La empresa estadounidense Westinghouse acaba de reforzar su posicion en los mercados postcomunistas de Europa Oriental al lograr en Bulgaria un contrato parecido al que firmo con los checos para rehabilitar centrales nucleares de tecnologia sovietica.
El acuerdo preve un estudio para recuperar dos de los seis reactores de la central nuclear bulgara de Kozloduy, cercana a la frontera con Rumania, clasificados inseguros y considerados por los expertos verdaderas "bombas de tiempo".
El economista bulgaro George Smatrakalev declaro a IPS que el proyecto, con un costo de 700.000 dolares, sera financiado en partes iguales por la Westinghouse y la Agencia para el Desarrollo del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
La Westinghouse, que acaba de mudar sus oficinas europeas de Frankfurt a Varsovia para controlar mejor sus crecientes negocios en el ex bloque economico sovietico, esta trabajando en un contrato de 400 millones de dolares con los checos.
A partir de un informe de la Agencia Internacional para la Energia Atomica (AIEA), en que se recomendaron cambios en la central checa de Temelin, la compania estadounidense se presento y gano un concurso para cambiar la mesa de operaciones y la zona activa de los reactores sovieticos del tipo WWER.
Esa experiencia dejo a los ingenieros de la Westinghouse en mejores condiciones para repetir el trabajo en otros paises del antiguo sistema socialista que disponen de centrales nucleares con tecnologia sovietica.
En el caso de Kozloduy, a pesar de los riesgos comprobados por una comision de la Union Europea (UE), la central no puede dejar de funcionar porque Bulgaria depende en un 50 por ciento de la energia producida por esa planta.
La transnacional estadounidense estudia ahora la solucion propuesta por la AIEA, consistente en abandonar los dos reactores mas antiguos, reforzar los sistemas de seguridad de los dos siguientes y poner en marcha otros dos de mil megavatios de ultima generacion.
Los tecnicos occidentales coincidieron que el problema de esos reactores es el diseno y su diferencia con los de tecnologia occidental es la carencia de una estructura de contencion que impida la salida de cantidades masivas de material radiactivo en caso de un accidente.
Tambien se trata de reactores en los cuales el material que modera la velocidad de los neutrones es el grafito.
Un estudio de la empresa germana Siemens senalo que para poner a las 61 centrales nucleares de Europa Oriental en aceptables niveles de seguridad "harian falta recursos que estan fuera del alcance de los gobiernos de transicion".
Las deficiencias en la seguridad de los reactores sovieticos fue admitida incluso por el principal disenador de las centrales rusas, Yevgueni Adamov, al semanario "Central European Business".
Adamov justifico fallas como los de Chernobyl diciendo que "el concepto de seguridad ha ido cambiando con el tiempo" y afirmo que la central atomica de San Petesburgo (ex Leningrado) se esta modernizando pero admitio que "a los problemas de diseno hay que agregar otros relacionados con la critica situacion economica".
En la central de San Peterburgo, por ejemplo, "solo trabajan tres de los seis inspectores dependientes del Comit Estatal de Supervision. Los otros se fueron porque su salario era inferior al de los empleados de la limpieza", apunto.
En el caso de Bulgaria, la Westinghouse firmo a comienzos de 1994 un contrato para la fabricacion de un "basurero" nuclear que permita almacenar los residuos del material radiactivo de Kozloduy, los cuales se exportan en la actualidad a Rusia.
El reciente convenio permite ademas a la agencia estadounidense tener la primera opcion para completar el trabajo despues que hayan concluido las investigaciones preliminares sobre las mejores formas de garantizar la seguridad de los generadores atomicos.
La agencia bulgara de noticias informo en Praga hace una semana que la Westinghouse cuenta para sus trabajos con la asistencia de las firmas nacionales Energoremont-Belene y Emona Kozlodouy.
Las fuentes agregaron que "como parte de la ayuda a los programas de desarrollo tecnologico que unen a la Westinghouse con los antiguos paises comunistas, dos ingenieros bulgaros trabajan actualmente en Pensylvania en los proyectos de modernizar los reactores sovieticos con tecnologia occidental".
Esos movimientos en un pais postcomunista como Bulgaria, que a cinco anos de iniciadas las reformas "todavia no ve la salida del tunel, son muy peligrosos", manifesto Smatrakalev.
Con un indice de inflacion del 100 por ciento cuando finalice 1994, un descenso ininterrumpido del producto bruto interno (PIB), creciente deficit presupuestario, aumento de la deuda interna y externa y un desempleo del 19 por ciento, las posibilidades economicas se reducen cada vez mas, senalo la Oficina Nacional de Estadisticas.
En opinion de Smatrakalev, "el futuro se decidira en la medida que el pais escoja sus prioridades y dirija el capital fresco hacia los sectores claves de la economia".
El experto, quien es profesor del Instituto de Economia de la Academia de Ciencias de Bulgaria, declaro que el pais esta totalmente inerme en materia de estrategia economica y frente a contratos como el firmado con Westinghouse "no sabe si reir o llorar… Estamos en sus manos", concluyo. (FIN/IPS/NN/EGO/EN- RE).
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