El Ministerio de Defensa de Guatemala renovo este mes un contrato semestral con una firma de Estados Unidos para desarrollar en este pais una campana de relaciones publicas, pese a que un alto oficial guatemalteco califico de "absoluto desastre" lo hecho hasta ahora por la empresa.
La campana, prevista para un periodo de 24 meses a un costo de 1,3 millones de dolares, apunta a promocionar los esfuerzos del gobierno para "reformar Guatemala", incluyendo el supuesto aumento del control civil sobre las Fuerzas Armadas.
No obstante, da la impresion de que los gobernantes civiles no han desempenado ningun papel en la firma ni en la ejecucion del contrato.
Ademas resulta ironico que dos militares de alto rango, comprometidos en este esfuerzo de relaciones publicas, hayan contribuido a empanar de nuevo la imagen que la firma contratada – R. Thompson & Company, de Washington- debia limpiar.
El contrato original fue firmado en abril por un primer periodo de seis meses, durante el cual la empresa cobro 70.000 dolares por mes. El hecho ocurrio apenas unas semanas despues de que un oficial guatemalteco fuera implicado en dos asesinatos ocurridos en Guatemala en tiempos recientes.
El militar figuraba en la lista de pagos de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, y su nombre aparecio vinculado a la muerte del posadero estadounidense Michael DeVine, que residia en Guatemala, y del jefe guerrillero Efrain Bamaca Velasquez, esposo de Jennifer Harbury, abogada de Washington.
De acuerdo con los documentos presentados por R. Thompson en la Unidad de Registro de Agentes Extranjeros (FARU) del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el proyecto se propone hacer conocer el programa reformista inspirado por el presidente de Guatemala, Ramiro de Leon.
Los documentos expresan el proposito de que "todos los funcionarios y observadores estadounidenses con interes en la situacion guatemalteca puedan conocer los pasos que el gobierno de Ramiro de Leon esta dando para reformar el pais".
A tal fin, la empresa "divulgara informes de prensa, libros blancos y otros documentos", y de tanto en tanto, "informara a funcionarios del gobierno de Estados Unidos, el Congreso, grupos de interes y medios de comunicacion".
En el momento de la firma del contrato, los ejecutivos de R. Thompson subrayaron que el contrato se hacia con el gobierno de Guatemala, no con el ejercito, pese a que su expediente en FARU establece claramente que la empresa fue contratada "a traves del Ministerio de Defensa".
En la carta que el presidente de la firma, Robert J. Thompson, envio al entonces ministro de Defensa, general Mario Rene Enriquez, tampoco se menciona la presencia de ningun representante presidencial en una reunion que se habia realizado en Ciudad de Guatemala el 7 de abril para negociar el contrato.
Sin embargo, la firma ha indicado que el coronel Otto Noack Sierra, representante de De Leon en la comision presidencial de derechos humanos, es su principal contacto en Guatemala.
Preguntado recientemente, en Washington, acerca del contrato con R. Thompson, un alto funcionario civil guatemalteco dijo con enfasis que "no tengo nada que ver con eso, eso corresponde al Ministerio de Defensa", sin perjuicio de confirmar que el contrato ha sido renovado.
El contrato original preve tres renovaciones semestrales, a un costo de 50.000 dolares por mes, mas gastos. (FIN/IPS/tra-en/pz/yjc/arl/ip/95