Un arbol tiene dos precios que podrian parecer contradictorios: uno para el ecosistema y otro para el mercado.
En medio de la corriente del llamado desarrollo sostenible, cientificos en Costa Rica pregonan que es posible sacar provecho economico del bosque con la tala controlada de arboles, sin danar el ambiente.
Jose Menendez, mas conocido como El Gallego, es uno de los pioneros en este camino. En la Finca Espana – – su propiedad en Baja Talamanca, en el sureste de Costa Rica – – El Gallego ha abierto trocha no solo en la montana sino tambien en la mente de quienes piensan que el bosque estorba el desarrollo.
Su finca, de bosque virgen, esta sometida a un regimen forestal: en vez de talar a diestra y siniestra, y dejar la montana pelada, corta unicamente los arboles que un grupo de cientificos le recomienda, previendo la recuperacion natural del bosque.
"Compre esta finca de 144 hectareas hace cuatro anos. Me costo dos anos elaborar el plan de manejo y conseguir todos los permisos, y otros dos hacer la trocha de dos kilometros, montana arriba", relato mientras paseaba por zonas ya aprovechadas en donde quedan muchos arboles en pie.
Aunque las actuales politicas forestales de Costa Rica permiten un aprovechamiento de un maximo de 60 por ciento del volumen comercial existente, en este caso aprovecha un porcentaje menor, entre 30 y 40.
En la misa zona que El Gallego, el tecnico forestal Luis Rodriguez tiene una finca mas pequena, de 12 hectareas.
"Este es mi almacen, mi farmacia y mi banco. Tengo ahi suficiente madera como para pagar la universidad de mi hijo", indico.
Pero no solo se trata de iniciativas individuales en el manejo sostenible del bosque, sino de agrupaciones pequenas y grandes que apoyan a los duenos de las fincas.
Rodriguez pertenece a la Asociacion de Conservacion y Desarrollo Forestal de Talamanca, mientras El Gallego es miembro de la Asociacion de Industriales y Reforestadores del Atlantico (ASIREA), region en la que se ubica Baja Talamanca.
Con el objetivo de promover el desarrollo del sector forestal con programas productivos y de conservacion entre sus asociados, ASIREA maneja una superficie cercana a 2.900 hectareas, pertenecientes a los socios, y reforesta en 450 hectareas.
Esa asociacion es apoyada a su vez por el Proyecto Reforma, de alcance nacional, creado en 1993 por convenio entre el gobierno nacional y la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos para realizar un plan de rescate de los bosques naturales que subisten en el pais y otro de practicas adecuadas de manejo forestal.
Para ello se ha contado con el trabajo de expertos en la materia. El ingeniero Juvenal Garita, del Instituto Tecnologico de Costa Rica y encargado del componente cientifico de Reforma, destaco que el aprovechamiento del bosque es una actividad como cualquier otra.
El problema es que no se entiende que la actividad forestal bien hecha es tanto o mas sostenible que la agricultura o la ganaderia. Cortar arboles no significa necesariamente destruir el bosque, indico.
Segun Garita, si se considerara a la actividad forestal como una plantacion de pinas o tomates, el trabajo de los motosierristas y tractoristas se veria como el del cosechador que efectua una extraccion en la epoca correcta sabiendo que eso no agotara el recurso.
Para El Gallego, los numeros son sencillos y la actividad puede competir con cualquier otra si se le da importancia.
Segun sus calculos, con el aprovechamiento racional saca 6.000 pulgadas de madera en promedio de una hectarea, lo cual deja una ganancia de 508 dolares por hectarea, de acuerdo con el costo actual de la madera.
Una hectarea debe trabajarse cada quince anos, para dejar que la naturaleza haga la labor de recuperacion. Como tiene mas de cien hectareas, El Gallego sabe que cuenta con una inversion de por vida.
En gran escala, se sabe que el negocio de los arboles puede ser muy alentador.
Chile, por ejemplo, tiene exportaciones forestales por 1.500 millones de dolares anuales, segun datos del Instituto Forestal de ese pais. El peligro, segun advierten los ecologistas, es que el recurso se agote.
Las cifras que presenta el proyecto Reforma advierten del peligro. Hay 200.000 hectareas de bosque en Costa Rica fuera de las areas protegidas (11 por ciento del territorio nacional).
A un ritmo de deforestacion de 18.000 hectareas anuales como el actual, en diez anos el pais tendria apenas 20.000 hectareas de bosque.
No seria mala idea probar lo que nunca se ha probado: una combinacion de control efectivo, educacion y concientizacion y una lucha concertada por lograr que se pague al finquero y dueno del bosque lo que cada arbol vale, resalto Roberto Herrscher, encargado de comunicacion de Reforma.
Mas aun, los esfuerzos caminan hacia dar estimulo para que el bosque tenga tambien una razon economica de ser, pero, como dice el industrial maderero Roberto Rodriguez, los primeros arboles se deben sembrar en la cabeza de las personas. (FIN/IPS/im/dg/en/95