La huelga de los petroleros brasilenos cumplio hoy 30 dias de duracion, sin un acuerdo para su fin a causa de 104 despidos anunciados por el gobierno.
Negociaciones indirectas, auspiciadas por un grupo de 15 parlamentarios, permitieron vislumbrar un final, con el ministro de Minas y Energia, Raimundo Brito, aceptando dos reclamos de los huelguistas: dividir en varios meses el descuento de los dias sin trabajar y reanudar negociaciones sobre salarios.
Pero el ministro rechazo definitivamente este jueves la tercera condicion requerida por los petroleros, la anulacion de los despidos.
Por otra parte, el presidente de la Federacion Unica de los Petroleros, Antonio Carlos Spis, dejo claro que la huelga solo se interrumpira tras un compromiso formal de Petrobras, empresa estatal del sector, de no hacer efectivos los despidos anunciados.
Los dirigentes de la huelga dijeron no temer la amenaza gubernamental, difundida por radio y television, de despedir "por justa causa" a todos quienes no vuelvan inmediatamente al trabajo, ya que la legislacion brasilena define la ausencia de 30 dias como "abandono del empleo".
Solo 10.000 de sus 45.700 empleados siguen en huelga, segun la Petrobras. Pero la extraccion de petroleo crudo se mantiene en cerca de 55 por ciento del normal y el refinamiento recien supera 40 por ciento, segun la propia empresa.
En Sao Paulo, la mayor ciudad del pais, 80 por ciento de las gasolineras no disponen de combustibles para la venta. Colas de varios kilometros se despliegan permanentemente ante las distribuidoras de gas de cocina y muchos camiones y autobuses suspendieron sus viajes por falta de combustible diesel.
La actividad economica del pais va disminuyendo por la escasez de combustibles, tanto para transportes como para uso industrial.
Luis Inacio Lula da Silva, presidente del Partido de los Trabajadores (PT) y fundador de la corriente sindical a que pertenecen los petroleros, dijo este jueves en Sao Paulo que "ya se perdio la hora de poner fin a esa huelga", en una critica a los dirigentes del movimiento.
Pero manifesto su solidaridad con los petroleros, respetando su derecho de decidir sobre los rumbos de la huelga y condenando el gobierno por su intransigencia al rechazar negociaciones. (FIN/IPS/mo/ag/ip/95