El canciller de Colombia, Rodrigo Pardo, afectado por el sindrome de la aprobacion o rechazo de Estados Unidos a la lucha antidrogas de este pais, dio hoy un pronostico incierto sobre el resultado de una semana de gestiones en Washington.
"Yo estoy convencido de que un analisis objetivo de la politica de Colombia en materia de lucha contra narcotrafico deberia conducir a una certificacion. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ha habido grandes cambios en la politica en Washington", afirmo Pardo.
La incertidumbre que solo se despejara el 1 de marzo, cuando el presidente estadounidense Bill Clinton presente su informe al Congreso, esta determinada por la correlacion de fuerzas entre el gobernante Partido Democrata y la mayoria republicana en las camaras legislativas.
Ademas, por la fragilidad de las relaciones bilaterales, manifiestamente "narcotizadas" que han signado los primeros siete meses del gobierno del presidente colombiano Ernesto Samper.
Hace 13 anos que Colombia esta sujeta al visto bueno de la Casa Blanca, junto con otro grupo de paises como Iran, Birmania y Siria tambien con problemas de narcotrafico, y aunque en el caso de este pais sudamericano la certificacion condiciona la ayuda economica, la certificacion tiene mas un caracter politico.
De hecho, los 18 millones de dolares que asigna Estados Unidos a Colombia para el combate de la produccion y trafico de cocaina, marihuna y amapola, son una cifra insignificante frente al presupuesto de 14.600 millones de dolares que solicito la administracion Clinton para su estrategia antidrogas.
Tal vez por eso, hace una semana cuando Samper anuncio su programa contra el narcotrafico dijo que con o sin la ayuda norteamericana cumpliria metas tan ambiciosas, y probablemente irreales, como la eliminacion de los cultivos ilicitos en un lapso de dos anos.
Sin embargo, este jueves Pardo reconocio que "sera mas dificil" cumplir con ese proposito sin el apoyo logistico y la asistencia tecnica estadounidense.
El aumento de los cultivos de coca, que actualmente se estiman en 40.000 hectareas, determina que este pais se catalogue no solo como procesador de cocaina sino como el aportante de 13 por ciento de la oferta de hoja de coca, lo que expresa una dinamica de expansion de la industria ilegal.
Pero son los efectos colatelarales a la represion de la produccion y trafico de drogas los que preocupan mas estrategicamente al gobierno.
"Aspiramos a una certificacion y a que podamos contar con una relacion amistosa, productiva, normal, con Estados Unidos. Es sumamemnte importante: son el principal mercado, y generan la mayor inversion extranjera en Colombia», afirmo el canciller.
En dias anteriores, el ministro de Comercio Exterior, Daniel Mazuera, dijo que de la certificacion dependeria que a Colombia se le retirara la ayuda en el marco del Acuerdo de Preferencias Andinas, aunque no es un resultado automatico.
Tambien podria incidir en la relacion con el sistema financiero internacional. Segun Javier Fernandez, presidente de la Asociacion de Instituciones Financieras, un rechazo se traduciria en exigencias de primas de riesgo y rendimientos mas altos.
En terminos de opinion publica, podria radicalizar posiciones nacionalistas, no necesariamente asociadas con el narcotrafico, que como en el pasado se reflejaron en la aprobacion de la no extradicion en la Constitucion promulgada en 1991.
De la misma manera podria endurecer posiciones desde el otro flanco, como un mayor apoyo a la linea represiva y sujecion a las politicas estadounidenses, aumentando los conflictos internos y factores de violencia.
Pardo afirmo que no hay condicionamientos explicitos tales como que el visto bueno este sujeto a la captura de los jefes del Cartel de Cali, organizacion a la que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) atribuye la introduccion de 80 por ciento de la cocaina que se consume en su territorio.
Tambien dijo que no hay presiones en el sentido de revivir la extradicion como mecanismo de presion contra los jefes mafiosos.
Aun asi, en los ultimos meses el fiscal Alfonso Valdivieso puso el tema sobre la mesa y no descarto considerar de nuevo la extradicion como un mecanismo de disuacion y de presion para que los narcotraficantes se acojan a la politica de sometimiento a la justicia.
Es probable que a la animosidad y expectativas en torno a si el gobierno de Clinton da o no la aprobacion a Colombia, haya contribuido un sobredimensionamiento del tema en los medios de comunicacion.
Sin embargo, el que los terminos "certificacion" y "descertificacion" hayan aparecido a diario durante un mes en las primeras planas de los diarios y que se hayan vuelto de uso frecuente en conversaciones coloquiales, es un sintoma de cuanto pesa, tambien psicologicamente, una decision de la Casa Blanca. (FIN/IPS/mig/ag/dn/95