Inversiones extranjeras descubren Somalilandia

Mientras Somalia apenas empieza a salir de su atolladero de inestabilidad y caos, Somalilandia transita dos décadas, desde su escisión de ese país, de una relativa paz que comienza a dar dividendos, como el acuerdo petrolero firmado con la empresa anglo-turca Genel Energy.

El gobierno de Somalilandia otorgó a comienzos de noviembre una licencia a Genel Energy para buscar y desarrollar reservas de petróleo y gas luego de comprometer casi 40 millones de dólares para actividades de exploración.

"Somalilandia brinda una emocionante oportunidad geológica, y ansiamos empezar a trabajar en la región", dijo un portavoz de la firma a IPS.

Esta firma transnacional es el primer inversor extranjero en comprometer un capital significativo para el sector energético del país, luego de que las investigaciones iniciales demostraron "numerosas filtraciones petroleras" que confirmaban "un sistema hidrocarburífero en funcionamiento", según un comunicado de Genel.

Genel Energy, liderada por el expresidente de British Petroleum (BP) Tony Hayward, tiene previsto empezar sus exploraciones antes de fin de año.
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Tradicionalmente, la fuerza motora de esta nación del Cuerno de África han sido los animales. Con una enorme población ganadera que triplica a la humana, el comercio en este sector genera hasta 65 por ciento del producto interno bruto del país, dijo a IPS el ministro de Planificación de Somalilandia, Saad Shire.

Con un limitado presupuesto nacional de 120 millones de dólares, las muy necesarias inversiones extranjeras comienzan a llegar a este país con apenas 137.600 kilómetros cuadrados y unos 3,5 millones de habitantes.

Las reservas petroleras y gasíferas de Somalilandia concitaron la atención también de otros gigantes de la energía, como la sudafricana Ophir Energy, la australiana Jacka Resources Ltd, y Petrosoma Ltd, subsidiaria del consorcio británico Prime Resources, todas las cuales anunciaron que estaban listas para invertir.

Somalilandia ha padecido la falta de reconocimiento internacional durante los últimos 21 años. Declaró la independencia de forma unilateral tras la caída del gobierno de Somalia en 1991.

Su identidad legal no confirmada ha obstaculizado sus perspectivas económicas. Pocas empresas de seguros han estado preparadas para dar garantías a los inversores extranjeros. A consecuencia, los inversores han tendido a ver a este país como un paria económico.

Por estos motivos, el país tampoco ha sido apto para recibir apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Sin embargo, en 2012 y contra todas las previsiones, el sector privado de Somalilandia empezó a avanzar.

A comienzos del año se realizó la primera conferencia de inversiones Gran Bretaña-Somalilandia para estimular el reconocimiento al comercio bilateral. Y una planta de la empresa transnacioanl estadounidense Coca-Cola de 17 millones de dólares fue lanzada en mayo por un conglomerado de Yibuti, convirtiéndose en la mayor inversión privada en Somalilandia desde su creación.

Los inversores ven la decisión de Coca-Cola de tener operaciones en la región como una declaración positiva sobre el estable clima empresarial del país.

También se espera que el puerto de Berbera atraiga importantes inversiones en los próximos años. Se lo considera la joya en la corona económica de la nación.

Construido originalmente por la Unión Soviética durante la Guerra Fría, el puerto es actualmente una importante puerta de de salida para las exportaciones ganaderas. Y tiene el enorme potencial de ser un punto clave para las exportaciones de petróleo y gas de países africanos sin salida al mar, como Etiopía.

"Estamos estratégicamente ubicados -Berbera está en una senda marítima-, 30.000 buques pasan por nuestro puerto cada año, procedentes de Europa, Medio Oriente y Asia. Podemos desarrollarlo para convertirlo en un puerto importante como el de Singapur, con terminales de contenedores, zonas francas, refinerías de petróleo y servicios relacionados con los negocios marítimos", dijo Shire.

El gerente del puerto, Ali Omar Mohammad, es particularmente entusiasta sobre el potencial de expandir esa terminal para convertirla en un centro de comercio entre África y Medio Oriente.

"Este puerto puede ser tan grande y exitoso como el de Yibuti. Solo es cuestión de tiempo que atraiga inversiones para modernizarlo y expandirlo, a fin de que podamos tener la mayor capacidad que necesitamos para concretar a pleno su potencial económico", dijo a IPS.

Shire confía en que si Somalilandia crea un marco legal comercial más fuerte, con adecuadas medidas de seguridad para aumentar la confianza de los inversores privados, atraerá inversiones para transformar al país en una democracia floreciente y próspera, como Singapur.

"Tenemos estabilidad y acceso a un puerto, tenemos lo que los inversores buscan. Si Singapur puede hacerlo, pienso que nosotros podemos", sostuvo.

La falta de garantías para los inversores es la mayor barrera para el desarrollo del país, según J. Peter Pham, del Michael S. Ansari Africa Center, creado para ayudar a transformar las políticas de Estados Unidos y Europa en relación a África.

"Sin el reconocimiento internacional y el posterior acceso a las instituciones financieras internacionales, los habitantes de Somalilandia enfrentan serios obstáculos en el logro del desarrollo económico que comúnmente lograría un Estado con sus antecedentes de estabilidad política y gobernanza democrática", dijo a IPS.

"No es solo cuestión de acceder a ayuda al desarrollo y a créditos internacionales, sino también de tener un marco legal por el cual los potenciales socios del sector privado puedan obtener garantías" para sus inversiones, agregó.

Según Pham, Somalilandia nunca estará en posición de beneficiarse plenamente de los recursos naturales de que está dotada mientras le nieguen el estatus de nación.

"Los recursos naturales de Somalilandia, entre ellos hidrocarburos, minerales y reservas pesqueras, no pueden ser aprovechados realmente en ausencia de una resolución sobre la cuestión de la soberanía", planteó.

La necesidad urgente de inversiones extranjeras fue puesta de relieve en un plan de desarrollo nacional 2012-2016 elaborado en diciembre de 2011 por el gobierno. El plan trazó la necesidad de inversiones en la infraestructura del país, como construcción vial y eliminación de desechos. El capital total requerido para financiarlo es de 1.190 millones de dólares.

Según Shire, se espera que la mayor parte de las inversiones para esto procedan de fuentes externas como donantes e inversores extranjeros.

Sin embargo, hay peligro de que, sin un pronto reconocimiento de parte de la comunidad internacional, el desarrollo sea demasiado lento y pueda hacer que se deje de dar apoyo a sectores de la población que queden vulnerables ante grupos como el somalí Al- Shabaab, vinculado a la red extremista Al-Qaeda.

Según Pham, la inercia de la comunidad internacional a la hora de responder a la cuestión de Somalilandia como Estado está ubicando al país en un peligro claro y actual y volviéndolo vulnerable a la influencia de organizaciones terroristas islamistas.

"Lo que la comunidad internacional tiene que entender es que, a menos que se haga algo para sacar a Somalilandia del limbo en el que se la ha confinado, es posible que las cosas no permanezcan tan suaves", señaló.

"Una creciente población de jóvenes cuyas perspectivas están limitadas en materia de desarrollo económico pueden hallar que son una audiencia receptiva para voces muy diferentes de las de los líderes con visión de futuro que crearon Somalilandia a partir de las ruinas de Somalia", dijo.

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