La renuncia del presidente del Banco Central, Persio Arida, pone al Plan Real, del que el fue uno de los creadores, en un nuevo nivel: salen los inventores de soluciones ingeniosas y entran los burocratas conocedores de la maquina estatal.
Arida, considerado uno de los mas brillantes y audaces economistas brasilenos, tuvo papel preponderante en la elaboracion del actual plan de estabilizacion economica.
El ingenioso mecanismo pensado para hacer la transicion entre la antigua moneda -el cruzeiro real-, totalmente corroida por la inflacion, y una nueva moneda fuerte y valorizada -el real- fue ideado por el.
Arida, considerado un excelente creador pero un desastre a la hora de poner en practica sus invenciones economicas, no soporto las presiones politicas y el cronicamente atascado funcionamiento de la burocracia que sobrevive en el gobierno.
"Es algo muy duro y sordido. No tengo alma de burocrata para soportar esta vida de empleado publico", se quejaba frecuentemente a sus colaboradores.
El ex presidente del Banco Central consideraba vital para la estabilizacion del pais la privatizacion de los bancos provinciales, como Banespa de Sao Paulo y Banerj de Rio de Janeiro, con deudas superiores a 10.000 millones de dolares.
En la pulseada con los gobernadores de esos estados, Arida perdio y decidio arrojar la toalla. Con eso, del grupo original que ideo el Plan Real solo quedan tres en el gobierno: los economistas Pedro Malan, Edmar Bacha y Gustavo Franco.
En los puestos ocupados antes por los creadores, empiezan a ser nombrados operadores, un hecho que ha suscitado muchas dudas y temores.
En todos los programas de estabilizacion exitosos del continente, como es el caso de Chile, siempre hubo una combinacion de teoricos brillantes con operadores eficientes y determinados.
Pero en Brasil la estabilizacion aun no se ha consolidado y depende de muchos cambios que recien ahora empezaran a ser estudiados y votados por el Congreso Nacional.
"Seguiremos necesitando a los 'magos' para lo que se viene", advirtio el diputado y economista Roberto Campos, con la experiencia de quien comando la estabilizacion economica brasilena al final de la decada de 1960.
El gran problema que se presentara en el futuro es la reforma fiscal. Actualmente, los brasilenos pagan 58 impuestos diferentes y aun asi los recursos son insuficientes para invertir en el desarrollo del pais.
Es necesaria, por tanto, una reduccion significativa en el numero de tasas y un aumento de la recaudacion, basado en la ampliacion del numero de contribuyentes, una propuesta facil de plantear, pero muy dificil de poner en practica.
El propio ministro de Hacienda, Pedro Malan, sabe lo que le aguarda.
"Reformar el Estado y el sistema fiscal exigira un esfuerzo tan grande como el que fue hecho para que la inflacion cayese de 50 por ciento al mes a poco mas de dos por ciento", reconocio.
Brasil, como la mayoria de los paises en desarrollo, no dispone de la abundancia de inteligencia y creatividad que caracteriza a economistas del nivel Arida.
Los operadores que ahora empiezan a ocupar puestos estrategicos en el comando de la economia decididamente no tienen la envergadura necesaria para realizar grandes virajes.
"Esa renuncia a los talentos es un claro indicio de que nuestros riesgos aumentaran", advirtio el ex ministro de Hacienda y actual diputado, Delfim Neto. (FIN/IPS/ac-rb/ag/if/95