En Uruguay, la inflacion medida en dolares, condiciona la competitividad del pais frente a Argentina y Brasil, los dos socios mayores del pais en el Mercado Comun del Sur (Mercosur) y destinos clave para las exportaciones nacionales.
"La alta inflacion en dolares cambia las reglas de juego" porque eleva los costos y afecta la competencia, dijo a IPS un dirigente de la Camara de Industrias del Uruguay (CIU).
El tipo de cambio ha sido utilizado ultimamente por los planes de estabilizacion de la economia uruguaya como un ancla de los precios.
La politica cambiaria ha inducido una devaluacion de alrededor de dos por ciento mensual, de forma que la inflacion converja a ese nivel y se logre un aumento anual de precios de 28 por ciento, mas la inflacion internacional.
No obstante, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) no ha cedido y ha superado siempre el ritmo devaluatorio.
La inflacion medida en dolares uruguaya es la mas alta del Mercosur. En 1990 fue de 16 por ciento, 15 en 1991, 12,6 en 1992, 20,8 en 1993, 13 en 1994 y este ano se mantiene en 15 por ciento.
Las corrientes comerciales son el reflejo de este panorama, que ha determinado continuos reclamos de los empresarios e intentos de solucion del gobierno mediante incentivos a las exportaciones y proteccion a la industria.
Mientras en 1992 las exportaciones hacia Argentina fueron el motor de la economia uruguaya, a mediados de 1993 la implantacion del Plan Real en Brasil determino una mejora sustancial de la capacidad de competencia de Uruguay frente a este pais.
"Ese efecto positivo se mantuvo durante los primeros meses de este ano y las exportaciones uruguayas salieron de un nivel de estancamiento, en torno a los 1.600 millones de dolares, para superar los 2.000 millones", dijo a IPS el economista Nelson Fernandez Salvidio.
Ese crecimiento de las ventas al exterior se produjo por un fuerte incremento de la demanda de Brasil y tambien de China.
En el primer trimestre de 1995 Brasil, el mayor pais del Mercosur, se convirtio en el principal socio comercial de Uruguay, al adquirir 32 por ciento del total de las exportaciones del pais.
Sin embargo, en abril y mayo el crecimiento se detuvo.
Semanas antes de asumir el gobierno del presidente Julio Sanguinetti, en marzo pasado, el temor de unos y la esperanza de otros estaba centrada en una eventual devaluacion que modificara la actual situacion.
Miles de uruguayos estan endeudados en la divisa estadounidense como resultado de la fuerte dolarizacion de la plaza interna.
"Los uruguayos utilizan cada vez menos su moneda, y solo para transacciones menores. Si hubiera una crisis cambiaria provocaria una situacion traumatica, pero nada indica que ello pueda ocurrir", dijo Alfredo Varela, presidente de la Camara de Comercio.
Durante la campana paara las elecciones de noviembre pasado, Sanguinetti y sus partidarios habian puesto en evidencia el "retraso" cambiario del peso frente al dolar y se habia alimentado la expectativa de una fuerte devaluacion.
Sin embargo, tras el triunfo de Sanguinetti, el nuevo presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Ricardo Pascale, ratifico la politica cambiaria del anterior gobierno.
Parte de esa decision deriva de la situacion politica interna, que obligo al victorioso Partido Colorado, de Sanguinetti, a buscar un acuerdo de gobierno con el Partido Nacional, que lo habia precedido en el ejercicio del poder.
La nueva administracion dijo que su objetivo seria reducir la inflacion.
En 1944, los precios crecieron 44,11 por ciento y lo hicieron en 12,6 en los cuatro primeros meses de este ano.
En mayo, el gobierno de coalicion entre colorados y nacionalistas logro la aprobacion parlamentaria de una ley destinada, segun sus promotores, a mejorar la competividad de la industria local mediante la reduccion de sus costos. (FIN/IPS/rr/dg/if/95
