Las mujeres costarricenses han empezado a sacar la basura oculta bajo la alfombra de aparente democracia y bienestar que cubre a este pais, para hacer emerger el submundo de la violencia intrafamiliar.
Durante cuatro anos y hasta hace seis meses, el sol se apago para Ligia, una joven de 20 anos, y su hija, presas durante todo ese tiempo de su esposo y padre, en una jaula en un poblado rural de Costa Rica.
El caso constituye, a juicio de organizaciones femeninas, una de las mas atroces agresiones contra la mujer que se haya dado en Costa Rica, donde el trabajo de organizaciones no gubernamentales y del Estado esta haciendo visible el problema social.
En este pais que, paradojicamente, ocupa el tercer lugar en America Latina en gasto social y esta clasificado como una nacion de alto desarrollo humano en los indices de Naciones Unidas, se conocen aproximadamente 322 casos mensuales de agresion fisica, sexual o psicologica contra las mujeres.
Zayra Salazar, directora de la Delegacion de la Mujer, dependencia adscrita al ministerio de Gobernacion, dijo a IPS que de enero a marzo se cuadruplico el numero de casos con respecto al segundo semestre del ano pasado.
Salazar considera que la causa de la agresion no es la situacion economica, el alcoholismo o el uso de drogas, sino los patrones patriarcales de la sociedad costarricense, pero senalo que, ciertamente, esos elementos funcionan como agentes facilitadores de la violencia intrafamiliar.
El problema ha estado oculto por decadas porque se ha considerado de indole privada y porque existe frialdad en el ambito judicial y policial frente a estos casos, y es recien ahora que muchas mujeres se atreven a denunciarlos, senalo.
Hay ejemplos pateticos de esta situacion. En 1994 Lila Chavarria, de 34 anos, fue asesinada de un balazo frente a sus tres hijos. A finales de 1992 habia denunciado las golpizas de su esposo y sus amenazas de matarla, pero la policia hizo caso omiso de sus denuncias.
Otra mujer, Maria, fue victima mortal de su marido y de la indiferencia policial frente a la violencia contra las mujeres.
Ella sabia que su esposo la iba a matar. En nueve ocasiones lo denuncio porque la habia golpeado y apunalado, pero nadie le hizo caso. Despues de varios dias preso, el hombre fue excarcelado y, finalmente, a principios de ano, asesino a su companera.
Por eso, dijo Salazar, el trabajo de las organizaciones estatales y privadas encargadas de velar por los derechos de la mujer se centra ahora en denunciar estos casos, hacerlos publicos, para buscar un cambio de actitud de los cuerpos policiales, judiciales y de las mujeres mismas.
El cautiverio de cuatro anos de Ligia y su hija no trascendio a la prensa porque la victima no quiso, motivada fundamentalmente por una de las mas severas y comunes consecuencias de la agresion: la perdida total de la autoestima.
La joven fue rescatada por la Delegacion de la Mujer en virtud de una denuncia de un vecino.
Cuenta Salazar que Ligia fue alimentada durante esos cuatro anos como si fuera una gallina. Cuando fue liberada tenia el pelo por la cintura y su hija, entonces de cuatro anos, presentaba las caracteristicas de una nina que ha crecido en aislamiento total, y un cuadro de desnutricion y anemia proximos a la leucemia.
La muchacha conto que su marido decidio encerrarla para que no pudiera salir a la calle y ver hombres.
Aunque se levantaron contra el cargos de violacion agravada de libertad contra el individuo, el marido de Ligia fue excarcelado por os tribunales luego de haber alegado que nunca llevo a cabo una agresion fisica.
"A las mujeres no se les dice nunca que tienen el derecho legal de atestiguar contra sus maridos cuando el delito que cometen es contra ellas mismas o sus hijos", senalo Salazar.
Pero la situacion puede cambiar porque la informacion empieza a llegar hasta las victimas de la violencia.
Ahora la Delegacion de la Mujer y organizaciones no gubernamentales reciben casos de mujeres que despues de 20 o 30 anos de agresiones por parte de companeros se atreven a denunciarlo.
"Creian que era obligacion aceptar esa situacion, porque crecieron viendo como su papa le pegaba a la mama o porque nunca tuvieron informacion sobre sus derechos", senalo la abogada Salazar.
El incremento de las denuncias sobre violencia hogarena parece ser tambien resultado de una campana iniciada por la esposa del presidente Jose Maria Figueres, Josette Altman.
"La paz empieza en el hogar", es el "eslogan" de la campana que inicio Altman hace dos meses en los medios de comunicacion y en la cual tambien se instruye a las mujeres sobre lo que pueden hacer en caso de agresion.
El caso conocido mas reciente de violencia fisica contra una mujer se produjo el 26 de septiembre, cuando un hombre amputo el brazo derecho de su esposa y la amenazo con "hacerla trocitos" cuando saliera de prision.
Pero, al menos esta vez, no sera facil. Los tribunales parecen haber escuchado las suplicas desesperadas de Fatima y han prometido que no se le concedera a su marido la excarcelacion.
Aunque no todos tienen el ingrediente de violencia fisica extrema que muestran los casos de Ligia, Maria o Fatima, el Organismo de Investigacion Judicial estima que 80 por ciento de las mujeres sufren algun tipo de agresion.
Costa Rica tiene 1,5 millones de mujeres, es decir, la mitad de la poblacion. (FIN/IPS/mso/dg/pr/95)