La V Cumbre Iberoamericana, que concluyo hoy en esta ciudad del sur de Argentina, opero de modelo negativo en un plano: el de la informacion.
Entre los cientos (alrededor de mil) periodistas presentes en el encuentro predomino un sentimiento: el del alejamiento de la fuente de informacion.
Un periodista espanol que "cubrio" las cuatro cumbres precedentes dijo a IPS que nunca como en esta ocasion habia "soportado tan malas condiciones de trabajo".
El "alejamiento" de los periodistas fue, antes que nada, fisico: la "carpa de prensa" fue instalada a unos 300 metros del paradisiaco hotel Llao Llao, donde se celebraron las deliberaciones y al cual, salvo contadisimas excepciones, no se tenia acceso.
No en vano al Llao Llao se lo llamo "el Olimpo".
"Se monto un cerco de hostiles garantias", comento el enviado especial de un periodico colombiano al diario local "Rio Negro".
Las medidas de seguridad para proteccion de los jefes de Estado y de gobierno y las delegaciones de los 21 paises participantes no fueron sin embargo el principal obstaculo que debieron enfrentar los periodistas en su trabajo.
Una imagen frecuente en "La Siberia" – – como se llamo a las instalaciones del centro de prensa, no tanto por el frio sino por su emplazamiento – – fue la de los periodistas abalanzandose sobre los pocos voceros de delegaciones oficiales que fueron a su encuentro.
En los cuatro dias que duraron las deliberaciones entre negociadores, cancilleres, jefes de Estado y de gobierno, los ministros que se acercaron a "La Siberia" pudieron contarse con los dedos de una mano.
Pudo notarse la presencia de dos cancilleres, el de Argentina, Guido Di Tella, y el de Uruguay, Alvaro Ramos, algun otro ministro y unos pocos encargados de las negociaciones economicas.
Una pantalla de television gigante y una veintena de monitores proyectaron la mayor parte del tiempo imagenes turisticas de Bariloche. La instalacion de la reunion de cancilleres se transmitio sin sonido.
Los comunicados de prensa brillaron por su ausencia. Tambien fueron comunes las ruedas de prensa suspendidas.
Algunas restricciones se fueron suavizando con el correr de los dias, a solicitud de los periodistas, pero la conclusion en "La Siberia" fue unanime: "Como en Bariloche, nunca".
Hubo tambien quienes se aventuraron en analisis mas globalizantes y consideraron que, en realidad, lo sucedido en esta cumbre es sintoma de una evolucion: la cada vez menor transparencia de las conferencias internacionales, que tienden en cambio a aumentar en aparatosidad y lujo.
Antes de la cumbre de presidentes y jefes de gobierno, los periodistas tuvieron su propia cumbre en Buenos Aires, organizada por su Federacion Latinoamericana (FELAP), el Sindicato de Prensa de Portugal y la Union de Periodistas de Espana.
El comunicado final de ese encuentro, distribuido este lunes en Bariloche, reclama a los paises iberoamericanos la adopcion de leyes que garanticen "el mas amplio ejercicio del periodismo en todos los niveles, conforme a la etica y responsabilidad social del mismo".
Pero fueron mucho mas alla: "Nos preocupa que (sobre) el fenomeno de las telecomunicaciones, las fusiones que constituyen las megaempresas de comunicacion y la expansion de las trasnacionales en el area, (estas cumbres) no hayan abordado la cuestion con la energia e importancia que requiere".
En el marco de una condena al modelo de sociedad, inspirado por "la filosofia del capitalismo salvaje y su instrumento en la actual etapa historica, el neoliberalismo", los sindicatos de periodistas reclamaron politicas que se opongan a "la hegemomia informativa" de los grandes medios.
Los periodistas iberoamericanos miraron tambien "hacia adentro" del sistema de comunicacion.
"La feroz guerra desatada por la conquista de mercados en la que estan involucradas gigantescas empresas de telecomunicacion" perjudica al "sistema democratico de la informacion, haciendose cada dia mas incierto el discurso referido a la pluralidad informativa", indicaron. (FIN/IPS/dg/mj/ip-cr/95
