En un mensaje a las mujeres del mundo difundido hoy, el Papa Juan Pablo II denuncio la persistencia de graves violaciones a los derechos femeninos y admitio la responsabilidad de la Iglesia en esa materia.
El documento, fechado el 29 de junio pero publicado este lunes por el Vaticano, sostiene que la Conferencia Internacional sobre la Mujer que se efectuara en septiembre en Beijing debe ser ocasion para promover la plena igualdad de derechos entre ambos sexos.
"Somos lamentablemente herederos de una historia de enormes condicionamientos, que en todo tiempo y en toda latitud han hecho dificil el camino de la mujer, desconocida en su dignidad", indica.
"No han faltado, en determinados contextos historicos, responsabilidades objetivas tambien en no pocos hijos de la Iglesia, lo cual me disgusta sinceramente", destaca Karol Wojtila en su mensaje.
El documento, que consta de 16 paginas, fue presentado como la mayor contribucion del Vaticano a la Conferencia de Beijing.
Las mujeres, sostiene el texto, no gozan en gran parte del mundo de un acceso equitativo a la educacion y se ven expuestas a "una subvalorizacion, al desconocimiento e incluso a la expropiacion de su aporte intelectual".
Su trabajo ha sido a menudo desconocido y despreciado, al punto que la humanidad tiene con ellas "una deuda incalculable".
Hasta ahora la mujer ha sido mas valorizada "por su aspecto fisico que por su competencia o su profesionalidad", considera.
Para la Iglesia, entre hombres y mujeres no puede haber diferencias.
"La mujer es el complemento del hombre, como el hombre es el complemento de la mujer", senala el Papa, llamando a realizar un "acto de justicia con la mujer" compensandola por todas las ofensas sufridas.
A igual trabajo que los hombres las mujeres deben gozar del mismo salario y de las mismas oportunidades de progresion en sus carreras, al tiempo que las trabajadoras madres deben ser protegidas, senala el maximo jerarca catolico.
Ratificando la exclusion de la mujer del sacerdocio, Juan Pablo II niega que se trate de una actitud discriminatoria.
"Las verdaderas discriminaciones que afectan la dignidad de la mujer son por el contrario aquellas que vienen del mundo del trabajo y de la sociedad, la violencia sexual y la prostitucion", asegura.
Refiriendose a la practica del aborto, que insiste en condenar como un "gran pecado", el Papa afirma no obstante que "antes de ser una responsabilidad de las mujeres es un crimen del hombre y de la complicidad del ambiente". (FIN/IPS/jp/dg/pr-cr/95
