los estratos III (clase media baja), IV (obreros, pobreza relativa) y V (pobreza critica)".
En sintesis, el estudio registra un impacto negativo de los programas de ajuste sobre la produccion de alimentos en Venezuela que, al no ser compensado por el mayor poder de compra de alimentos que lo acompano, "se ha manifestado en una tendencia a la disminucion del consumo de alimentos, energia y nutrientes".
Como recomendacion, junto con programas sociales compensatorios, los expertos aconsejan politicas y medidas que favorezcan "la reconversion y mayor eficiencia de la agricultura y de todo el conjunto del sistema alimentario venezolano", a fin de aumentar la produccion de alimentos. (FIN/IPS/hm/jc/he-if/95