La decision de un ala disidente de la organizacion guerrillera peruana Sendero Luminoso de continuar con la lucha armada marcaria una "etarrizacion" de ese movimiento insugente, consideran analistas locales.
Esa apreciacion fue formulada, entre otros, por los sociologos Alberto Panessi y Raul Serrano.
Ambos investigadores analizaron para IPS la confrontacion surgida en el interior de Sendero Luminoso entre quienes aceptan la propuesta de paz planteada en 1993 desde la prision por el lider historico senderista Abimael Guzman, y los seguidores del "camarada Feliciano", que persisten en la lucha armada.
Las dos facciones protagonizan una aspera confrontacion ideologica, que se refleja en los apelativos peyorativos que cada una de ellas usa para referirse a su rival.
Los felicianistas se refieren a sus adversarios como "conciliadores de derecha" y los guzmanistas califican a los partidarios de "Feliciano" de "liquidacionistas de izquierda".
La diferencia es radical entre las dos lineas, pero no ha provocado una division oficial y ambos movimientos se siguen considerando parte de la organizacion politica maoista surgida de la escision historica del Partido Comunista a comienzos de la decada pasada.
De acuerdo con la interpretacion de Panessi y Serrano, el repliegue ordenado por Guzman ante el avance militar de las fuerzas gubernamentales, a la espera de que surja nuevamente un "reflujo revolucionario", se ajusta a las ensenanzas de Mao Zedong para impedir la liquidacion del partido.
En cambio los disidentes encabezados por Oscar "Feliciano" Ramirez se apartan de la ortodoxia maoista y asumen una linea similar a la de los separatistas vascos de la ETA, que se distancio del marxismo en 1966 "y se desideologizo al punto de convertir a la violencia en su unica formulacion politica".
"No se puede entender a Sendero Luminoso sin tomar en cuenta su sustento ideologico y politico, el maoismo. Solo asi se puede entender el significado de las frases encontradas en sus documentos y consignas y tratar de anticipar su proxima conducta", senala Panessi.
"Los seguidores de Guzman llaman 'liquidacionistas' a los desidentes, porque consideran que ponen en peligro a su partido al no acatar la maxima de Mao: cuando el enemigo avanza debes retroceder, cuando el enemigo retrocede debes avanzar", dice por su parte Serrano.
Siguiendo el razonamiento maoista, al fracasar en 1992 su ofensiva contra Lima, que debia segun sus planes originar el llamado "equilibrio estrategico" previo al asalto final, y desarticulado su movimiento y apresados sus lideres, Guzman propuso un repliegue a fondo y a largo plazo.
"Esta concepcion maoista no ha sido comprendida por 'Feliciano', quien incurre en lo que Lenin denomino 'ultraizquierdismo infantil' porque arriesga el futuro de la organizacion", comenta Panessi.
"Guzman no ordena a sus partidarios convertirse en un partido de accion electoral, sino recomenzar el trabajo de adoctrinamiento, mediante escuelas populares, que habian abandonado, para formar nuevos cuadros dirigentes y reestructurar en el largo plazo su aparato revolucionario", expresa.
Por su parte, los felicianistas estiman que sus actos de violencia politica apresuran la maduracion politica, que les permitira reproducir las condiciones insurgentes que desaparecieromn tras la victoria militar de las fuerzas del gobierno del presidente Alberto Fujimori entre 1992 y 1993.
"Por otro lado, como lider disidente, Feliciano se siente obligado a demostrar que tiene presencia, pero como sus objetivos politicos no son muy claros, porque su nivel ideologico es menor que el de Guzman, no tiene otra respuesta que la accion terrorista", estima Panessi.
Los "felicianistas" son responsables del aparente resurgir militar de Sendero Luminoso, tal cual lo demostraria el reciente atentado contra un centroco hotel, en Lima, y otros hechos de esa indole. (FIN/IPS/al/dg/ip/95
