Para la tercera semana de marzo, la cifra de muertes por la covid-19 en Italia superó la de China, según los registros oficiales de ambos países. Las autoridades de todo el mundo han restringido los movimientos de la población como parte de los esfuerzos para contener la expansión del coronavirus.
Por ahora, cada vez más gobiernos están evaluando sus respuestas con base en las experiencias del brote en la ciudad china de Wuhan, su origen, y en el norte de Italia. Pero la suspensión de las actividades y el aislamiento social tienen impactos económicos adversos, en particular para las empresas y especialmente aquellas pequeñas que dependen en gran medida de que sus ventas se mantengan.
¿Hay otras formas de controlar el virus sin una parálisis social y productiva?
Las lecciones de Corea del Sur
La República de Corea es una de las pocas economías del mundo, y principalmente las de Asia Oriental, que ha reducido drásticamente el número de casos de covid-19, así como las muertes vinculadas a la enfermedad.
El 29 de febrero de 2020, el país tenía 909 casos recientemente confirmados. Para el 25 de marzo, el número confirmado de infectados en ese país cayó a 100.
Pasó de tener la segunda tasa más alta de contagio a nivel mundial al octavo lugar, por detrás de China, Italia, Estados Unidos, España, Alemania, Irán y Francia, todos con variadas tasas de detección.
Por ahora, Corea del Sur ha controlado la propagación de las infecciones. Ha logrado frenar la expansión del coronavirus sin imponer restricciones a la movilidad, incluso en Daegu, su ciudad con más contagios. ¿Cómo ha sido su respuesta diferente a la crisis?
Gestión de pandemias a la coreana
La clave de la respuesta de Corea del Sur ha sido las pruebas masivas. Corea del Sur ha realizado el mayor número de test de detección de covid-19 por habitante, con más de 300 000 pruebas hasta el 20 de marzo, vale decir, más de 6000 por millón de habitantes. Alemania, el país que le sigue, había realizado 167 000 antes del 15 de marzo, equivalentes a 2000 por millón.
Los infectados que no muestran síntomas (los asintomáticos) o que solo tienen síntomas leves tienen más probabilidades de transmitir el virus a otras personas. Como estos casos no detectados tienen más posibilidad de propagar la infección, las pruebas masivas han permitido rastrear la propagación del virus, identificando a los portadores y rompiendo sus cadenas de transmisión.
El período medio de incubación, entre la infección y los primeros síntomas, es de aproximadamente cinco días, tiempo durante el cual las personas asintomáticas pueden infectar a otras sin saberlo.
Los test masivos de detección temprana facilitan que las personas puedan autoaislarse y recibir tratamiento en lugar de infectar a otras.
Corea del Sur había potenciado su capacidad de test de detección tras el brote del síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS-CoV), otro coronavirus detectado en 2015. Por ello, se preparó con kits de prueba e instalaciones para realizar los test que podían desplegarse rápidamente ante brotes futuros.
En cuanto Corea del Sur confirmó su primer caso de covid-19, el 20 de enero, cientos de instalaciones para realizar test de detección, que van desde pequeños restaurantes de comida para llevar hasta hospitales y clínicas locales, se activaron en todo el país.
Trazabilidad, comprobación y tratamiento
Las pruebas son gratuitas para aquellos que los profesionales sanitarios sospechan que pueden estar infectadas, por ejemplo, quienes regresaron recientemente de China, o incluso los llamados “contactos secundarios” de una persona que se detectó que está infectada o que pertenece a un grupo en riesgo.
A otras personas que no pertenecen a estas categorías, pero desean ser evaluados, se les cobra el equivalente a unos 130 dólares, pero ese monto se les reembolsa si resultan positivas y el gobierno paga cualquier tratamiento que requiera la persona enferma.
Otra medida adoptada tras el brote del MERS-CoV es que el gobierno tiene la autoridad legal para recolectar datos de teléfonos móviles, tarjetas de crédito y otros datos de las personas positivas para rastrear todos sus contactos.
China también ha utilizado la inteligencia artificial y el uso de datos masivos (big data) para mejorar el rastreo de contactos y gestionar cuales son las poblaciones prioritarias.
Aunque esto ha provocado debates sobre los atentados a la privacidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elogiado los métodos proactivos de pruebas y rastreo de contactos de Corea del Sur, lo que está alentando a otros países a aplicar las lecciones aprendidas en Corea del Sur, China y otros lugares del este Asia.
Camino no transitado
Aunque a los surcoreanos se les prohíbe la entrada a más de 80 países de todo el mundo, sus autoridades solo han restringido a los viajeros provenientes de la provincia china de Hubei, donde se encuentra Wuhan, y de Japón, debido a las tensiones políticas bilaterales.
Los procedimientos especiales requieren que los visitantes de China e Irán utilicen aplicaciones de teléfonos inteligentes para controlar síntomas como fiebre. A medida que Europa se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia, a todos los viajeros procedentes de Europa se le hace el test del virus, tras permanecer en cuarentena un largo periodo primero.
Los Centros Coreanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (KCDC) continúan instando a las personas a practicar el distanciamiento social y la higiene personal.
Se desaconsejan las reuniones masivas y se alienta a los empleadores a permitir que sus trabajadores lo hagan en forma remota. Pero no se han clausurado las actividades y el gobierno de Seúl no ha impuesto restricciones de alcance nacional al movimiento de personas dentro de sus fronteras.
Aprendiendo las lecciones correctas
Además de Corea del Sur, la OMS también elogió a China por su respuesta a la covid-19, que permitió reducir rápidamente los nuevos casos, además de ayudar a otros países con sus esfuerzos. Cada vez más países están restringiendo la libertad de movimiento mediante el confinamiento en los hogares, imitando la respuesta de China en Wuhan.
Pero Bruce Aylward, quien dirigió la misión de investigación de la OMS en China, matiza: «La mayoría de la respuesta de China, en 30 provincias, fue sobre la búsqueda de casos, el seguimiento de contactos y la suspensión de reuniones públicas, todas las medidas comunes utilizadas en cualquier lugar en el mundo para manejar enfermedades (infecciosas).
«Los confinamientos a los que la gente se refiere… se concentraron en Wuhan y en otras dos o tres ciudades… que se salieron de control al principio… el aprendizaje clave de China es… sobre todo la velocidad. Cuanto más rápido pueda encontrarse los casos de contagios, se les aísle y se rastree sus contactos cercanos, más éxito habrá», aseguró.
China y Corea del Sur ahora están preparadas para detectar y responder rápidamente a los contagios, lo que puede marcar la diferencia en la prevención de una nueva ola de infecciones. Esto no quiere decir que las cuarentenas sociales sean ineficaces. Pronto se sabrá si tales medidas en países como Italia fueron exitosos.
Las experiencias de Corea del Sur y China sugieren que los recursos deben concentrarse en la detección rápida y temprana, el aislamiento de contagiados y el rastreo de contactos, la protección de los más vulnerables y el tratamiento de los infectados, independientemente de los medios, en lugar de depender principalmente de medidas estrictas de confinamiento y suspensión de la actividad.
T: MF