El ex presidente de Brasil Jose Sarney considero hoy indispensable una reforma de la Constitucion de 1988 para asegurar la gobernabilidad del pais y cambiar la imagen del parlamento.
Brasil enfrenta un grave obstaculo institucional al buen funcionamiento tanto del poder Legislativo como del Ejecutivo, sostuvo Sarney, quien preside el Senado y el Congreso Nacional desde el dia 1.
La nueva Constitucion adopto un "sistema hibrido" entre el regimen parlamentario y presidencial de gobierno, de tal forma que "ni el Congreso legisla ni el gobierno goberna", dijo el ex mandatario en declaraciones radiales.
Cuando ejercia la presidencia, entre 1985 y 1990, Sarney criticaba a la Constitucion de 1988, "aprobada en un clima volcado al pasado y no al futuro", segun decia, de impedir la gobernabilidad del pais al operar una distribucion equivocada de las tareas entre ambos poderes.
El Congreso, llamado a examinar y ratificar muchas medidas del Ejecutivo, se vio "paralizado en sus actividades legislativas", fomentando su imagen de ineficacia que se generalizo entre la poblacion, considero.
Actualmente estan en tramite en el parlamento 59 medidas provisionales, decretos de iniciativa presidencial, que tienen vigencia inmediata con fuerza de ley pero exigen aprobacion parlamentaria en 30 dias.
El examen de cada una de esas medidas exige la formacion de una comision.
Desde la promulgacion de la nueva Constitucion, en octubre de 1988, el Poder Ejecutivo promulgo casi 900 medidas provisionales, desplazando al parlamento de la funcion legislativa.
El presidente Fernando Henrique Cardoso reconocio esa distorsion y prometio, para la proxima semana, un decreto limitando su propio poder de legislar a los casos de absoluta necesidad, de emergencia por algun hecho imprevisible o por evidente omision del Congreso que provoque danos al gobierno.
Sarney anuncio que aplicara su "experiencia de 40 anos" como parlamentario y jefe del Ejecutivo en favor de una reforma constitucional que promueva la gobernabilidad del pais y elimine restricciones a inversiones privadas y extranjeras en la economia brasilena.
"No estan en juego los valores del parlamento", su papel indispensable a la democracia, pero hay que levantar todos los obstaculos que lleven a la "realizacion imperfecta de sus tareas", concluyo el ex presidente. (FIN/IPS/mo/dg/np/95
