La película "La última tentación de Cristo", filmada por el estadounidense Martin Scorsese en 1988, se ha convertido ocho años más tarde en el emblema de la lucha contra la censura cinematográfica en Chile.
El Porvenir de Chile, una corporación moralista cercana al Opus Dei, consiguió bloquear una vez más la exhibición comercial del filme, prevista para el jueves próximo, así como su difusión a través de la televisión por cable.
La corporación logró que el día 15 la Corte de Apelaciones de Santiago acogiera a tramitación un recurso de "no innovar" con respecto a la prohibición decretada contra la película por el Consejo de Censura Cinematográfica en 1989.
La prohibición fue revisada y levantada por el propio consejo – llamado ahora de Calificación- el día 11, y dos salas cinematográficas programaron el estreno del filme en Chile para el jueves, ante la creciente expectativa del público.
Pero la decisión del tribunal de apelaciones "congeló" la autorización y mantiene el veto a "La última tentación de Cristo", en tanto no se emita un fallo de fondo, para lo cual transcurrirá por lo menos una semana más.
La estación de televisión por cable Space tiene igualmente programado el filme de Scorsese para la noche de este martes, pero al persistir la prohibición su distribuidora local tendrá que bloquear la señal durante toda la película.
La Corte de Apelaciones dio un plazo de cinco días al Consejo de Calificación Cinematográfica para que le haga llegar el dictamen con que autorizó la exhibición de la película con el voto a favor de cuatro de sus cinco integrantes.
El único voto por mantener el veto fue el del comandante de Marina Jorge Osses, representante de las Fuerzas Armadas en el Consejo, donde participan además delegados del gobierno, las universidades, el Colegio de Periodistas y el Poder Judicial.
El hecho de que los militares tengan representación en el ente que revisa las películas es un contrasentido para instituciones culturales y sectores políticos que abogan por profundas reformas al Consejo de Calificación Cinematográfica.
Un proyecto de ley presentado por cuatro diputados de la gobernante coalición de centroizquierda y de los sectores liberales de la derecha opositora postula que se despoje al consejo de la facultad para prohibir la exhibición de películas.
Se propone que este organismo deje de ser censor, lo cual a juicio de los diputados no corresponde en una democracia, y que su función sea sólo la de calificar los filmes en las categorías para todo espectador, mayores de 14 y mayores de 18 años.
Frente a estos afanes modernizadores, se ha alzado la reacción de sectores católicos fundamentalistas, que encontraron precisamente en la pugna en torno a "La última tentación de Cristo" su campo de batalla.
La jerarquía de la Iglesia Católica se declaró partidaria de mantener la prohibición de la película de Scorsese, pero el tono moderado de sus pronunciamientos contrasta con la virulencia de las corporaciones moralistas laicas.
Para El Porvenir de Chile y la filial chilena de Tradición, Familia y Propiedad, la película en cuestión es "blasfema" y tanto los que autoricen su exhibición como quienes la vean deben ser castigados con la excomunión.
El Porvenir de Chile demostró su poder cuando hace dos meses obligó a un canal de televisión local a poner término a un programa de conversación denominado "La guerra de los sexos", por considerar que abordaba temas inmorales.
El espacio, que trataba aspectos como la procreación, la sexualidad, la infidelidad o la salud reproductiva, no pudo mantenerse en la programación porque las empresas que lo auspiciaban retiraron su publicidad.
Los empresarios tomaron la decisión tras presiones de El Porvenir de Chile, una corporación que no oculta sus posiciones de extrema derecha y que se moviliza sobre todo contra las campañas de educación sexual.
En la mentalidad de los activistas de El Porvenir de Chile y Tradición, Familia y Propiedad no cabe la visión de que "La última tentación de Cristo", basada en la novela de Nikos Kazantzakis, es una hipótesis de inspiración teológica.
Son muchos los filmes que nunca se lograron exhibir comercialmente en Chile, sobre todo por el rigor que la censura aplicó durante la prolongada dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
"El último tango en París" estuvo proscrito hasta 1993 y entre los filmes que aún no son autorizados están "Los niños del Brasil" y varios de los que caracterizaron el "destape" en España tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
La polémica acerca de "La última tentación de Cristo" ha convertido a la película de Scorsese en un objeto de culto, con exhibiciones semiclandestinas en aulas universitarias de copias en video ingresadas subrepticiamente al país.
"Es una película bellísima y para nada blasfema. Sólo una mente 'cartucha' (pacata) y reaccionaria puede justificar su prohibición", dijo a IPS Cecilia, una estudiante que ha visto el filme tres veces, en la versión en inglés y sin subtítulos. (FIN/IPS/ggr/ag/cr-hd/96