BIODIVERSIDAD: 2010, algo más que el Año del Tigre

El Año Nuevo Lunar que comienza este domingo marcará el inicio del Año del Tigre en el horóscopo chino, pero grupos ambientalistas sostienen que 2010 tendrá una importancia mucho más que simbólica para el gran felino asiático.

Los tigres salvajes están a punto de desaparecer Crédito: Dominio público
Los tigres salvajes están a punto de desaparecer Crédito: Dominio público
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima que no quedan más que unos 3.200 tigres en estado salvaje. Esto significa que "2010 es quizá la última oportunidad para el tigre", dijo Mike Baltzer, director desde WWF de la Iniciativa Global para el Tigre, que reúne a gobiernos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

"Pero ciertamente hay mucho que se puede y debe hacer, y hay motivos para ser optimistas", dijo Baltzer a la prensa en Washington. El activista espera que el próximo Año del Tigre (dentro de 12 años) esté colmado de celebración y no de miedo por la supervivencia del animal.

Para este año hay una serie de acontecimientos y campañas programadas, destinadas a marcar el 2010 como un año decisivo para el tigre.

A fines de enero se realizó una conferencia en Tailandia que reunió a ministros de 13 países en cuyos bosques todavía habitan tigres. Entre los acuerdos alcanzados hubo un compromiso de duplicar la población de tigres salvajes para 2022, prohibir la expansión de calles y rutas que se adentren en sus hábitat y reprimir la caza furtiva.
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"Si no tratamos de duplicar la cantidad de tigres ahora, podemos terminar sin ninguno", advirtió Baltzer. En la conferencia, destacó que fue la primera ocasión en que un grupo de gobiernos hacía un compromiso tan grande para la conservación del tigre.

En octubre también se realizó un taller en Katmandú. Pero el gran acontecimiento será el próximo septiembre, cuando el primer ministro ruso Vladimir Putin y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, reciban a varios jefes de Estado en Vladivostok para discutir formas de financiar las iniciativas acordadas en enero.

Keshav Varma, director de programa de la Iniciativa Global para el Tigre, explicó cuál es el interés del Banco en la supervivencia del gran felino.

"Si la población de tigres está bien, los bosques están bien… Si salvamos tigres, salvamos también a otras especies", dijo Varma.

Los tigres salvajes sumaban 100.000 a principios del siglo XX, pero una confluencia de factores mermó radicalmente su población desde entonces.

Cerca de 90 por ciento del hábitat del tigre ha sido ocupado por la expansión urbana en las últimas décadas, y el comercio de partes de tigre para la fabricación de productos de la medicina tradicional china y otros artículos, como alfombras, ha permanecido fuerte pese a su ilegalidad.

"Ahora mismo, el valor de los tigres se mide por las partes de su cuerpo, que hacen crecer la cuenta bancaria de algunos, y no por su valor cultural o ecológico", lamentó Crawford Allen, director de TRAFFIC-América, que vigila el comercio de plantas y animales salvajes.

Los huesos de tigre se usan en la fabricación de vinos que beben los nuevos ricos de China como señal de prestigio social, y también se convierten en polvo para los medicamentos chinos, explicó Allen. Además, el pene del tigre se usa como supuesto afrodisíaco.

Hay organizaciones criminales que alimentan la demanda de estos productos, agregó el ambientalista.

Se dice que el comercio de productos animales es el tercer mayor tráfico ilegal del mundo después del de armas y el de drogas. Interpol estima su valor anual entre 10.000 y 20.000 millones de dólares.

Lixin Huang, presidenta del American College of Traditional Chinese Medicine (Instituto superior estadounidense de medicina tradicional china), con sede en San Francisco, contó que su organización ha hecho mucho para enseñar a profesionales y al público que la medicina tradicional china no precisa de huesos de tigre.

"No es necesario. Hay suficientes alternativas en los hospitales. Y los médicos tradicionales chinos no demandan esos productos", explicó Huang. Educar es la clave, por eso su organización realizará varias actividades este año para difundir conocimientos sobre la medicina tradicional china, incluso una conferencia en Shangai este año, anunció.

El comercio de productos de tigre está prohibido en China desde 1993, pero la cantidad de tigres salvajes en ese país, actualmente estimada en 50, ha seguido decayendo. Beijing ha expresado su intención de levantar la prohibición en el futuro, y llegó a encabezar una iniciativa para eliminar de la declaración de enero una frase que reclamaba mantener la prohibición permanente del comercio de productos de tigre.

El comercio ilegal se alimenta en parte de tigres de criadero, que pueden encontrarse en China, Laos, Tailandia y Vietnam. En China se estima que suman 5.000, casi el doble de la población mundial de ejemplares silvestres.

Se teme que el mercado de tigres de criadero pueda ser infiltrado por partes de tigre salvaje, pero la preocupación va más allá de eso.

El Banco se opone a la cría y explotación comercial del tigre porque "una vez que se transforma en un negocio, puede tener un efecto negativo en los mercados mundiales al ampliar la demanda", explicó Varma, que también manifestó su preocupación por el problema de la creciente urbanización.

Sybille Klenzendorf, directora del Programa de Conservación de Especies de WWF-Estados Unidos, señaló que los tigres viven en la actualidad en sólo siete por ciento de sus tierras nativas y que éstas existen en bolsones de poblaciones separadas.

El Banco Mundial pretende que los bolsones de fauna nativa que restan sean valorados. "Están bajo una enorme presión", y el Banco puede ayudar a los países a apreciar el valor que tienen y asociarse con ellos para preservar el hábitat del tigre, dijo Varma.

Según estimaciones, en el anterior Año del Tigre (1998) había en Asia entre 5.000 y 7.000 ejemplares. Los ambientalistas aprovecharán el nuevo Año del Tigre para poner de relieve que, en 12 años, la población de tigres se redujo a la mitad.

"Mientras muchos países asiáticos se disponen a celebrar el Año del Tigre, los ambientalistas no están tan felices", pero los tigres son animales muy adaptables y resistentes, por eso hay esperanza, dijo Klenzendorf.

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