VENEZUELA: Elecciones regionales llegan al margen de la crisis

La campana para los comicios regionales de diciembre en Venezuela comenzo mostrando figuras de relevo que intentan vencer la apatia del electorado, en tanto se soslayan las principales coordenadas de la crisis: economia postrada y disenso politico.

Unos 10 millones de venezolanos escogeran el 3 de diciembre a 22 gobernadores de estados, 362 diputados a legislaturas regionales, 330 alcaldes, 2.404 concejales y unos 1.000 otros cargos locales, segun calculos del Consejo Supremo Electoral (CSE).

A la batalla concurren desde reinas de belleza hasta militares sublevados contra el sistema hace apenas tres anos, pasando por deportistas, empresarios, sindicalistas y politicos profesionales, desde experimentados sexagenarios hasta improvisados bisonos.

Muchos de los aspirantes se muestran como relevo de las aproximadamente 200 figuras que en los ultimos 20 anos han dominado la politica local desde el parlamento, el gabinete, gobernaciones de grandes estados y cupulas de los partidos.

La abstencion es el enemigo a vencer para muchos, la clave de victorias con mayorias relativas para algunas maquinarias partidistas y, en definitiva, la clave de todo el juego.

Desde 1958 hasta 1978 las elecciones quinquenales en Venezuela fueron conjuntas para todas las instancias de poder, y hasta las presidenciales de 1988 -que dieron un segundo mandato al socialdemocrata Carlos Andres Perez- la participacion popular supero 80 por ciento, y en ocasiones 90.

Pero desde las primeras elecciones municipales separadas, en 1979, la abstencion comenzo a remontar 40 por ciento, paso de 60 por ciento en las regionales y locales de 1989 y 1992, y alcanzo a las presidenciales de 1993, con 55 por ciento de abstencion.

"En Suiza o Estados Unidos, si la mitad del pais no va a votar eso indica conformidad con la situacion, pero ese no es el caso de Venezuela ni la conducta historica" de este pueblo, dijo el dirigente socialcristiano Pedro Pablo Aguilar.

Como Aguilar, politicos y analistas reconocen, en publico o en privado, que la abstencion es muestra de descontento y protesta.

En extremos tan dispares de opinion como Perez y un ex teniente coronel que intento derrocarlo, Hugo Chavez, la abstencion es vista como "rechazo al sistema". "Se desmadeja el sistema democratico y la base de su legitimidad", dijo Perez a corresponsales.

Chavez, que agita una oposicion extraparlamentaria, llamo a "no votar". El presidente del CSE, Enrique Yespica, advirtio que "esa conducta es anticonstitucional" -el voto es obligatorio en Venezuela- y amenazo con acusar al ex comandante ante la justicia.

Pero la abstencion tendria razones mas que politicas, enrizadas con las dificultades economicas cotidianas derivadas de la superposicion de recesion durante tres anos seguidos, inflacion anualizada de mas de 50 por ciento y desempleo abierto de 12 por ciento y empleo informal de 48 por ciento.

La apatia se evidencia en falta de mitines o movilizaciones de masas en el debut de la campana, cumplido en cambio con escualidas aravanas de automoviles en las principales ciudades, actos en locales cerrados y publicidad por prensa y radio.

Los temas economicos estan ausentes, confiados al debate en las cupulas del poder acerca de las indefiniciones de politica economica, evidenciadas por ocho planes de reanimacion del aparato productivo en ano y medio de gestion de Caldera.

Otro tanto ocurre con la politica general del pais, sin que se traduzcan en consignas electorales las propuestas partidarias para apoyar o combatir la gestion de gobierno. Tampoco hay oferta de convertir a los comicios en test sobre la gestion de Caldera.

Ese aspecto, logico en una eleccion regional pura, lo es menos en un pais que en los ultimos tres anos experimento dos cruentas sublevaciones militares, destitucion y enjuiciamiento de un presidente y propuestas de superar la crisis mediante una reforma constitucional o llamando a una asamblea constituyente.

La apatia del electorado corresponderia a la percepcion de que en diciembre no se dirimira poder sino que habra un encuentro con el por parte de figuras de relevo y algunas hasta debutantes.

Los propios candidatos centran su oferta en su figura misma y en su identificacion con los temas vecinales y locales, en la politica menuda con abstraccion de las grandes coordenadas de la crisis.

Mientras eso hacen sus aspirantes, los partidos siguen reclamando, por ejemplo a proposito de las propuestas del gobierno ante la crisis fiscal, monetaria y cambiaria, que Caldera tuerza los rumbos seguidos comenzando por cambiar al gabinete.

La sordina puesta a los temas que marcan la crisis contrasta tambien con las elecciones regionales precedentes, en diciembre de 1992, una semana despues de la segunda sublevacion militar de ese ano, cuando el comicio fue presentado como prueba para reafirmar la democracia representativa en Venezuela. (FIN/IPS/hm/dg/ip/95

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