Rostro anguloso, cabello a la nuca, labios desdibujados y frases demoledoras sobre su condición de mujer urbana de fin de siglo. Así es Aleida, a quien "lo único que le falta para ser perfecta es un poco de amor", según cree el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Pero esa "es la opinión subjetiva y arbitraria de un hombre que goza y sufre con las mujeres", comentó el creador de Aleida, el dibujante Vladimir Florez, Vladdo.
"Aleida a flor de piel" es el éxito de librería este fin de año en Colombia. "En sólo 20 días se agotaron dos ediciones y la tercera está en prensa", dijo a IPS Soraya Peña, jefe de comunicaciones de Planeta Editorial Colombiana.
Aleida dice que uno se casa el día menos pensado, que cada día trae su propio desengaño y que ninguna mujer debe acostarse "con un tipo con el que no se quiera levantar".
Con una taza de café en una mano y un cigarrillo prendido en la otra se pregunta "¿Por qué razón, si el loco es él, quien va al psiquiatra soy yo?".
Al teléfono es implacable: "No te mueras por mí, detesto los hombres fríos".
Los avances cibernéticos la ponen a pensar: "Comparada con un tipo, la ventaja de Internet es que sólo me conecto cuando a mí me provoca".
En cuanto al sexo, tiene opiniones definidas: "Un buen amante sabe cuándo hacerse el dormido", y "Es prefirible hacerlo sin amor que sin ganas".
Y también en cuanto a la amistad: "El sexo se tira la amistad si el amigo resulta mal amante".
Por supuesto, también suelta alguna que otra lágrima: "No hay trago más amargo que el llanto reprimido", dice, y una página más adelante comenta: "El amor es afrodisíaco, pero no para los casados".
"No es resentida, es simplemente objetiva", comentó Aurora, una universitaria que compró los dos últimos ejemplares de la segunda edición de "Aleida a flor de piel" que quedaban en la Libería Nacional de Bogotá.
El libro, de formato pequeño, trae 100 veces a Aleida con sus demoledoras sentencias. La editorial Planeta ya había publicado en 1996 "Vladdografías", una compilación de 10 años de caricaturas del autor de Aleida.
En un país de bajo índice de lectura como Colombia (2,5 libros al año por habitante, en promedio), vender 5.000 ejemplares de un un libro de caricaturas, en la que el personaje es una mujer aguda y crítica, es un dato interesante, opinó Elias Bendek, un librero del centro de la capital.
En el éxito del libro "influye mucho que se trate de un personaje femenino, porque las mujeres agradecen las atenciones. La atención no es que Aleida exista, sino que sintoniza bien con las mujeres", dijo Vladdo a IPS.
"Eso es una ventaja muy buena frente al resto del trabajo que yo hago, porque uno hace una caricatura contra (el presidente Andrés) Pastrana y hay cinco (opiniones) a favor y cinco en contra. Con Aleida, las diez están a favor", señaló.
"Hay una comunión entre el personaje y el público. Ha sido un flechazo. Y eso es lo que uno busca", declaró, satisfecho, en su oficina de "Vladdo Danilo Black Ascs", una empresa especializada en diseño de periódicos y revistas.
"He vivido, padecido y gozado ciertas actitudes representadas por Aleida", y además, el personaje fue tomando forma en una "investigación de campo, diurna, nocturna, con ropa, sin ropa", explicó Vladdo.
"También hay algunas situaciones que son unisex como, por ejemplo: 'el matrimonio es un divorcio inconcluso', o 'si hay algo peor que un tipo son dos tipos", agregó.
El diseñador gráfico Juan de la Cruz Sánchez, profesor de la Universidad Nacional de Bogotá, cree que Aleida refleja el proceso de urbanizacion de la vida, de un cambio cultural muy fuerte que es común a Bogotá, ciudad de México o Singapur: en todas partes, la mujer ha ganado gran autonomía social.
Aleida, dijo Sánchez a IPS, "no hace chistes, su humor no es anecdótico, sino intersubjetivo, es un humor interior."
Vladdo está de acuerdo con esa afirmación y compara la aceptación de Aleida con el resto de su trabajo de humor gráfico.
"Hay gente que se podría decir que es enemiga política mía, pero adora a Aleida", observó. Eso lo comprueba cuando escucha los comentarios a su sección de cuatro páginas en la revista Semana.
Aleida empezó a aparecer allí hace un año, "infiltrada" en un pequeño recuadro vertical, refrescando con sus reflexiones y comentarios mordaces la reseña gráfica del acontecer nacional.
Antes ya había incursionado con página propia en Internet, en un intento de Vladdo por abordar el tema del sida, denunciando la discriminación.
De esa época es la primera imagen de Aleida en el libro: "Eso de ser positivo en la vida es muy chévere…. hasta cuando uno se hace la prueba del sida". (FIN/IPS/mig/ff/cr/99