Los diques permeables que salvan manglares en Suriname

Suriname combate la erosión con diques permeables que rompen las olas y retienen sedimentos para ganarle tierra al mar. Crédito: Sieuwnath Naipal
Suriname combate la erosión con diques permeables que rompen las olas y retienen sedimentos para ganarle tierra al mar. Crédito: Sieuwnath Naipal

Los casi 400 kilómetros de costa de Suriname se erosionan con tanta rapidez que los científicos pronostican que el laberinto de manglares de este país sudamericano podría desaparecer en apenas 30 años, si no se toman medidas urgentes para frenar las secuelas del cambio climático.

Para contrarrestar esta erosión destructiva, el profesor de hidrología Sieuwnath Naipal, de la Universidad Anton de Kom de Suriname, dirige las gestiones para “replicar a la naturaleza” mediante la colocación de diques permeables a lo largo de la costa que rompen las olas y retienen sedimentos para ganarle tierra al mar.[pullquote]3[/pullquote]

Una vez que se recuperó la tierra, los manglares pueden volver a colonizar el área y ayudar a proteger la costa contra la erosión adicional, explicó el profesor.

«Tenemos una costa que es muy plana, como un panqueque», señaló Naipal a IPS, en el marco de la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en París hasta el viernes 11 con el fin de negociar un nuevo tratado climático universal.

«La capital (Paramaribo) está cerca de la costa y casi a la par del nivel medio del mar. La protección reside en realidad en los manglares, y los manglares están bajo ataque por el aumento del nivel del mar y también por la intervención de los seres humanos”, destacó Naipal, que busca el apoyo internacional para su proyecto.

«En los últimos 10 años la línea costera retrocedió 600 metros en ciertos lugares… tenemos que actuar ahora”, exhortó.

Pero la costa de Surinam es una empresa cara, ya que un kilómetro de protección – que implica la construcción de diques y represas – cuesta alrededor de 6,5 millones de dólares, calculó.

El río Amazonas deposita limo en la costa de Suriname. «Los cambios en el Amazonas afectaron las costas. Anualmente hay millones de toneladas de sedimentos que se trasladan. Así que podemos usar eso», observó Naipal.

Suriname, situado en la costa nororiental de América del Sur, tiene cerca de 40.500 hectáreas de manglares que se extienden por más de 86 kilómetros. Estos llegan a tener entre tres y 14 kilómetros de ancho.

«Estos manglares tienen la función de atrapar sedimentos. Sabemos que… donde no se tienen manglares hay mucha erosión», dijo el experto.

La costa densamente poblada del país alberga a 90 por ciento de sus 500.000 habitantes. Debido a la migración y al crecimiento demográfico constante, las personas se desplazan hacia el mar y las construcciones humanas destruyen los manglares.

El proyecto de reintroducción de los manglares tiene como meta impedir esas  pérdidas, señaló Naipal, que es asistido por sus alumnos.

«Recibimos el apoyo de (la organización ecologista) Conservación Internacional Suriname. Nos dieron capital inicial para demostrar que es posible y el gobierno está considerando tomar el mando”, comentó.

Los manglares proporcionan protección y refugio contra los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, las tormentas y los tsunamis. También son ecosistemas ricos en biodiversidad que alojan a una gran variedad de especies animales y vegetales.

Los manglares son áreas dinámicas y ricas en alimentos, ya que las hojas y las raíces de mangle proporcionan nutrientes que alimentan al plancton, las algas, los peces y los mariscos. Muchos de los peces capturados comercialmente en las regiones tropicales se reproducen y habitan en los manglares. Los ecosistemas también son el hogar de muchas aves y mamíferos.

Dado que su biomasa oscila normalmente entre 100 y 400 toneladas por hectárea, y que importantes cantidades de materia orgánica se almacena en el sedimento, los manglares tienen un potencial de captura de dióxido de carbono (CO2) que compite con el de las selvas tropicales.

«Los manglares generan mucho turismo, benefician a los pescadores, que son una fuente de ingresos grande para Suriname, y la conservación de CO2 es de tres a cinco veces mayor que en los bosques tropicales», aseguró Naipal.

El embajador Albert Ramdin, asesor del ministro de Relaciones Exteriores de Suriname, declaró a IPS que el país necesita ayuda para financiar su adaptación al cambio climático.[related_articles]

«Vemos que el aumento del nivel del mar afecta las zonas costeras que no están protegidas adecuadamente. No tenemos el dinero para construir grandes diques y represas», sostuvo.

«La gestión del agua, la inundación de agua salada hacia el interior de Suriname tendrá un impacto en la capacidad agrícola. Así que para nosotros hay peligros muy reales. Además, casi 90 por ciento de nuestra población vive en las zonas costeras, por lo que, con un metro de aumento en el nivel del mar, significaría que tendríamos que trasladar la capital y todas las zonas urbanas al interior… Ese será un costo enorme”, advirtió.

Ramdin dijo que el gobierno también se comprometió a hacer lo que le corresponde para aplicar medidas de mitigación y adaptación.

«Tenemos un nivel muy bajo de deforestación, menos de uno por ciento. Realizamos explotación forestal sostenible, por lo que hemos protegido nuestros recursos naturales bastante bien, pero eso no alcanza porque el impacto viene de afuera», recordó el embajador.

«El gobierno de Suriname ya se está preparando para las políticas de adaptación y se ha comprometido a hacerlo. Fue una de las principales prioridades que el presidente (Dési) Bouterse declaró en su reciente discurso ante el parlamento. Así que hay problemas muy concretos sobre agricultura, tierras de cultivo,… seguridad alimentaria, pérdida de tierras, la inundación de agua salada, y tenemos que abordarlos”, añadió.

«Para nosotros el cambio climático es un problema real… El compromiso político es una cosa, pero se trata de llevarlo a la acción y eso es lo que estamos haciendo aquí», afirmó Ramdin.

Suriname tiene grandes selvas tropicales y ríos. Gracias a esos bosques, el país absorbe más carbono del que produce con la combustión de combustibles fósiles, por lo que estos desempeñan un rol importante en la lucha contra el calentamiento global.

«Nuestros bosques absorben anualmente 8,8 millones de toneladas de carbono, mientras que nuestras emisiones anuales ascienden a siete millones de toneladas de carbono», precisó el ministro de Obras Públicas, Rabin Parmessar, en un discurso ante la Organización de las Naciones Unidas en 2014.

«Mientras que muchos países se esfuerzan por adquirir la neutralidad en (las emisiones de) carbono, nuestra vía de desarrollo actual ya hizo que tengamos emisiones negativas de carbono”, sostuvo.

Traducido por Álvaro Queiruga

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