Las reciprocas acusaciones que se formularon hoy Ecuador y Peru de haber roto el alto al fuego y seguir movilizando tropas en el area de conflicto refuerzan la impresion de que el acuerdo de paz es sumamente precario.
Las mutuas denuncias fueron difundidas este martes, el mismo dia previsto para la llegada de los observadores extranjeros al area de conflicto.
Analistas militares y observadores civiles peruanos coinciden en que los delegados, 10 por cada uno de los cuatro paises garantes del Protocolo limitrofe de 1942, no podran conducir a las dos naciones beligerantes a negociaciones efectivas para una paz duradera.
"Las ambiguedades inevitables del documento de paz firmado en Brasilia el viernes pasado permiten que tanto Ecuador como Peru puedan decir que el texto respeta sus puntos de vista, pero tambien mantienen inalterables las posiciones antagonicas", comento el general y ex canciller Edgardo Mercado Jarrin.
"Si los gobiernos de los dos paises mantienen sus posiciones antagonicas, no habra solucion. En ese caso, el desenlace menos malo sera una desgastante paz armada y el mas lamentable una guerra declarada", declaro Mercado, director del Instituto de Estudios Estrategicos y Geopoliticos.
"Hasta ahora, el gobierno civil (del presidente Alberto Fujimori) ha limitado a las fuerzas armadas peruanas dentro de las fronteras, pero si fracasa la mision de los observadores me imagino que el nuevo estallido belico ya no se circunscribira al foco que tuvo el conflicto", anade.
Mercado fue muy atacado hace 20 anos por su tesis de forzar militarmente a Ecuador a poner los hitos que faltan, en 78 kilometros de demarcacion inconclusa, mediante la captura de una "prenda territorial".
"No quisiera que ocurra, pero si la diplomacia fracasa en el objetivo politico de conseguir que Ecuador acepte poner fin al conflicto poniendo los hitos volveremos a necesitar tener capacidad disuasiva para impedir que se vuelvan a infiltrar por nuestras fronteras sin demarcar", advirtio.
En cuanto a que la comision de observadores de los cuatro garantes (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos) pueda imponer el respeto al alto del fuego acordado y luego promover condiciones de paz estable, los analistas civiles consultados por IPS son escepticos.
"Las tropas estan ahi, cruzadas en el mismo territorio. Los dos gobiernos insisten en que sus soldados controlan la zona, pero no pueden demostrarlo y lo que parece cierto es que ninguno de ellos puede sacar al otro en esa jungla pantanosa", comenta la sociologa Imelda Vega.
"Cada uno de los ejercitos esta tratando de sacar a su adversario antes de que lleguen los observadores militares y diplomaticos extranjeros. En esas condiciones no sera facil ni siquiera que puedan puedan instalarse los observadores", sostiene el analista Raul Serrano.
El presidente de Ecuador, Sixto Duran-Ballen, "ha expresado como entiende la separacion de fuerzas acordada: con presencia en la zona de oficiales de su ejercito y policias, a los que intentara exigir que se les reconoza condicion de autoridades locales. Obviamente, Peru no lo aceptara", anadio.
Segun la periodista Sol Carreno, en este conflicto en el que algunos lugares cambian de nombre y los nombres cambian de lugar, en los proximos dias Ecuador y Peru iniciaran una guerra de nomenclatura geografica.
"Puede parecer ridiculo, y tal vez lo es, pero Ecuador dira esta es nuestra base Tiwintza, la que siempre hemos mantenido bajo nuestro control, y Peru exhibira otra Tiwintza, una zona que afirma haber recuperado y a la que los soldados ecuatorianos asedian hostilmente", indico.
Rafael Roncagliolo, director del Instituto Para America Latina (IPAL), comparte la tesis de que la guerra no ha acabado y que podria reactivarse con riesgo de una escalada.
No obstante, opina que los gobiernos de Quito y Lima podrian llegar a aprovechar que sus respectivas poblaciones estan madurando hacia la idea de una solucion basada en el tratado fronterizo de 1942. (FIN/IPS/al/dg/rp/95