(Arte y Cultura) JAPON-COREA DEL SUR: La diplomacia del fútbol

Pocos japoneses y surcoreanos se imaginaron alguna vez que un día pondrían juntas en la puerta de sus casas y negocios las banderas de sus países, que serán sede este año del primer campeonato mundial de fútbol organizado en Asia.

La Copa Mundial de la FIFA 2002, que se disputará a partir del 31 de este mes, permitirá a ambos pueblos conocerse mejor y quizás hasta superar la histórica hostilidad que décadas de gestiones diplomáticas no han logrado subsanar.

”No hace mucho, yo creía que los surcoreanos no eran nuestros amigos y que no podíamos confiar en ellos. Hoy lo veo diferente”, dijo Toru Yamanaka, de 61 años, vendedor de frutas y verduras en la oriental ciudad japonesa de Yokohama.

Yamanaka dijo confiar en que el campeonato de la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) promoverá el acercamiento entre los dos países, enemigos desde que Japón ocupó la península coreana entre 1910 y 1945.

”Es sólo cuestión de tiempo. Por años no he tenido ningún interés en ese país (Corea del Sur) hasta que la Copa Mundial me dio el ímpetu necesario”, afirmó por su parte Akiko Konishi, estudiante universitario japonés que decidió aprender coreano.

Algunos analistas políticos pronosticaron una nueva era en las conflictivas relaciones diplomáticas entre Corea del Sur y Japón gracias al campeonato mundial de fútbol.

Ambos países llevan adelante iniciativas para promover el entendimiento cultural, entre ellas la difusión de una película llamada ”Chingu” que cuenta la historia de amor entre un policía japonés y una mujer surcoreana.

”La Copa Mundial hace más por las relaciones bilaterales que los políticos locales”, observó el profesor de Estudios Coreanos Masao Okonogi, de la Universidad de Keio.

Ambos países firmaron un acuerdo en 1965 por el cual Tokio se comprometía a pagar a Seúl compensaciones por la guerra, pero las relaciones bilaterales nunca fueron buenas, ya que las heridas del pasado resurgen de tanto en tanto.

Corea del Sur continúa criticando los textos de historia japoneses por omitir las atrocidades que cometió el ejército imperial japonés en el período colonial, como el uso de esclavas sexuales surcoreanas.

El emperador japonés nunca visitó Corea del Sur, aunque aceptó en 1992 una invitación de China, que también fue víctima de la expansión colonial japonesa.

”Muchos surcoreanos todavía parecen mostrar odio hacia Japón por haberse anexado en el pasado la península, mientras que los japoneses tienden a tener sentimientos antagónicos respecto a los surcoreanos”, dijo Hidetaro Nakajima de 64 años, miembro del Club Mellow, que busca promover la amistad entre los dos pueblos.

Unos 650.000 inmigrantes surcoreanos residen en Japón, donde constituyen la minoría étnica más grande.

Otro claro ejemplo del acercamiento entre ambos pueblos es el nuevo libro titulado ”El camino a una exitosa Copa Mundial”, del periodista deportivo surcoreano Shin Mugan, de 31 años.

El libro, publicado en diciembre, estudia cómo el fútbol, un deporte que no cuenta con mucha tradición ni en Japón ni en Corea del Sur, logró sin embargo que ambos pueblos estrecharan vínculos.

”La Copa Mundial no se trata sólo de deporte. El éxito de este importante campeonato es que los pueblos se entiendan unos a otros”, dijo Mugan.

Mientras, aparecen nuevos programas de televisión sobre la relación entre surcoreanos y japoneses. En febrero salió al aire el programa ”Amigos”, coproducido por la televisión de Japón y la de Corea del Sur.

Pero el campeonato de la FIFA no sólo hace que los japoneses conozcan más de Corea del Sur, sino de todo el mundo, pues se lanzaron varios proyectos comerciales relacionados con la Copa que tienden a contribuir al entendimiento entre culturas.

Maestros de escuela japoneses abrieron un restaurante llamado ”Almuerzo de la Copa Mundial”, que sirve platos típicos de todos los países participantes del campeonato.

La fiebre por el fútbol se propaga conforme se acerca el día del inicio de los partidos, el logotipo del campeonato aparece en toda clase de productos y fabricantes de artículos electrónicos constatan un aumento sin precedentes en la venta de televisores.

”La magia de la Copa Mundial impulsa la economía mucho más de lo que lo han hecho las reformas del gobierno”, afirmó Akira Noda, propietario de un comercio cuyas ventas de televisores aumentaron 15 por ciento en marzo respecto del mismo mes de 2001.

Los comerciantes de cada una de las ciudades sede de la Copa inventan nuevos productos y servicios para atraer a los más de 400.000 turistas que se espera visiten Japón entre el 31 de este mes y el 30 de junio.

Los visitantes podrán encontrar desde el tradicional sake (vino de arroz) japonés vendido en pequeñas botellas con forma de pelota de fútbol hasta peluquerías donde podrán pintarse el pelo con los colores de la bandera de su país. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/rp-mlm/cr/02

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