En El Salvador persisten la injusticia social y la violencia institucionalizada, causas originarias de la guerra civil finalizada en 1992, afirmo hoy la Universidad Centroamericana (UCA) al conmemorar el quinto aniversario de la masacre de seis jesuitas a manos del ejercito.
Un pronunciamiento del centro academico regido por la Compania de Jesus sostiene que son innegables los cambios generados por los acuerdos del fin de la guerra, pero estos no son "tantos ni tan profundos" como la sociedad lo demanda.
"Los cambios son insuficientes porque la estructura sigue siendo tan injusta e irracional como antes de los Acuerdos de Paz", puesto que la mayoria de salvadorenos, un 60 por cielos 5,4 millones de habitantes, vive en condiciones de pobreza y una minoria "aprovecha" la distribucion desigual del ingreso.
La UCA desarrollo una serie de actividades conmemorativas de su ex rector, el sacerdote Ignacio Ellacuria, y de sus companeros Segundo Montes, Ignacio Martin-Baro, Amando Lopez, Joaquin Lopez y Ramon Moreno, asesinados con dos de sus empleadas el 16 de noviembre de 1989 por una unidad elite del ejercito.
Segun el documento, la desigual distribucion de los ingresos puede desestabilizar el pais y empuja al Estado a hacer uso del "ejercicio ilegal del poder coercitivo para mantener la estructura injusta que caracteriza a la sociedad salvadorena".
"Esta violencia es estructural, al hundir sus raices en el ejercito, los funcionarios publicos, el partido gobernante y el capital", que son apoyados por los escuadrones de la muertenarcotrafico, el crimen organizado y la delincuencia.
Para el vicerector de la UCA, Rodolfo Cardenal, con la conmemoracion de la masacre de los jesuitas se busca recordar a "todos los martires" de la guerra civil de 12 anos, que ocasiono mas de 75.000 victimas.
Por el asesinato de los sacerdotes jesuitas y dos de sus empleadas fueron condenados a 30 anos de carcel como autores materiales un coronel y un teniente del ejercito, mientras la Compania de Jesus se declaro insatisfecha porque los autores intelectuales del multiple crimen no fueron investigados.
Los dos militares fueron puestos en libertad en marzo de 1993 tras la aprobacion por el parlamento de una amnistia para los responsables de los crimenes de la guerra suscitados entre 1980 y 1992.
Cardenal estimo que la amnistia fue una "losa juridica" que pretendia impedir la posibilidad de investigar y hacer justicia en este y en los numerosos hechos de violencia registrados en el pais.
De acuerdo con Cardenal, en El Salvador existe una tendencia de querer olvidar el pasado "porque molesta, pero les seguira molestando mientras no se enfrenten a el".
El vicerector del centro academico tambien critico la "decidia gubernamental y de toda la clase politica", que sienten como un estorbo a los martires y caidos durante el conflicto belico.
"No se ha declarado un Dia de los Martires, ni siquiera se ha hecho el monumento a los caidos o se ha creado el fonvictimas de la guerra", acoto el jesuita. (Fin/IPS/JD/mc/np/94). —