Una acusacion del ex narcotraficante Miguel Villavicencio contra Victor Paz Estenssoro, cuatro veces presidente de Bolivia, desperto sospechas de una conspiracion de doble origen: el narcotrafico y la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).
En una entrevista televisiva difundida el fin de semana desde Miami, Villavicencio, un ciudadano boliviano protegido por la DEA, afirmo que Paz Estenssoro recibio dinero del narcotrafico para financiar la campana electoral de 1985, que lo llevo al poder por cuarta vez.
Segun Villavicencio, ex cantante y ex predicador, el ex presidente habria recibido en 1985 dos millones de dolares del narcotraficante boliviano Jorge Roca Suarez, alias "Techo de Paja", encarcelado en Estados Unidos.
Las acusaciones despertaron la ira del gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario, el partido de Paz Estenssoro, quien, con 83 anos y retirado de la vida politica, goza de popularidad y respeto en este pais.
"El narcotrafico ha sacado sus garras para atacar a nuestro pais, a sus instituciones y a sus hombres", sostiene un comunicado del Ministerio de Comunicacion difundido este miercoles.
Los narcotraficantes "filtran noticias", "hacen aparecer a delincuentes como poseedores de la conciencia moral de la Republica" y "se permiten senalar con el dedo acusador a verdaderos simbolos de la dignidad nacional", agrega.
Para el gobierno, "estos delincuentes, que habian desaparecido hace muchos anos de los medios de comunicacion, reaparecen en el momento preciso en que Bolivia asesta el mayor golpe al narcotrafico en toda su historia".
El comunicado se refiere a la detencion en Lima en septiembre pasado de un avion boliviano que cargaba cuatro toneladas de cocaina refinada con destino a Mexico.
Este golpe, coordinado por las policias de Bolivia y Peru, y la DEA, permitio el desmantelamiento de la red de narcotraficantes al mando de Luis Amado Pacheco, "Barbachoca", que habia embarcado la droga incautada en la capital peruana.
Pero al mismo tiempo se registraron acusaciones contra policias y altas autoridades del gobierno y parlamento presuntamente involucrados con la banda, asi como contra la fuerza antidroga por negligencia.
Las imputaciones de Villavicencio constituyen el capitulo mas reciente de una "narconovela" con final impredecible, que tiene como protagonistas a dirigentes opositores y oficialistas que han encontrado en el caso la oportunidad para ganar reditos politicos.
Mientras el gobierno sostiene que se trata de una "conspiracion orquestada por el narcotrafico" contra Bolivia, algunas personalidades del oficialismo responsabilizaron de la conspiracion a la DEA.
Juan Del Gramado, presidente de la Comision de Derechos Humanos de la Camara de Diputados, acuso a la DEA de estar detras de las declaraciones de Villavicencio contra Paz Estenssoro, lo que constituiria "una tenebrosa conspiracion" contra Bolivia.
"Tenemos que estar alerta frente a la accion de la DEA que, por su condicion de agencia de Estados Unidos, pretende manipular al pais", dijo Del Granado.
El Ministerio de Comunicacion se apresuro a aclarar que el parlamentario efectuo esas declaraciones "a titulo personal".
Mientras tanto, la cancilleria de Bolivia solicito al gobierno de Estados Unidos datos sobre Villavicencio.
Paralelamente, el Senado pidio este martes a la cancilleria que solicite la extradicion de Villavicencio para que responda en Bolivia por sus acusaciones. (FIN/IPS/jcr/mj/ip/95
